Actualmente interpreta el personaje de Nagore, entre otros, dentro de la producción del Centro Dramático Nacional, El bar que se tragó a todos los españoles, bajo la autoría y dirección de Alfredo Sanzol. La obra, de tres horas de duración, podrá verse hasta el 4 de abril en el Teatro Valle-Inclán de Madrid.
El bar que se tragó a todos los españoles le está sirviendo para que a su memoria acudan recuerdos de su niñez, con sus abuelos. Francesco, el protagonista, en el escenario, le recuerda mucho a su abuelo, porque también era muy delgado. Recuerda como un día estaba en el balcón de casa de sus abuelos, de pequeña, y le dijo su abuelo: “Te voy a hacer un bocadillo de atún”. Camila nunca había probado el atún. Pensó que no le iba a gustar. Es la merienda más rica que ha hecho en su vida, los dos juntos, con el bocadillo bien envuelto para que no se cayera el aceite. En el balcón… es un recuerdo que ahora tiene muy presente.
Antes de trabajar con Alfredo Sanzol tenía una pequeña lista de deseos. En ella figuraban dos directores con los que trabajar, Alfredo Sanzol y Javier Fesser, este último director de cine. Con Alfredo ha conseguido tachar ese sueño, y con Fesser espera que algún día llegue.
Aunque suene un poco a tópico le encantaría encarnar el personaje de Julieta, aunque considera que ya es un poco mayor para el perfil. Siempre le ha gustado mucho el gran éxito de Shakespeare. Pero cree que nunca va a llegar porque encasilla a Julieta en los catorce o quince años.