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Carlos de Austria: “Tengo muy claro que quiero seguir disfrutando de mi oficio”

Actor, cantante y músico, accede al mundo profesional hace más de 20 años. Su formación se cimenta en su participación en innumerables producciones teatrales, que le ha llevado a interpretar todo tipo de papeles. Personajes desde los más dramáticos a los más cómicos, género donde se siente realmente a gusto. La función que sale mal, El lazarillo de Tormes, Tres sombreros de copa, Afterplay, Historia del Zoo y El perro del hortelano, entre otros.

El medio audiovisual tampoco le es ajeno. Ha tenido personajes protagonistas en series como El Secreto de Puente Viejo o Acacias 38. A la vez ha aparecido en otras series nacionales e internacionales como Servir y proteger, Las chicas del cable o La peste, entre muchas. Lo más reciente es su participación en un episodio especial de Cuéntame cómo pasó, de TVE1.

 

¿Cómo recibe la nominación a los premios de teatro musical? ¿Cómo le llega la nominación?

Pues en principio como una sorpresa muy grande, porque claro, yo provengo del teatro de texto y aunque yo siempre he cantado, también me he preocupado porque también soy músico, toco la guitarra, he tenido siempre mi banda, he tenido siempre mis proyectos musicales, no era una opción, yo no lo tenía como perspectiva, dedicarme al teatro musical. Porque siempre he venido del texto. Siempre he hecho teatro de texto y ya está. Me embarco en el proyecto de la productora SOM Produce, confía en mí para defender a un personaje como Harry, y empezó a funcionar, empecé a trabajar y de pronto te nominan a un premio de teatro musical. No me lo podía creer. Ya simplemente quedar entre los finalistas para optar, ya que fuera una opción, ya era una barbaridad. Yo cuando entré entre los últimos ya dije “bueno, esto es increíble, con mucha ilusión. Como tener el premio sin tenerlo”. Sin que te lo den al final, pero da igual. Ahí estás. Es espectacular.

 

Carlos, ¿cómo es defender un personaje como Harry? ¿Cómo empieza esta aventura dentro de uno de los musicales más populares actualmente en la cartelera madrileña?

Pues primero empieza con muchísimas referencias de otros compañeros que ya lo han hecho. Entonces ahí hay un poso de un trabajo anterior hecho ya con unos referentes que sabes que la gente cuando va hablando de un musical tan exitoso como Mamma Mia, que como bien has dicho, estuvo tanto tiempo en cartel aquí y luego el referente de la película, el referente de otros países, de otros musicales. Tiene el peso de que tiene mucha referencia. Tanto mi personaje como cualquiera de los que salen en Mamma Mia. Intento hacer un trabajo de olvidarme de todo lo que hayan hecho los demás y enfrentarme al personaje como si fuese la primera vez que lo han escrito. Empiezo a analizarlo, empiezo a transitarlo por mí y empiezan a aparecer cositas muy particulares mías, empieza a aparecer un comportamiento del personaje que me sorprenden a mí el primero. Pero claro, cuando ya te metes en este tipo, yo pienso ya mi propuesta, se la comento a Fisher, a Juan Carlos, y le parece maravillosa. Y empezamos a trabajar en esa línea y empieza a dejarme libertad para que ya empiece a crear cosas. Me siento súper a gusto, y es un aventurón. Porque además no me han exigido que imite a nadie ni que busque cosas que ya han hecho otros, sino que me dejan creer. Así que muy contento también.

 

¿Cómo es el personaje? ¿Cómo lo definiría? ¿Cómo es este Harry de Mamma Mia?

Harry es mi Harry. Porque Ángel Saavedra, que también hace Harry en la función, lo hace de otra manera. El mío es un señor que lleva toda la vida haciéndolo, bueno, toda la vida. Desde que ya te llega la madurez, por decirlo, y empieza a tener responsabilidad de adulto, él opta por olvidarse de todo lo que lo que había creado en su juventud o todos sus sueños, lo aparca, y entonces se dedica a ser una persona responsable de su trabajo. Es banquero, cuando antes era un tío que iba con la guitarra por todas partes y estaba tirado en una playa vacía. Y ahora es un banquero de 8 a 3 o 4 de la tarde en Londres, muy educado, muy pulcro. De ser un punky ha pasado al otro lado. Está pasando una crisis de los 40 de manual, y necesita volver a encontrarse con quien era, y por eso va a ir a la isla. Pero claro, es muy llamativo que cuando llega al principio, además, intento que poco a poco el personaje se vaya viendo cómo va cambiando. Al principio entro súper bien peinado, él entra, viene de chaqueta a una isla con playa y con sol y pegando fuerte, y viene el tío perfectamente con su traje, perfecto, impoluto. Los detalles los cuida, dobla la chaqueta perfectamente, no le falta un detalle. Pregunta por una plancha… ¿aquí no habrá una plancha? Este hombre es muy pulcro, le molestan los mosquitos, le molesta un olor fuerte, y poco a poco va soltando ese personaje para encontrar eso que él quería, que es lo que también refiere en la canción del verano, el verano en el que fui feliz y tal. Va buscando el Harry de joven.

 

Carlos, un momento del musical, el momento que más le guste, bien por la alegría que tiene, porque se emocione, porque participe en ese momento…

Es muy difícil porque de eso hay mucho. Hay uno en el que me emociono mucho; hay otro en el que me divierto mucho. Me divierto muchísimo en la entrada de los padres, pero a mí me hace muchísima gracia, me lo paso pipa, cada vez que sale Lluis Canet, por ejemplo, que interpreta a Bill, me divierto, me río cada vez que lo hago, y luego cuando sale Vero o Mariola haciendo de Donna y cantan El ganador, no puedo evitar llorar. Y cuando me toca hacer de Sam, porque también hago la alternancia de Sam, cuando estoy con ella en escena, me salen las lágrimas a borbotones, porque está la emoción. Hay muchos momentos muy bonitos en esa obra, está muy bien escrita y creo que están muy bien creadas y conjuntadas, y bueno, lo que me pone el pelo de punta, por ejemplo, es el Money. La coreografía del Money es espectacular, o del Voulez Vous, cada vez que veo a todo el elenco, a todos los ensembles bailando, o sea, esa gente es espectacular, espectacular lo que hace, me quedo embobado. Llevamos casi 300 funciones y aún me quedo embobado como el primer día.

 

¿Percibe la reacción del público? ¿Cuál es la reacción?

La reacción del público es, porque se le ven las caras, cuando tienes un momento puedes incluso mirar y se les ven las caras, y están disfrutando, están metidos en la historia desde el primer momento, están disfrutando, están escuchando las canciones. Hay mucha gente que ha bailado esas canciones cuando se estrenaron. Tenemos gente que viene de todas las edades, y gente que las baila, porque esto es la música de Abba, universal. Los ves tan “disfrutones”… Se ríen cuando se tienen que reír, lloran cuando tienen que llorar, porque están metidos desde el minuto cero. Cuando el público entra al teatro y está todo decorado como si fuera parte de la isla. Esa buganvilla que nada más entrar hay en el hall del teatro, cómo está decorado. Cuando entras y ves las barcas arriba, las redes, te meten en la historia directamente, y se nota disfrutar muchísimo y se oye todo.

 

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Carlos, ¿cómo fue llegar a esta producción? Porque como usted me comentaba al principio, usted viene del teatro textual. No había hecho musicales. ¿Cómo cae en el centro de esta producción tan conocida y de la mano de SOM Produce?

Yo tenía algo de experiencia en musicales. El diario de Adán y Eva, A quién le importa, que se está haciendo en el Arlequin actualmente también, aunque eso era más un concierto, o sea, sí, te cuenta la historia, pero son canciones. Un musical de gran formato, como es este, evidentemente el primero. ¿Cómo llego yo aquí? Yo ya había trabajado con SOM, haciendo La función que sale mal, y estuve muy bien, muy a gusto. Fui del primer reparto. La primera etapa en el Teatro La Latina. Conocí su forma de trabajar. Aparecen las audiciones de Matilda, y aparecen las audiciones de Mamma Mia. Yo la primera audición que hago es para Matilda. Antes de bajarme del escenario, me preguntaron ¿qué edad tiene, Carlos? Le dije mi edad, y dijo, vale. Y entonces, en la audición de Mamma Mia, noté ahí, quiero pensar, que ya vieron ellos que el perfil que yo daba para Harry estaba muy claro, o que tenía un perfil muy claro para hacer Mamma Mia, para hacer uno de los padres de Mamma Mia. Hice mi prueba, mi audición, y las pasé todas. No fue fácil. No estoy diciendo que sea fácil, pero yo creo que ahí me vieron ya que podía tener posibilidades. Entonces, en la productora son muy listos. Tanto Marco, como Carmen, como Juanjo, lo ven muy claro, y el director, Juan Carlos Fischer y John Miquel, para eso tienen mucho ojo, e Iker Carrera con la coreografía. Y yo creo que lo vieron claro. Después de los dos meses de ensayo que tuvimos, cuando yo entro al teatro Rialto, y veo aquello, aún no estaba terminada la escenografía, pero cuando yo veo aquello, dije, vale, aquí tenemos un juguete muy guapo. Estamos manejando un producto muy guapo. Sí, aquí tenemos un juguete, la escenografía, la apuesta en escena, aquí podemos hacer disfrutar mucho a la gente.

 

Es un musical muy conocido, como usted mismo me comentaba, es un musical con ediciones anteriores en formato teatro musical. Hay una película también de esta historia, una música muy conocida, pero mi pregunta es, ¿esto aporta más ventajas que inconvenientes, o todo son inconvenientes, todo son ventajas?

Yo creo que esto es un poco de todo, la ventaja es que la gente ya conoce la historia y sabe lo que va a venir a ver, y creo que eso es bueno, porque los referentes son magníficos. Entonces directamente hay mucha gente que viene a volver a disfrutar de esa historia que ya conoce o que ya ha disfrutado. Que la música sea tan conocida es maravilloso porque la gente la canta. Son muchas ventajas. Y los inconvenientes son los mismos. Hay una película. Yo no quiero imaginarme cómo Verónica Ronda se enfrenta al personaje de Donna con Meryl Streep como referente, o bueno, más o menos lo que me pasa a mí, yo tengo a Colin Firth como el personaje de Harry, pero la gente busca a Colin Firth. Lo bueno que tiene es que cuando tú les sorprendes de nuevo, les gusta más, porque cuando encuentran cosas que no encontraron en los antiguos y que se lo estaba aportando a esta música, dicen, esto “mola”.

 

Carlos, le preguntaba antes por una de las partes que más le gustaban o que más le podrían emocionar del musical de Mamma Mia, pero ahora en un terreno más personal, ¿con qué se emociona Carlos de Austria?

Me emocionan muchas cosas. Me emocionan cosas que tienen que ver con mi familia, eso me emociona mucho, cuando a cualquiera de mis hermanos les pasa algo bueno con la gente que quiero, o sea, yo de pronto oigo una canción y me pongo a llorar, o me emociono, o me dan ganas de saltar. Yo creo que hay muchísimos estímulos, cosas que te recuerdan, que te hacen viajar a otros momentos de tu vida. Al final uno tiene ya cierta edad, entonces vas pasando por momentos y se quedan grabados en un sabor, en un olor, en una canción, y cuando se rememoran esos recuerdos, viendo una película que has visto hace no sé cuánto, de pronto, aunque sea la más tonta del mundo, Los Cazafantasmas, pero de pronto ves algo y eso te hace click y te lleva a cuando eras pequeño y estabas en el salón de tu tío, que se había comprado el primer VHS que encontraron y tal, entonces te puso la cinta y era esa película. Me emociono sobre todo con eso, con momentos que están en las músicas, una lectura, un libro, ver una película…

 

Utilizando ese viaje de la vida que me comentaba, ahora mismo, si pudiera tener una máquina del tiempo, ¿a qué momento de su vida le gustaría volver?

No sé, son muchos momentos. Es que es complicado. Pero me gustaría mucho volver a ver a Carlitos, ese que se subió la primera vez a recitar una poesía con cinco años delante de 3.000 personas en un teatro, y que no le importó. Y ver a ese Carlitos y decirle “Ay, lo que te queda a ti por delante”.

 

¿Qué proyectos hay encima de la mesa?

Por el momento viene renovación, estamos hablando de la renovación, y luego hay unos cuantos rodajes. Estoy ahora mismo rodando una serie, de la que creo que no puedo decir nada, pero estoy rodando ahora mismo una serie que es compaginable totalmente con esto, y lo que viene es una segunda temporada del musical.

 

¿Qué le gustaría hacer? ¿Hay algo que le llame la atención? ¿Alguna función de teatro?

Yo tengo una lista. No una. Tengo una lista de cosas que no se están haciendo, o cosas que se están haciendo. Tengo una lista. Yo tuve un director de teatro que se llamaba Roberto Quintana, y Roberto Quintana hacía una lista de personajes que quería ir haciendo cuando iba cumpliendo años. Entonces yo hice lo mismo. Y hay una función que la tengo ahí, que hice un registro de una versión propia con una adaptación, la tengo ahí, y algún día podría hacerla. Es una versión de La Venganza de don Mendo, muy particular y muy personal. Me encantaría.

 

¿Y ese personaje que por edad ya se ha ido?

Es que claro, como yo me veo todavía joven, me lo tienen que recordar… No se me ha ido todavía ningún personaje (risas). Yo creo que yo ahora mismo tengo una edad estupenda para hacer todo lo que me venga. Una edad en la que si me quito la barba y me tiño un poquito, y me doy un detallito, puedo pasar por X. Y si no, me envejezco y puedo hacer…

 

¿Qué le pide a su profesión?

Poder pagar el piso. Yo creo que el triunfo, triunfar en mi profesión es tener trabajo. Tener trabajo todos los días. Yo no busco ser un protagonista, yo no busco ser un secundario, no busco… No estoy buscando eso en concreto. Yo necesito y quiero ser actor. Y el actor es desde Hamlet a Soldado Bengalí II. Yo lo que necesito es seguir trabajando. Y lo que le pido es poder seguir viviendo de lo que me apasiona y me llena la vida. Y me da igual que sea una  colaboración en una serie, que sea una colaboración de un personajito en un centro cívico… porque yo nací y vengo del teatro amateur, y amateur es amante en francés. Entonces, el amante del teatro, yo me considero un amante del teatro y un amante de la interpretación. Yo lo que le pido es seguir disfrutando de mi oficio en cualquiera de sus vertientes. Un día puedo estar en el María Guerrero y otro día en el centro cívico de mi barrio con una asociación de abuelos. Pero yo tengo claro que quiero seguir disfrutando de mi oficio.

 

 

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