Para quien no te conozca todavía, ¿quién es David Cepo?
David Cepo es un humorista que lleva ya unos 8 o 9 años en el mundo de la comedia, haciendo stand-up, y que se ha pateado prácticamente toda España. Ahora mismo estoy en el Teatro Arlequín en Madrid los viernes y sábados.
Muchos seguidores en redes sociales, pero todavía no tenemos página en Wikipedia. ¿Qué pasa con eso?
Es verdad, pues mira, ¿sabes qué pasó? Porque tengo seguidores por todos lados, YouTube, Instagram, TikTok, pero la mandé y no sé porqué, no me la aceptaron. Yo tengo página web, he estado en la tele, en la radio, en todos lados, pero no sé por qué no me acepta la Wikipedia.
Vamos a tener que hacer ahí un change.org.
Sí, sí, total, total. -risas-
¿Se parece mucho el David del escenario al del día a día?
Bueno, es igual de despistado, eso sí. En el escenario sí que es verdad que hago un personaje más exagerado de mí mismo, interactúo con la gente y la gente está encantada con que lo haga. Se crea realmente un ambiente muy bonito. La gente sale encantada y yo también.
186 mil seguidores en Instagram. Últimamente sales en todos los scroll sea de quien sea el teléfono. ¿Conoces el funcionamiento del algoritmo de Instagram?
Realmente yo creo que todo el mundo piensa que lo conoce y en realidad nadie lo conoce porque cambia todas las semanas. Cada persona te dice una cosa distinta a la hora de subir un vídeo, o subir un post más o un post menos. Yo creo que nadie lo sabe. La gente a veces le funciona una cosa y piensa que lo mejor puede ser eso, pero eso son siempre suposiciones.
Habría que preguntarle al de Instagram o el de TikTok, si ellos mismos saben cómo funciona. Te imaginas, le preguntas y te dice, “el algoritmo son los padres” -risas-
En los últimos meses te has situado como cómico de referencia para el público más joven. ¿Cómo llevas el reconocimiento?
Bueno, yo encantado de que los jóvenes y las personas mayores o de mediana edad, me quieran ver y se enganchen a mis vídeos y vean que todo lo que hago es con respeto y con la intención de sacarles una sonrisa tanto en sus días malos como en los buenos también.
Imagino que debe ser un subidón las primeras veces que vas por la calle y te piden una foto. Cuando eso se convierte en algo habitual, ¿agobia?
Ahora sí que es verdad que la gente me para bastante, pero a mí no me agobia, de momento no me agobia. Estoy encantado con que la gente me pare y me salude y se quiera hacer una foto conmigo. De hecho, hay veces que me ven, después me escriben por las redes “oye, te he visto, pero me da vergüenza acercarme”. Si a alguien le da vergüenza, que se acerque, que no pasa nada, que yo estoy encantado de hacerme una foto o saludarlo o lo que sea.
Hay dos frases tuyas que ya son usadas al nivel del “en plan” de Ibai, como son: “Pues pa´ lante” y el “no cruces los brazos que no te entran los chistes”…
Sí, hay gente que me ve por la calle y a veces que duda si soy yo o no y lo que hace es decir, “pues pa’ palante”, mientras me miran. Si ven que yo les sigo el rollo, les cambia la cara y dicen pues es él, sí. -risas-
Es genial, porque al final son dos frases que a mí me caracterizan mucho y eso ha hecho que los vídeos se vieran bastante más.
La forma de hacer monólogos ha cambiado mucho. Antes ibas con un texto de hora y media, soltaba, lo encajabas ante el público y había muy poca improvisación. Ahora el público es parte del espectáculo. ¿Te gusta el nuevo formato?
Sí, exactamente. La gente viene a pasarlo bien, a disfrutar, a interactuar con el cómico. Yo también tengo texto, pero es una parte del espectáculo que no subo a redes, porque hay cosas que prefiero mantener sólo para el público que viene a verte.
Pero, más allá, hay una parte muy importante que surge del público. Muchas personas antes de venir al teatro me escriben para que interactúe con ellos cuando van a verme. Sin exagerar, cada día puedo tener cerca de 100 mensajes en redes sociales, no me da tiempo ni verlos, les va la marcha.
A mí también me gusta mucho el formato clásico de monólogo, que creo que se va a mantener siempre. Esta forma de hacer humor con el público es un formato que te tiene que gustar hacerlo y si te gusta, pues ya sabes, pues pa’ lante con ello.
Que cada espectáculo dependa del tipo del público, te exigirá estar constantemente actualizándote en contenidos, ¿no?
Sí, sí, claro. El tema de la improvisación es lo que ocurre, te expones a unos niveles de riesgo bastante grandes porque no sabes por dónde va a salir la cosa, pero es verdad que cuando sale fluido, la gente agradece mucho el momento mágico que se crea, cuando eres capaz de hacer un chiste con algo que te han dicho y te metes un poquito con ellos, siempre con respeto, eso sí.
David Cepo: “La gente me escribe a diario para que interactúe con ellos en las actuaciones”
Estás de gira por toda España, ¿cambia mucho la forma de entender el humor dependiendo de la zona?
Sí, sí, cada región tiene una forma diferente de entender el humor. Lo que pasa también es que como la gente sabe cómo soy, viene a verme por los vídeos que han visto, saben perfectamente el tipo de humor que hago y eso, también te facilita que las cosas salgan muy bien en todos los sitios a los que estoy yendo.
Antes de actuar, has compartido alguna vez vídeos en los que se te ve nervioso. ¿Cómo son los momentos previos?
Esos momentos previos son muy bonitos. La gente me dice: “Ya no te pondrás nervioso después de haber hecho un montón de actuaciones” y siempre les respondo lo mismo. “Cada día el público es distinto”. Hay personas que después de una actuación han repetido tres y cuatro veces. Cuando hay 300 personas, 800 como hace poco en Bilbao es una responsabilidad muy grande porque sabes que vienen a verte con una ilusión y con expectativas de reírse y tienes esa presión para poder darles el nivel que esperan o estar incluso por encima.
Imagino que hasta que escuchas las primeras risas deben ser momentos tensos…
Sí, sí, exactamente. Cuando un cómico escucha las primeras risas, sea donde sea, ya el cuerpo se tranquiliza un poco y empieza a hacerlo guay y a disfrutar el espectáculo. Al final, tienes que creer en ti mismo y disfrutar ese momento, porque es la mejor forma de contagiar al público.
¿Qué le hace reír a David Cepo?, ¿cuáles son tus cómicos favoritos?
A mí me gusta mucho el humor más absurdo, es el que siempre me ha gustado. Cómicos, hay muchos cómicos buenos y todos con un estilo diferente. Me gusta Álex Clavero, Vaquero, David Navarro; me gusta también Coria Castillo, Bianca Kovacs, Cristina Molina. Tenemos cómicos muy buenos.
Una de las cosas más complicadas en la sociedad en general es hacer reír a la gente. Ese talento ¿se puede entrenar?
Sí, sí, se entrena bastante. Tú puedes tener una vis cómica graciosa ya de por sí, porque hay mucha gente así, pero también entrenándolo puedes llegar a eso; incluso, puede ser que haya gente que no tenga esa vis cómica, que acaben siendo los mejores a base de entrenarlo. En definitiva, que si no entrenas o no trabajas, es imposible.
Ahora mismo tienes 34 años, ¿te ves haciendo esto el resto de tu vida?
Lo bueno de la comedia es que no tiene edad. Yo espero durar hasta los 50 y mucho más, siempre cuando el cuerpo me deje. A mí gusta mucho el humor y estoy muy feliz de dedicarme a esto.
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