Orazi ha charlado con Masescena acerca de esta producción, de cómo se ha construído, de cómo se ha llegado a poner en pie, y del trabajo que ha realizado el equipo artístico hasta ver a su Electra encima de las tablas de La Abadía.
Orazi, el día de presentación, mostró su gratitud ante la presentación en este teatro de su particular Electra: “Estamos muy emocionados y agradecidos por presentar nuestra Electra. Cuando pensábamos dónde podríamos estrenarla, imaginamos este teatro de La Abadía y se cumplió”.
«Para nosotros Electra era un desafío porque es un texto con mucha autoridad. Queríamos hablarlo frente a frente, en el tiempo del teatro. Ese era nuestro objetivo», comentaba la directora, actriz y pedagoga Fernanda Orazi. «¿Qué es lo trágico? Esa era la pregunta que nos hacíamos con este texto. Estamos acostumbrados a lo dramático, pero no lo trágico. Además, el trabajo está fuertemente atravesado por la fuerza de la acción de la actuación», añadía.
La directora del montaje respondía, ante las preguntas de la prensa, afirmando que «buscamos que sea una experiencia teatral de algo que solo puede ocurrir en el teatro. Queremos que sea una celebración del teatro y nosotros vamos a poner de nuestra parte para que esto ocurra«.
Sinopsis de la obra
Aquello que haría invivible la vida, aquello de lo cual nos es preciso huir lo antes posible, el teatro lo quiere. Como una mano que sostuviera un fuego sólo para verlo, lo afirma, lo busca y lo re-crea. El teatro bebe, come y se reproduce en lo que nosotros desechamos y desterramos por ser imposible de llevar a cabo en la “vida real”. Electra es la trayectoria de una llama sostenida que desafía a los suyos y a la actuación a no dejar caer el fuego y subir la apuesta del teatro hasta donde sea preciso. Nosotros le hemos dicho “Sí” a esta Electra y a la aventura de abordar una tragedia griega que también es, para nosotros, seres dramáticos, lo inactuable. Con el Sí sostenido llegamos hasta aquí para arrojar esta promesa a la arena del teatro en el que, como en la tragedia, no todo está en nuestras manos.