¿Qué ha sido lo más difícil de la programación de este año?
Como bien sabes, la programación se iba a presentar el pasado 17 de marzo. Estaba hecha y estructurada. Tres días antes del estado de alarma hubo que suspenderlo todo. Durante estos meses hemos estado en una situación muy complicada y muy difícil. No hace falta que repitamos lo que ha sucedido, todo el mundo lo conoce. Cuando, por fin, se decide que se celebra el festival… Yo me puse como fecha tope para celebrar el festival al completo el 15 de mayo. Como pasó el 15 de mayo y no teníamos noticias, evidentemente el festival ya no se podía celebrar como se había organizado en los últimos años. Ha habido que reducir.
El planteamiento que se ha hecho es reducir de dos meses a un mes en el Teatro Romano, haciendo el 76% de la programación. Del resto de actividades se ha mantenido, más o menos, el 95% de las mismas. Es decir, las extensiones, las exposiciones, la programación en la calle, los pasacalles, la programación familiar, la programación Off por los distintos recintos arqueológicos, los veinte talleres de teatro en varios municipios… Todo se ha mantenido, menos la programación del Teatro Romano.
Entonces, lo único que se ha sacrificado es la duración en el tiempo
Efectivamente. Lo que significa que no hay programación en cuatro semanas en el Teatro Romano. Es un tema bastante importe. En Mérida, desde que yo asumí la dirección, el festival duraba dos meses. Eso es un revulsivo para la ciudad, para la propia comunidad, para las compañías, para el comercio y la hostelería. Eso sí se ha visto afectado.
¿Qué nos puedes contar de la programación de este año?
El eje central este año es el de las heroínas, el de las trágicas. Comenzamos con una Antígona, que dirige David Gaitán, un director mexicano. Es una coproducción que hace el Festival, junto con la compañía extremeña El Desván, y el Teatro Español, con el apoyo de Iberescena. Del 22 al 26 de julio podrá verse Antígona en el Teatro Romano.
Del 29 de julio al 2 de agosto estará Anfitrión, de Molière. El director Juan Carlos Rubio debuta en el Teatro Romano, cuyo reparto está compuesto por Pepón Nieto, Toni Acosta, Fele Martínez, Paco Tous, Dani Muriel y María Ordóñez.
Del 5 al 9 de agosto hará su entrada la comedia de La cestita, de Plauto, en la que también debuta como director Pepe Quero, sevillano miembro de la compañía Los Ulen. Protagonizada por Mariola Fuentes, Alex O’Dogherty, María Esteve, Jimmy Barnatán e Itziar Castro.
Del 12 al 16 de agosto Cayo César, de Agustín Muñoz Sanz, cogerá el relevo. Es un texto inédito, protagonizado por la compañía extremeña Atakama, con actores y actrices de la tierra.
Y cierra el ciclo del Teatro Romano Penélope, cuya versión de la Odisea, y dirección, corren a cargo de Magüi Mira. En el reparto están Belén Rueda, María Galiana, Jesús Noguero, Maxi Iglesias, y un reparto de hasta 18 personas.
Como podemos observar es una programación a la altura de las anteriores ediciones del Festival, a la altura de la gestión que en estos últimos años ha hecho Pentación Espectáculos. A pesar de lo llamativo de sus repartos, ¿se verá reducido el aforo este año?
Comenzamos a abrir las taquillas en la tercera fase de la desescalada. Eso suponía abrir con el 50% del aforo. Una vez finalizado el estado de alarma y emergencia, se han aprobado una serie de medidas adoptadas por parte de las comunidades autónomas. En este sentido, la Junta de Extremadura ha aprobado que se amplíe el aforo al 75%. En estos días se tomará la decisión de ampliar el aforo. Es muy importante que se pueda ampliar con todas las medidas sanitarias que marca el Ministerio y las Consejerías de Sanidad de cada una de las comunidades autónomas.
¿Qué esperas de esta edición atípica del festival?
Cuando hicimos el anuncio de la programación el pasado 12 de junio, estábamos expectantes por saber cómo iba a responder el público. Porque claro, este es de los primeros festivales que se van a hacer, y sobre todo de los grandes festivales. Hay otros festivales que tienen espacios mucho más reducidos, y son más fáciles, a priori, de llenar. Pero estamos hablando de un espacio, que, con aforo reducido, son 1.500 personas. Estamos hablando de mucha gente. Del aforo completo de 3.100 personas. Estamos realmente satisfechos con la respuesta del público. En diez días se han vendido 12.000 entradas. Creemos que es una media de entradas muy, muy buena, cuando todavía queda menos de un mes para que se inicie el festival. Esto quiere decir, que ha interesado la programación, que hay ganas de ir al festival, y de teatro.
¿Este es el último año que Pentación gestiona el festival?
Es el último año porque se acaba el contrato. En breve imagino que saldrá un nuevo concurso público. En este caso tengo que tomar la decisión de si me presento o no me presento. Este es mi noveno año como director del festival. Son muchos años. Soy el director que más tiempo ha durado en toda la historia reciente del festival.
Y con un nivel muy alto. Imagino que has sufrido un desgaste.
Bueno. Cada año ha sido un reto en la elaboración de la programación. Cada año hemos superado el número de espectadores. Cuando asumí la dirección del festival hace nueve años tenía 52.000 espectadores. Y en la última edición, en el año 2019, hubo 183.000 espectadores. Se triplicó la asistencia de público. Eso, ¿porqué ha sido?. Porque hemos hecho un buen trabajo y hemos captado lo que el público quería en las programaciones que hemos hecho. Programaciones que, a veces, han sido arriesgadas. Han funcionado y el público ha ido creando más afición de la que había y, sobre todo, una fidelidad. Y eso yo creo que es lo importante.
Mérida, esté yo, o esté otra persona, va a ser muy difícil que abandone la línea que se ha marcado en el último año. Estamos hablando de un festival de unas características muy determinadas, con un espacio que es el teatro más grande de España, y el escenario más grande de España, y eso hay que asumirlo. Las personas que asuman la dirección, en el caso de que yo no esté en próximas ediciones, tiene que pensar que hay que mantener esas líneas, porque si no va a ser muy complicado… Es muy fácil que si no se mantienen esas líneas el público no vaya. Lo he comprobado in situ durante todos estos años.
Uno de los principales productores de nuestro país, director de dos de los más importantes teatros de Madrid… ¿cómo se lleva tener el Teatro Bellas Artes y La Latina cerrados?
Se lleva muy mal, lógicamente. Porque van a estar casi seis meses cerrados. Nunca en la historia de los dos teatros –el Bellas Artes lo dirijo desde hace quince años, y La Latina hace diez—nunca han estado tanto tiempo cerrados. Nunca. Como máximo han estado dos meses cerrados por obras. Es una situación inédita la que hemos vivido, que esperemos que no se vuelva a repetir. Ya hemos aprendido. Uno de los mayores miedos que yo tenía era que el público no aceptara el tema de la mascarilla. En general, la ciudadanía y los espectadores han comprendido que la mascarilla nos va a acompañar hasta que haya una vacuna. Eso es lo importante. Y por eso mismo, aunque hemos estado en una situación muy límite, al final parece ser que esta medida ha funcionado. Nuestra mayor prevención es la mascarilla y el gel.
¿Sobre La Latina pesa aún la hipoteca?
Claro. La Latina firmamos veinte años de hipoteca, y hemos pagado diez. Todavía quedan otros diez. Aquí no se ha parado nada en relación a los pagos. Pero los ingresos si. Además de estar los teatros cerrados, también ha parado la distribución de Pentación. Nosotros hemos tenido que aplazar o suspender más de 250 bolos. Una auténtica barbaridad. Un estropicio bestial para Pentación, que lleva treinta años trabajando, y que nunca había tenido una situación tan adversa y tan complicada en su vida. Bueno, ni nosotros ni ninguna empresa o compañía.
¿Pentación va a recibir algún tipo de ayuda?
Vamos a solicitarlo. Tanto al Ayuntamiento, como al Ministerio, como a la Comunidad. Evidentemente son de concurrencia pública, y cuando las solicitemos, dependiendo de cómo planteemos los proyectos, pues nos darán en base a unos criterios o a otros. Pero evidentemente vamos a pedirlas, claro que sí.
¿Cuándo volveremos a La Latina y al Bellas Artes?
Vamos a volver en el mes de septiembre.