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Jesús Cimarro, director del Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida: «La presencia femenina y sus «heroínas» marcarán la nueva edición del festival»

Muchos son los motivos por los que podríamos entrevistar a su director, Jesús Cimarro. Pero en esta ocasión nos centraremos en la próxima edición del Festival de Mérida. Que no es poco.

 

Jesús, ¿qué tendremos este año en el Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida?

Lo que presenta este año el Festival de Mérida es una gran variedad de espectáculos, con un hilo conductor que son las “Heroínas”, porque se representan títulos que nunca se han representado en Mérida, de mujeres que marcaron la historia en su época. Así, empezamos con un Julio César interpretado por mujeres. Los personajes han sido invertidos. Los personajes masculinos los interpretan mujeres y los femeninos hombres. Es una producción que traemos de Buenos Aires, del Complejo Teatral Argentino, una institución bastante importante en Buenos Aires, y que inaugura el festival.

Le seguirá la producción Safo Fragmento 36, con Christina Rosenvinge, dirigido por Marta Pazos, y con una dramaturgia de Marta Pazos, María Folguera y la propia Christina.

El Misántropo, de Menandro, que tampoco se ha representado nunca en el Festival de Mérida, será la siguiente propuesta que llenará el teatro romano. De este texto se basó el propio Molière para hacer su Misántropo.

Otro de los títulos que nunca se ha representado en Mérida es Minerva. Será el debut en el teatro romano de Assumpta Serna, quien no ha pisado nunca la arena del coliseo emeritense.

Para cerrar el mes de julio la danza se apoderará del teatro. Una semana dedicada a la danza, con Ariadna, del Ballet de Rafaela Carrasco, y De Scheherazade, que viene de la mano de la compañía de María Pagés, en coproducción con el Liceu de Barcelona.

 

¿Se puede decir que es una edición con importante presencia femenina?

Exactamente. Hay una gran presencia femenina, tanto en los distintos espectáculos que hay en la programación del teatro romano como fuera del teatro romano, tanto en el nuevo espacio, del que ahora hablaremos, como en otros más. La presencia femenina es muy importante gracias a las “Heroínas”.

 

El Festival inaugura un nuevo espacio escénico, el Teatro María Luisa, para acoger otro tipo de propuestas…

Sí. Se abre a propuestas de pequeño y mediano formato que no tenían cabida en el teatro romano por sus dimensiones, y por las propias características de los espectáculos que había que hacerlos en espacios cerrados. Algunos también se podían haber hecho en espacios abiertos, pero no de las dimensiones del teatro romano. Yo creo que va a enriquecer mucho la programación del festival este tipo de propuestas, porque además he pensado que si alguien va a Mérida un fin de semana puede ver dos o tres espectáculos, uno en el teatro romano, un pasacalles, y el propio teatro María Luisa del que estamos hablando. Es decir, que en el mismo día puede ver dos espectáculos.

 

Además continúan las extensiones de Medellín, Cáparra, se recupera otra vez Madrid, y además se suma un teatro más en la capital además del Teatro Bellas Artes, que será el Teatro Reina Victoria. ¿Considera positivo que el Festival se pueda ver fuera de Mérida?

Es muy positivo que se pueda ver en otros lugares. La extensión de Madrid se realiza para potenciar el trabajo que hacen las coproducciones que lleva a cabo el festival con las compañías extremeñas, compañías a las que les cuesta mucho más poder llegar a la capital, y que bajo el paraguas del festival consiguen llegar arropados. Además, así se consigue que los puedan ver otros programadores de otros teatros y puedan contratarles.

 

Jesus Cimarro 2021 presentacion Edipo Rey

 

¿Cuántas coproducciones hay en el festival con compañías y empresas extremeñas?

Todas. Hemos hablado de la programación del mes de julio, pero en agosto hay un título que es Miles Gloriosus de Plauto con Carlos Sobera, el musical El aroma de Roma, y cierra La tumba de Antígona, protagonizado por la compañía cacereña Karlik Danza-Teatro. Minerva también es una coproducción con la compañía Samarkanda de Badajoz. De alguna manera lo que intentamos es darle juego a las distintas compañías que hay en las dos provincias de Extremadura, además de la programación Off, que la coordina la compañía TAPTC? Teatro, los pasacalles, la programación oficial infantil, que también es una compañía extremeña, y luego los diferentes talleres que se dan en veinte municipios que lo realizan e imparten veinte compañías extremeñas. Estamos hablando, en estos momentos, contando con las extensiones y demás, de 26 compañías extremeñas trabajando en el festival.

 

¿Qué habrá para el público infantil, el público familiar? Imagino que los pasacalles continúan una edición más.

Los pasacalles siguen, y tenemos más “Héroes y Heroínas” las mañanas de los domingos en la Plaza de España de Mérida, para que el público familiar e infantil pueda disfrutar de las historias de los héroes contada desde la visión de los niños y las niñas.

 

Tiene una productora que gestiona el festival, usted es una persona, yo creo, sensible a la cultura, y este año también ha abierto las puertas del festival al mundo de la danza…

Hemos hablado de María Pagés y de Rafaela Carrasco, pero también en el Teatro María Luisa estará el Ballet de Murcia con una Penélope.

 

 

¿Es importante abrir el festival a otras disciplinas que no sea el teatro textual?

Sí, yo creo que sí. De hecho el festival también hace ópera. No habitualmente, porque las óperas son muy caras, pero también hace ópera. De alguna manera integramos todas las artes. En la programación, si puedes ver, hay cine todos los lunes del festival, en el Pórtico del Foro, otro espacio donde se realizan actividades del festival, y tenemos la programación Off que se hace en el Templo de Diana, en la Puerta de la Asamblea de Extremadura, en la plaza de las Termas… Es decir, hay espacios donde se hacen más actividades. Y luego están las extensiones. También tenemos una colaboración con la ONCE que trae dos espectáculos al festival.

La presencia internacional está representada por Julio César, y la Antígona que trae Chapitó, una compañía que viene de Lisboa, Portugal.

 

Se vuelve a repetir otra vez dentro del festival el fenómeno musical. El año pasado Golfus de Roma triunfó y luego lo hizo en el Teatro La Latina de Madrid. Este año es El aroma de Roma.

Un musical de producción nacional. Es un texto que se ha hecho en base a la historia de gladiadores, de Calígula… Una historia con mucho humor, que va a sorprender en el teatro romano. En cada edición yo tengo muy claro que hay que intentar dar cabida a nuevas dramaturgas y dramaturgos que cuenten una visión, respetando las esencias grecolatinas y grecorromanas, contemporánea de esa época, para atraer a otro tipo de públicos.

 

Me comentaba al inicio de la entrevista que la inauguración del festival correrá a cargo de una compañía argentina, de ámbito internacional, además de la compañía Chapitó de Portugal. ¿Volvemos nuevamente a recuperar la invitación a las compañías internacionales después de la pandemia?

Yo creo que sí, ese es mi objetivo, que haya más compañías extranjeras dentro del festival. Lo que ocurre es que no hay tantos espectáculos en el mercado de temática grecolatina o grecorromana que se puedan traer. Cuando surge la oportunidad de que hay otros espectáculos rápidamente cojo el guante y los traigo. Además, Julio César se va a estrenar ahora, el día 30 de abril, y Antígona de Chapitó se estrenará en julio. Son prácticamente estrenos internacionales lo que viene al festival.

Pero también estoy muy contento por traer a Els Joglars por primera vez al festival. Se celebra el sesenta aniversario de la compañía con el título Que salga Aristófanes, una compañía que nunca ha trabajado en el Festival de Mérida, por ejemplo.

 

Conferencias, cursos, talleres, es lo que completa la programación de un festival tan importante como el de Mérida. ¿Por qué hay que impulsar este tipo de actividades alrededor del festival?

Le dan una dimensión que no sólo es la de ver un espectáculo. Hay una parte importante, por ejemplo con las exposiciones, de ver la cultura grecolatina y grecorromana. En cada una de las ediciones hemos tratado de potenciar una parte de la historia a través de las exposiciones. O de la historia propia del festival a través de sus fotografías. De alguna manera eso enriquece, además de dar la oportunidad de ver un edificio como el Museo de Arte Romano de Mérida.

Las conferencias nos cuentan, a través de personajes académicos, como pueden ser catedráticos, la parte teórica de las obras. Hay público aficionado que acude a escuchar.

Y finalmente están los talleres. Para el público aficionado que quiera participar en un taller sobre la tragedia, sobre la comedia, sobre las máscaras griegas, tiene la posibilidad, porque acercan al público el mundo del teatro, en definitiva los acercan al mundo de la cultura.

 

Hay una actividad muy interesante que realiza el festival y en la que me quisiera detener. Es el Campo de Voluntariado. ¿A quién va dirigido y qué nos cuenta?

Va dirigido a jóvenes de 18 a 25 años. Este año se ha vuelto a abrir al ámbito internacional. Viene gente aficionada, o que tiene ganas de experimentar una aventura, una formación, incluso, donde en un período de 15 días varios monitores hacen trabajos teatrales, de teoría teatral, de práctica teatral. El final de ese voluntariado es participar como Coro en uno de los espectáculos que se desarrolla en el Templo de Diana. Esa parte educativa y de formación es muy importante. Los que tienen la oportunidad, que suelen ser unos 15 ó 20 chicos y chicas, disfrutan de quince días conociendo otras culturas, otras gentes, y de estar dentro de una actividad del Festival de Mérida.

 

 

 

Jesús, ¿volvemos a los aforos completos?

Volvemos a los aforos completos. Y estamos pendientes de saber, a día de hoy, si iremos con o sin mascarilla. Aunque esto puede cambiar en cuestión de días.

 

¿Cómo será este año la parte más contemporánea de Mérida, el Off?

Es un trabajo que hace la compañía TAPTC? Teatro y que de alguna manera se preparan los espectáculos con talleres. Otro de los espacios es el Parador de Mérida, y también el festival va por los barrios de Mérida. Una actividad que se hace en conjunto con el Ayuntamiento de Mérida. Este año habrá una Metamorfosis, una Medea, una Casina de Plauto, un Golfus… y en la Plaza de las Termas habrá lo que se ha denominado Las “Termasforias”. De alguna manera esto está hecho por la escuela de teatro de TAPTC? Teatro, y lo desarrollan los alumnos, grupos de aficionados… Es una manera de implicar a la ciudad con el festival. Es una parte muy importante de dinamizar la ciudad con el trabajo que desarrollamos en Agusto en Mérida.

 

Más de diez ediciones dirigiendo y produciendo el Festival de Mérida. Ha puesto cada vez el listón más alto. ¿Es superable?

Bueno, yo me conformo con mantenerlo (risas). Me conformo con mantener. Hemos vivido todo tipo de situaciones y sólo me conformo con mantenerlo. Es decir, que el público disfrute, que la gente participe, que la ciudad se vuelque. Estoy muy contento con que Extremadura ya considere el festival como suyo, porque están las extensiones de Cáparra, Medellín, Regina… De alguna manera Extremadura en verano es el Festival de Mérida. Hay muchas más actividades, evidentemente, pero es un sello claro de cultura.

 

Cada vez que presenta la programación, los periodistas nos preguntamos, ¿qué hará este hombre este año para darle un giro de tuerca más al festival? Jesús, ¿qué queda por hacer?

Esa es la cuestión. Tengo un muy buen amigo productor que me pregunta: “Cuando te sientas delante de un papel blanco y planteas la programación, ¿qué haces para lanzar nuevos títulos que nunca se han hecho? Porque hay que pensarlo”.  Y es verdad, hay que pensarlo mucho. Uno de los éxitos de estas pasadas ediciones creo que ha sido plantear títulos que nunca se han hecho en el festival. Que sean atractivos, tanto con actores relevantes como con actores no tan conocidos, jóvenes y adultos, es decir, mezclas. De alguna manera he intentado mezclar para que de ahí salga un buen condimento, un buen guiso, y la gente pueda disfrutarlo. Porque en definitiva, lo que uno se plantea, es que este es un festival de verano, y si la gente disfruta con una tragedia, con una comedia, y se lleva algo a casa en la cabeza y en el corazón, pues yo creo que hemos conseguido el objetivo.

 

Finalizar con dos preguntas. ¿Cuándo comienza Jesús Cimarro a plantear la nueva edición del Festival de Mérida, y qué espera de esta edición?

Yo ya estoy planteando la próxima edición. Ya estoy pensando en títulos que puede haber en la próxima edición. A veces muchos de los títulos que piensas no se pueden hacer, porque se caen, repartos, equipos, es decir, que intento tener un abanico amplio para luego poder hacer una selección. No siempre sale lo que uno quiere. Se plantean muchas opciones, y después hay que hacerlas viables. No siempre son viables. No siempre salen viables las opciones.

Y en cuanto a la segunda pregunta, lo que espero de esta edición es lo que te he dicho antes, pues mantener un poco el nivel que hemos tenido en las últimas ediciones, y de alguna manera recuperar la normalidad, que en las dos últimas ediciones del año 20 y 21 pues no han sido “normales”.

 

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