El equipo artístico con el que ha contado Echanove para esta producción de Pan y Toros es el habitual que trabaja con él desde hace años
Después de 21 años sin representarse en el Teatro de la Zarzuela (desde 2001), ha vuelto uno de los títulos más queridos y celebrados por los amantes de la Zarzuela: ‘Pan y toros’.
Estrenada en este mismo escenario el 22 de diciembre de 1864, es quizá de las más importantes aportaciones de Francisco Asenjo Barbieri al género y una de las obras cumbre de la zarzuela grande. La obra nos traslada al Madrid goyesco de finales del XVIII, entre conspiraciones y enfrentamientos de las dos Españas representadas en liberales y reformistas.
Con este monumento de nuestro patrimonio queremos celebrar con el público los 200 años del nacimiento del maestro Barbieri, a quien esta casa debe tanto por ser el principal impulsor de este teatro y del género.
En el terreno más personal, nuestro protagonista reconoce que las seis de la mañana es la mejor hora del día para él. De pequeño quería ser abogado. El juguete de la infancia que recuerda con más cariño es el Exin Castillos. La primera oportunidad profesional se la dio un profesor de literatura, Julián Alonso Caridad. Aunque profesional, rectifica, fue Antonio Medina. En su vida se ha disfrazado y reconoce que no lo hará gratis. Cuando se encuentra solo delante de un espejo, se habla. El rasgo físico del que se siente más orgulloso es de sus piernas. El momento que recuerda en el que ha pasado más vergüenza es en una función, haciendo El Quijote, notó que se le caía el pantalón y la faja que llevaba de Sancho Panza; para colmo, se acordó de que aquél día se había puesto unos calzoncillos, boxer, de color rojo, con lunares inmensos de color blanco… Cuando iba andando detrás de Flotats se le caía el pantalón. Lo sujetó como pudo, pero pensó que si aquello se veía tendría que dejar de ser actor. Todo eso pasó por su cabeza en cuestión de segundos, en el Teatro María Guerrero. Su canción favorita es You’ve Got a Friend de James Taylor. Echanove tiene miedo a la muerte. Por salvar a alguien sería capaz de mentir. Cada vez menos pierde los nervios, y al otro sexo le envidia que sabe pisar mejor el balón que el suyo. El hecho de la historia de la humanidad que le produce mayor admiración es la revolución francesa, y el que le produce mayor rechazo es la invasión de Ucrania. A veces utiliza los refranes. Ojos que no ven, corazón que no siente. El hecho tecnológico que más le cuesta comprender es la televisión. Todavía le cuesta entender cómo puede él salir de un enchufe. El infierno particular de Juan Echanove es la soledad. Le hubiera encantado ser el protagonista de Corazones intrépidos. Le gustaría pasar una noche con su señora, pero si ella no pudiera, por cualquier motivo, la pasaría con…