David, ¿qué es Eco y Narciso?
Eco y Narciso es una comedia mitológica de Calderón de la Barca. Se ha representado muy poco y es muy desconocida. Digamos que es como una segunda parte de La vida es sueño. Plantea conflictos fuera de la honra, de los códigos morales, como puede ser La vida es sueño, pero aprovecha Calderón en una obra mitológica para poder estar hablando de nosotros mismos, de la esencias de las personas, y de nuestra relación con los compañeros en sociedad. Es una obra que habla de un amor imposible, como es el amor inalcanzable de Eco y Narciso que está siendo truncado por la Arcadia, que supuestamente es muy feliz pero tiene sus dobleces.
Lara, ¿cómo es la psicología de Eco?
Tiene un giro importante. Porque la psicología inicial tiene mucho que ver con un estar en un lugar socialmente, una forma de relacionarse, una forma de mostrarse. Tiene un punto de anfitriona, como de Ninfa de alta clase. Pero su psicología tiene un giro cuando de pronto conecta con un sentimiento puro, que la llena, que es encontrar a Narciso y enamorarse profundamente de un ser puro que está un poco fuera de esa realidad, de los roles de las apariencias. Ahí, de pronto, cambia. Es como si descubriera una realidad de sí misma que ella misma no conocía hasta ese momento y todo se vuelca en perseguir ese amor, en agarrar esa cosa tan bonita y tan auténtica.
Manuel, ¿cómo es Narciso?
Narciso vive con Liríope y vive oculto en una cueva, porque los hados han dicho que corre peligro por una voz y una hermosura. Su conocimiento del mundo es por las enseñanzas de su madre únicamente. No ha visto nada. Pero la obra comienza, precisamente, con él ya descubriendo y viendo que hay animales que se van de los nidos, que hay gente que tiene libertar, y se plantea que porqué él no.
Ahí es donde está el paralelismo con La vida es sueño. Un ser que ansía la libertad. Esas ansias de libertad, cuando la consigue y llega a esta Arcadia, no de mentira, pero un poco falsa porque es todo apariencia, que realmente dentro está vacía, no hay nada, es lo que le hace descontrolarse y dispararlo a su fatal destino.
Ana, ¿la madre cómo es?, porque la pintan…
La madre… pobrecita mía. Liríope es un personaje emocionalmente… inestable. Digamos que ella pertenecía a esa Arcadia «perfecta», donde las ninfas conviven y son «súper guays», y todo es perfecto y maravilloso. Pero en un momento dado es expulsada de la Arcadia, porque es una mujer violada, en fin… pasan una serie de cosas que no quiero desvelar. Además conoce a Tiresias que es una especie de oráculo, adivino, que es el que le dice que va a tener un hijo, que le van a pasar esta serie de cosas. Hay un vaticinio y vive condenada y con miedo a que se cumpla ese hado. Eso provoca que aísle a Narciso de cualquier contacto con ser humano. De ahí el devenir de las cosas.
Estamos hablando de un matriarcado, cuando en el siglo de oro lo normal son los patriarcados
David: Si, hace que sea única. Ahonda en el personaje de Liríope, la madre, con ganas, como a lo mejor no ha podido ahondar con Rosaura en La vida es sueño. La despoja de los hombres. Todos los hombres se han portado mal con Liríope. Parece que Calderón se explaya bien. Hace una cosa muy curiosa. Te puedes encontrar en El Alcalde de Zalamea, Fuenteovejuna, que hay violación, que ese código de honra se rompe brutalmente. Pero en este parte desde, todo lo posterior, todo lo que ha provocado esta violación. No a un nivel de código social, pero sí a un nivel interno. Como bien dice Ana, hace que sea una mujer muy inestable.
Estamos hablando de una obra maravillosa, escrita en verso por Calderón de la Barca. Lo que es maravilloso que este señor, en su día, dijo vamos a expresar todo esto y encima con el canal de la poesía.
Ana: Además no es que lo cuente, no es que hable de ello. Es que le da voz a este personaje. Le da voz para que hable, no de un hecho, pero sí de sus sentimientos. De lo que ella es, o de lo que ella ha llegado a ser a causa de eso.
¿Qué otros personajes se dan cita en Eco y Narciso?
David: También aparecen Febo y Silvio, que son dos pretendientes de Eco en la Arcadia. Febo, interpretado por Héctor Carballo, que está aquí con nosotros. También está Sirene, que es otra ninfa, hermana de Liríope, que es la parte que se ha quedado en la Arcadia, que se ha quedado con ese rol, interpretado por María Besant. También está Bato, una especie de criado sin amo que lo interpreta Jorge Kent, y Silvio, interpretado por Jaime Soler Huete. También nos acompaña Alba Fresno que es una viola da gamba que interpreta la música compuesta por Irma Catalina.
Irma, ¿qué nos puedes comentar sobre la música en Eco y su composición?
Calderón en esta obra nos presenta una semilla de la pre-zarzuela. Es una búsqueda de encontrar nuevas vías para canalizar lo que es la palabra y la música. Y luego buscar la obra de arte total, que conjuga lo que es música, artes visuales y palabra. Para llegar a contar toda esta carga emocional que tiene la historia de Eco y Narciso se apoya mucho en lo que es la música.
David: La verdad es que musicalmente nos encontramos con muchas cosas. Analizando con Pilar Valenciano, nuestra asesora de verso, nos encontramos estructuras que no son nada convencionales dentro de lo que es la escritura del siglo de oro. Por ejemplo, en un monólogo de Eco nos encontramos un romance en heptasílabos. Después de jugar con las comas, ver cómo respiraba Calderón, nos llegó por casualidades de la vida, gracias a Manuel y a Irma, una partitura de lo que supuestamente podría ser, y encontramos cómo alargaban con la sensación de octosílabos que estaba escrita por la comas, precisamente. Musicalmente no sabemos cómo este señor lo haría, pero el texto es una verdadera partitura. Es un sudoku en verso apasionante.
Irma: Hay bastantes compositores que han hecho música para Eco y Narciso. Siempre había trabajado con Juan de Hidalgo, que era su compositor de cámara. Después, varios compositores, entre los cuales me incluyo, han hecho música para Eco y Narciso exprofeso. Muy interesante porque en cada época ha habido una búsqueda musical por darle sonido y notas al montaje. Para mí era un reto y una ilusión.
¿Cómo ha sido el proceso actoral? ¿Cómo os habéis enfrentado al verso?
Manuel: Cuando se te presenta Calderón encima de la mesa, tragas saliva y mucha. Porque dices tela lo que hay aquí. Pero se ha creado un ambiente de trabajo que ha sido duro, duro porque ha habido que trabajar mucho, pero desde el primer momento que llegamos a la sala nos dijeron «Esto es una familia». Entonces este ambiente familiar ha propiciado estar muy distendidos, y aunque haya que trabajar muy duro ha sido muy gratificante. Sobre todo por poder ir desgranando y ver que vas consiguiendo los objetivos. Muy gratificante.
¿Cómo es el montaje?
David: Estamos girando en todo momento en realidad aumentada. Queremos provocar este efecto que en un principio en diseño nos imaginábamos. Que la Arcadia es un reflejo de lo que ven sus habitantes, una Arcadia perfecta, bucólica, tocada por los dioses. Lo que se va a encontrar el público es un espacio muerto, un espacio en otoño, que cuando aparecen los componentes de la Arcadia surge la primavera. Más por esa falsedad, que porque sea primavera en sí. Todo esto se conjuga con proyecciones, con un espacio envolvente de sonido para poder crear un proceso de inmersión de lo que viviría Narciso al escuchar las voces de la Arcadia. Nos hemos apoyado mucho en la coreografía de Manuela Barrero que es una coreógrafa impresionante por descubrir. Nos ha ayudado mucho para ver que la poesía no es solamente palabra sino que también es movimiento.
Nos hemos dejado llevar por lo que la productora Miseria y Hambre nos ha marcado con sus colaboradores, con los que lleva mucho tiempo trabajando. El foco ha estado puesto en una sólo idea. Lo vital ha sido la incorporación del elenco al montaje, que es un elenco más que acostumbrado a la profesión, al verso, grandes profesionales con una trayectoria bastante amplia. El proceso de puesta en escena se ha modificado con ellos.
¿Cómo habéis vivido el Festival?
Lara: Es una maravilla, uno llega y se siente como en casa. Hay cosas ricas en cada rincón.
¿Qué esperáis que el público diga cuando salga de la sala después del estreno absoluto?
David: Que pasen una hora y media agradable, y se hagan un par de preguntas, básicamente. Pero que disfruten. Que la base del teatro, como decía Bertolt Brecht, aparte de entretener y reír, es pensar un poquito. Y básicamente eso. Que dediquen una hora y media a hacerse las mismas preguntas que nos hemos hecho nosotros y que disfruten.
¿Qué trayectoria profesional tenéis cada uno de vosotros?
Héctor: Pues la que nos dejan (risas). Yo gracias a los hados hace doce años que me dedico a esto. Y a veces muy a gusto en condiciones y papeles y trabajos, y otras veces pues sobreviviendo también muy a gusto. Desde la Compañía Nacional de Teatro Clásico, a montar focos con una compañía en unos medievales en Toledo…
Ana: Yo he estado muchos años trabajando con una compañía castellano manchega, decana, llamada Fuegos Fatuos. A Almagro hemos traído muchos espectáculos, también estrenos absolutos. Ese período terminó, y un poco como todos, sobreviviendo pues a lo que nos llaman, a lo que hacemos como mejor sabemos. Sobreviviendo un poco.
Manuel: Me fui a Madrid a estudiar. Al acabar conseguí entrar en la joven compañía nacional. Ahí fue mi primer contacto real con el verso. También un poco aquí, un poco allá, dejándote llevar por la marea.
¿Cómo veis la situación de los actores en nuestro país?
Ana: Opinamos al respecto muchas cosas. Pero mal que bien, los que estamos aquí nos podemos sentir afortunados en ese sentido. Vivir de esto, lo que se dice vivir, es muy relativo. Otra cosa es vivir bien. Vivir tranquilo, vivir cómodo, vivir… pero claro que vivimos. Que nos gustaría vivir mejor, que nos tratasen mejor, que nos consideraran mejor, por supuesto. Yo creo que ahí hay una lacra. Esta profesión es una manera de vivir. Yo me considero afortunada porque siempre me ha ido bien. A lo mejor no es real lo que estoy diciendo. Pero yo me he mantenido. A costa de muchos esfuerzos.
María: De apostar, porque a veces hay muchos trabajos que no te aportan lo que tú quisieras, económicamente, pero tienes que apostar por ese montaje, por estar ahí, porque puede ser un puente para otra cosa también. Es verdad que eso es un círculo vicioso que a veces te mete en un pozo y es muy difícil salir. Pero también es parte de la lucha. Apostar por lo que crees.
Héctor: Es un tema peliagudo porque dices vivir bien. A nivel laboral. La compensación que tenemos en nuestra profesión es otra que cualquier persona de a pie no tiene. Si nos referimos a la estabilidad, entonces malvivimos todos. Pero incluso al que le va bien tiene inestabilidad.
María: Ah, es que yo te digo una cosa, yo la estabilidad tampoco me interesa en el arte. A nivel artístico la estabilidad no importa.
David: Desde el campo de la producción hay que decir bastantes cosas bastante duras. Si es verdad que no hay una estabilidad económica a nivel artístico. Pero también es verdad que no está habiendo una coherencia y un afán de trabajar por la dignidad del trabajo desde las mismas empresas teatrales. Podemos estar hablando de que el teatro esté o no subvencionado, pero hay una comodidad empresarial en este oficio que se está acostumbrando a que haya multiprogramación en teatros, a que los actores no coticen por ensayos, a que los actores tengan una Unión de Actores que firman un convenio y la misma Unión de actores cuando los llamas te dice que no lo cumple nadie.
Desde el empresario teatral habría que renovar mucho. A los primeros que habría que darles mucha caña es a grandes corporaciones empresariales que hay en este país precisamente luchando para bajar las condiciones tanto de equipos técnicos como de equipos artísticos. Y eso es un poco putada. Un poco putada, en nuestro caso, querer ser una productora privada en la que queramos seguir viviendo con dignidad, fieles a nuestros principios, y encontrarnos que la inmensa mayo9ría te llama «tonto» porque no intentas burlar a los trabajadores lo que ellos mismos se merecen. Tanto por lo público habría que darle mucha caña a esta profesión pero lo privado habría que darle un repaso bastante importante.
Héctor: Para hacer un poco de autocrítica, hablando del repaso que le tenemos que dar a cada uno, creo, personalmente, que no hay profesión. Yo he ido a multitud de reuniones de actores y unión de actores y no hay profesión. Cada uno barre su casa, y eso es así. No podemos ir a ningún lado cuando cada uno va a contar sus problemas, sus miserias, y no hay unión.
Y después del Festival, ¿qué pasará con Eco y Narciso?
El martes vamos al Festival de Olmedo, después al Festival de Alcántara en Cáceres, y hoy empieza el proceso de abrirse a venta. A partir de ahora empieza el trabajo de distribución. La carta de presentación no puede ser mejor que haber coproducido con el Festival de Almagro gracias a la confianza de Natalia Menéndez. Ya hay fechas planteadas en el Teatro Rojas de Toledo y se escuchan un par de plazas que están reservando. Como empresa hemos planteado un par de años de gira para poder «hundirnos en la miseria» (risas).