Al teatro va mucho solo. También, a veces, con su mujer. Aunque es difícil coincidir por los niños. También va con amigos. Tanto al cine como al teatro le encanta ir solo. Aunque siempre se encuentra con compañeros. “Ramón Merlo es un gran amigo mío con el que hice Esperando a Fofó y es un gran actor, además de ser un gran clown. Con él también coincido”. Con Ignacio Llorente, el padrino de sus hijos, también “viaja” mucho con él en la butaca, porque después comparten muchas cosas juntos, cada uno con su propio “viaje”. De las propuestas teatrales no sólo le gusta los actores. Casi siempre está pendiente de las iluminación, la escenografía, la música, todos aquellos detalles que hacen de una producción una gran producción.
Su mejor hora del día son las once de la noche. Los niños ya están acostados y tiene tiempo para él solo. En ese momento puede ver cine. Tenía muy claro de pequeño que quería ser actor. El juguete de pequeño que recuerda con más cariño es un barco que le trajo su padre. La primera oportunidad se la dio Pachi Armas en Argentina, un gran actor y director. En una fiesta de carnaval se disfrazaría de Joker. El maniático psicótico de la película le fascinó, le pareció maravilloso, y está muy presente ahora mismo en su cabeza. Cuando se encuentra solo delante de un espejo suele hablar. Se dice muchas cosas. Es muy maniático con el pelo, y además ahora le está creciendo mal, de un lado más corto, de otro más largo. Por ahora se lo dejará… El rasgo físico del que se siente más orgulloso es de los hombros. Y de su mirada. Ya le han convencido de que con la mirada transmite mucho. No sabría contestar en qué momento de su vida ha sentido más vergüenza. En ese sentido es precavido y observador. Le daría mucha vergüenza pensar que han notado que toca cosas que no le pertenecen. Aunque hoy por hoy la vergüenza no está muy presente en su vida.
Tiene miedo a la muerte. No tiene ganas ni de pensar en ella. Le gusta mucho todo lo que le está pasando y la vida que tiene en este momento. Tiene mucho miedo a que le pase algo a sus hijos. Preferiría antes que le pasara a él y no enterarse. También tiene miedo que invadan su casa, su política familiar, su espacio más privado. Esto le sucedió hace bastantes años y no lo quiere ni recordar ni deseárselo a nadie.
Luis Mottola es un todo terreno que lo mismo se enfrenta al público en directo en el teatro, que a las cámaras de cine y televisión. Si quieres conocer más información sobre la trayectoria profesional de Luis no dejes de visitar su página actualizada de Wikipedia.