¿Qué es EscenAsturias?
EscenAsturias, como asociación, es bastante joven. Bajo esa denominación tiene tres años de vida. Es el resultado de una fusión de dos asociaciones en las que estaba dividido el sector desde los años noventa. En Asturias el asociacionismo profesional estaba instalado desde los 90. Al final, ha derivado en esa demandada asociación que desde el sector se estaba pidiendo. En la actualidad la conforman treinta compañías profesionales.
Debido a la importancia que han cobrado las asociaciones en este momento complicado que vivimos, EscenAsturias está actuando de interlocutor con las administraciones públicas, intentando mantener al sector unido, y defendiendo los intereses del mismo. En nuestra región está siendo fundamental la labor de nuestra asociación.
¿Qué tipos de compañías conforman EscenAsturias?
En Asturias lo mayoritario, como sucede a nivel estatal, son las compañías de teatro, divididas en distintas tipologías de montajes o estéticas. Compañías de danza hay cuatro, y dos compañías especializadas en magia teatral. Dentro del ámbito teatral hay algunas compañías de títeres y teatro de objetos.
A veces sorprende que una comunidad que no llega al millón de habitantes, aunque lo rondamos, haya esa gran cantidad de compañías. En el circuito de artes escénicas se han presentado hasta 60 formaciones. Esas formaciones corresponden, a veces, a profesionales que están en intermitencia. No desarrollan una labor más o menos estable durante todo el año, que es la característica que generaliza a las compañías que componen EscenAsturias. La gran cantidad de compañías hay veces que hace pensar a los que nos ven desde fuera que las cosas en Asturias están muy bien. Y no saben que es justo lo contrario. El hecho de que haya tantas compañías es un indicio de la precariedad en la que nos encontramos. Si analizamos la tipología de montajes que tenemos en las compañías hay muy pocos que superen los cinco intérpretes. Son todos montajes muy pequeñitos, donde, en realidad, no hay una inversión que pueda mantener elencos muy amplios. Esos dos actores que tú no puedes contratar para realizar un determinado montaje lo que hacen es montar su propia compañía, su estructura, para hacer espectáculos de dos o tres actores, bailarines, etc. Al final nos encontramos con un mercado muy saturado y con montajes muy pequeños.
¿Hay algún estudio hecho, o alguna radiografía, de las compañías profesionales y amateur existentes en Asturias?
De forma oficial y que nos conste no existe tal estudio. Sí que hay herramientas de donde poder obtener la información para hacer un estudio bastante fiable. Hay un anuario que confecciona una persona vinculada a la investigación y el periodismo, Boni Ortiz, donde se recoge bastante información al respecto. La publicación se suele presentar coincidiendo con el Festival Feten, que este año se ha movido a mayo. Este anuario podría hacer esta radiografía por la que me preguntas. En dicha publicación se recogen todas las producciones hechas en Asturias durante un tiempo determinado, las iniciativas de formación, los estrenos de las compañías… tanto profesionales como amateur. Esta herramienta es lo más parecido a lo que me preguntas. Un informe oficial o un estudio oficial al respecto, pues no lo hay.
Cuando se convocan ayudas a la producción suelen aparecer multitud de compañías de reciente creación. ¿Es el caso de Asturias?
Es algo generalizado. Se acaba de convocar el primer semestre del circuito de artes escénicas en Asturias. En principio el anterior equipo de gobierno había desmantelado esto para convertirlo en subvenciones por la ley de contratos públicos, y todo este jaleo que hubo. Con la pandemia todo se paralizó y ahora lo estamos retomando y poniendo en marcha de nuevo a través de una mesa del sector que se ha formado con todos los agentes convocados por la Consejería de Cultura. En EscenAsturias somos 30 compañías, pero cuando se ha abierto el circuito se han presentado unas 67 compañías ofertando unos 230 espectáculos y producciones. Esto corresponde un poco con lo que me dices. Aunque son profesionales, quizás su actividad principal no sea la de producir espectáculos. Se dedican a otras cosas y cuando surge la posibilidad de entrar en un circuito, o concurrir en una línea de ayudas, se suben al carro, o por lo menos se apuntan al carro. Es un hecho generalizado, y Asturias no iba a ser menos.
¿Qué demanda Escenoasturias? ¿Qué necesita para seguir creciendo?
Nuestra asociación lo que demanda es una mayor inversión presupuestaria. Estamos a la cola, de la cola, de la cola. Para que te hagas una idea, y ahí sí que tenemos una radiografía bastante fiable hecha, la inversión por habitante en Asturias en los últimos dos años no ha llegado a 30 céntimos por habitante al año. La inversión total en artes escénicas, cuando hablamos de programas de residencias, cuando hablamos de subvenciones tanto para producción como para gira, y hablamos de inversión en el circuito autonómico de artes escénicas… es de 80.000,00 euros como gran inversión este año, porque la de años anteriores estaba fijada en 65.000,00 euros. Antes de la crisis de 2008 logramos estar en 130.000,00 euros. En ayudas a giras nacionales estamos hablando de subvenciones de 1.500,00 euros, para una gira nacional… Tenemos una inversión casi de los años setenta. El principal problema es este.
Sin embargo, no hay tanto problema con la voluntad. El actual equipo de gobierno tiene voluntad política. Hay un diálogo continuo y abierto. Hay voluntad de modificar normativas, estructurar de forma adecuada los recursos que hay, pero si eso no se acompaña con una inversión acorde, a la medida, no llegamos de ninguna de manera.
¿Cuál es la posición del gobierno del Principado de Asturias para con las artes escénicas?
De colaboración total. Este equipo de gobierno también ha tenido muy claro desde el principio esa clara separación entre lo profesional y lo amateur. Al final el sector profesional no deja de ser empresas, y son los que tienen que ser ayudados para que, a su vez, sean sostén del sistema. En esa mesa sectorial que se ha puesto en marcha, esa mesa de las artes escénicas, desde la propia consejería, donde la titular es la consejera, y el interlocutor el director general de cultura, estamos todos los que se entiende que formamos parte del sector, desde las compañías, a los programadores, distribuidores, técnicos, hasta, incluso, la prensa. Sin embargo, en esa mesa no están las compañías de teatro amateur, aficionado. Eso ya es una declaración de intenciones importante, y que veníamos demandando desde hace mucho tiempo.
El Principado de Asturias, ¿tiene su propio negociado de artes escénicas en el gobierno regional?
No. Es una de las demandas. El año pasado dedicamos el confinamiento de primavera a generar un documento que llevábamos tiempo demandando a las instituciones públicas y que no acababan de realizar. Era un plan estratégico para las artes escénicas. Considerábamos que estaba todo por hacer. Dentro de ese plan estratégico una de las cosas que solicitábamos era un centro, una agencia, como existe en otras comunidades autónomas, que fuese un organismo dependiente de lo público, pero independiente en cuanto a la gestión completa del abanico de artes escénicas (subvenciones, circuitos, programas…). Ahora mismo está encima de la mesa del Principado. Lo que sí se ha hecho es derivar la gestión del circuito y otros programas como las residencias, a la Sociedad Pública de Gestión, sociedad pública que gestiona todo el espacio cultural de Laboral Ciudad de la Cultura en Gijón, y en ese marco se ha generado un centro de recursos escénicos que se encarga de residencias, programación, gestión de espacios… Nuestra demanda es que se reconvierta y tome mayores responsabilidades este centro para convertirse en esta agencia. Pero como tal, un organismo independiente y exclusivo para artes escénicas no existe. Podríamos decir que está en marcha, en proceso, o tratando de perfilar.
Miguel, como empresario, ¿qué prefiere, más bolos o más ayudas?
Personalmente yo te diría que lo que quiero es trabajar más. En este sector hay veces que se nos acusa de querer vivir de las ayudas. Creo que la opinión mayoritaria sería que lo que queremos es trabajar. Si trabajo puedo recuperar la inversión que hago en mis producciones y puedo pagar a mis trabajadores. La maquinaria funciona. En mi casa salgo muy caro para el estado que me tiene que sostener. Trabajando puedo pagar unos impuestos y no voy a ser tan dependiente de ningún tipo de ayuda. Pero ayuda de ningún tipo. Ni extraordinaria con esta paralización pandémica, ni en condiciones normales cuando hay que hacer una producción.
Estamos dentro de una brutal incertidumbre a la hora de exhibir las producciones. ¿Cómo lo han pasado las compañías asturianas y cuál es su futuro más inmediato?
La palabra del año es “incertidumbre”. Ahí estamos navegando. Lo que se está programando ahora es lo que se había cancelado de los meses anteriores. En realidad no se está generando nueva programación. Eso, lógicamente, es un lastre que está arrastrando al sector y que tiene mala solución. A su vez se están generando nuevas producciones, porque mucha gente, al no tener funciones se ha dedicado a llevar a cabo nuevas producciones. Esto se traduce en que llegará un momento en el que nos encontraremos con una inflación sorprendente. Muchas producciones nuevas, muchos espectáculos y funciones pendientes, y lo que va a ocurrir es que nos encontraremos un panorama con mucho material nuevo que prácticamente no se va a exhibir. Caducará antes de que se pueda llevar a cabo.
¿Hay compañías en Asturias que han tenido que cesar su actividad a consecuencia de la pandemia?
En nuestro sector el hecho de cesar la actividad no es como, por ejemplo, una zapatería, que baja la persiana, y un día está abierto y otro día está cerrado. Es un proceso mucho más incierto. Cuando una compañía cierra es mucho más difícil decir en qué momento cesa su actividad. Suele ser un proceso largo y penoso, donde poco a poco vas mermando tu actividad hasta que un día te planteas que no aguantas más y que lo dejas.
Sí que hay compañeros y compañeras que comentan que si esto sigue así no podrán o no quieren seguir. Pero de forma oficial la verdad es que no se ha dado el caso.
¿Cree que se exporta la actividad artística fuera de la región?
Es un hándicap. Siendo como somos tantas compañías en Asturias hay muy pocas que giremos fuera. Se suele girar por circuitos nacionales, y a veces internacionales, pero por pura necesidad. Las compañías que se han buscado salir fuera de Asturias es porque no se programaban dentro. En un lugar donde hay tan poca inversión… al perro flaco todo son pulgas. La supervivencia precisamente es buscar el mercado fuera. A raíz de haber más compañías y la inversión ser la misma o menos cada vez, eso ha forzado que las compañías busquen circuitos fuera, pero no es el caso de la mayoría como cabría esperar en una situación así.
¿Cuál es el nivel artístico de las compañías del Principado de Asturias? ¿Qué tienen de especial sus producciones?
Como hablábamos al comienzo de la entrevista, lo que tenemos en Asturias es un abanico muy amplio y muy extenso de producciones. Es lo más destacable y lo más bonito, en el fondo. Cómo en un territorio geográfico relativamente pequeño, con una población bastante reducida, hay una diversidad creativa tan enorme. Con muchas inquietudes diferentes, y aunque cabría esperar que en un sitio tan pequeño fuese todo como muy endogámico y todo el mundo acaba haciendo prácticamente lo mismo, pues no se da esta circunstancia. Sí que se pueden observar identidades artísticas, vamos a decir, muy diferentes y muy diferenciadas. Como ejemplo, el lenguaje corporal de las compañías de danza que están en EscenAsturias. De las cuatro compañías profesionales que hay no tiene nada que ver el trabajo de uno con los de otro. Son planteamientos completamente diferentes. Distintos puntos de vista. Eso es lo más destacable y lo más bonito. Que cada compañía tiene su dramaturgia, su poética. Es como un micro universo escénico en un espacio muy reducido.