Hablar de Rafael Álvarez 'El Brujo' es también hablar de la historia reciente de nuestro teatro. Hablar de un ser excepcional, de otro planeta, que es capaz de mantener en vilo al público con su sola presencia. Nada más aparecer en escena el público lo ovaciona, y eso sólo le ocurre a las grandes estrellas del teatro de nuestro país. El público se ríe con él, se emociona, escuchan con atención cómo dice el verso. Nadie como él domina la voz, el ritmo, las tablas... Y es que dice que si estás muy atento al público, él te enseña por dónde debes o no ir. Son muchos años de entrenamiento, y creo, que, en algún momento, llegará a doctorarse en este "jodido" arte de la interpretación. ...