Masescena - Pablo Gómez-Pando: “Don Juan de Córdoba, un mito caído por los suelos”

AÑO VII  Número 345

29 MARZO 2024
VALOR, AGRAVIO Y MUJER SE REPRESENTA EN EL TEATRO DE LA COMEDIA DE MADRID HASTA EL 4 DE JUNIO DE 2023

Pablo Gómez-Pando: “Don Juan de Córdoba, un mito caído por los suelos”

El actor sevillano Pablo Gómez-Pando aterrizó el pasado 13 de abril de este año en la sala grande del Teatro de la Comedia de Madrid, protagonizando un reparto dirigido por Beatriz Argüello, en la producción de la Compañía Nacional de Teatro Clásico Valor, Agravio y Mujer, de la dramaturga también andaluza Ana Caro de Mallén.

Un actor que encarna la figura de Don Juan de Córdoba visto por una mujer. Como él mismo lo define, es un Don Juan joven e inexperto, y aplaude la visión femenina de la autora y la directora de escena que conducen a este mito hacia otros derroteros. Pero no nos llevemos a engaños. Al final detrás de personas que pueden ser encantadoras a veces se ocultan monstruos. Nadie mejor como Gómez-Pando para hablarnos de su propuesta.

 

¿Qué nos cuenta la nueva producción de la Compañía Nacional de Teatro Clásico Valor, Agravio y Mujer?

Es una obra que cuenta el punto de vista de una mujer sobre el mito de Don Juan. He hablado con Beatriz Argüello al inicio de los ensayos sobre la obra, de que sería como un don Juan previo a ese don Juan Tenorio. No es el don Juan oscuro que va arrasando, que va quemando todo a su paso y que deja cadáveres en el camino. Es un don Juan un poco más joven, un poco más inexperto y un poco anterior a ese. Pero básicamente se basa en el mito de don Juan. Es un conquistador. Siempre he pensado, casi desde el principio, que la base del personaje sería que le gusta conquistar, que le gusta gustar, y cuando hay algo que se le opone a su deseo se empeña y es tozudo en ese aspecto. Es verdad que está acostumbrado, creo que es un personaje que está acostumbrado a gustar y está acostumbrado a que le bailen el agua, y en el momento de la obra sería como la primera vez que una mujer se le pone difícil, y eso también lo altera muchísimo porque no está acostumbrado a eso, no está acostumbrado a sentir rechazo. Su orgullo y su ego se pone por encima de eso y va a saco y va a muerte, a conquistar y a lograr lo que quiere.

 

¿Cuál es la posición de este don Juan de Córdoba en medio de todo este reparto?

Pues básicamente es una obra que está protagonizada por una mujer. Creo que es el punto de vista de una mujer sobre el mito de don Juan escrita por una mujer y dirigida por una mujer. Y me parece maravilloso eso porque creo que ya era hora de que se diese el punto de vista femenino de este mito, aunque la casa en este año, precisamente, la casa me refiero a la Compañía Nacional de Teatro Clásico, ha apostado también por visiones del mito de don Juan femenina, como es el caso de Paula de Diego con la instalación que hizo de El lugar del mito, que también es una visión femenina, y también de la naturaleza sobre el mito de don Juan.

La posición del personaje de don Juan a mí me parece que es como que tiene esta cosa de verlo con distancia. Me parece que logra la autora, Ana Caro, poner una distancia con el mito y poder tener perspectiva para ver según qué actitudes, si son positivas o no son positivas, para, en definitiva, cuestionarnos el mito. Y creo que logra esa distancia que a lo mejor en otras obras como El convidado de piedra, El burlador de Sevilla o el Don Juan Tenorio de Zorrilla, es más difícil tener esa distancia con don Juan porque básicamente la obra hace que te identifiques con el personaje.

Por otra parte, también es interesante sentirse identificado con el personaje de don Juan porque es un tipo encantador, es una persona maravillosa, por lo menos esa es la sensación que le da a los demás, porque le abren las puertas continuamente. La cosa es ver que detrás de personas que pueden ser encantadoras a veces se ocultan monstruos.

 

Pablo Gomez Pando 4 Sergio Parra

 

Ana Caro de Mallén, ¿maltrata dialécticamente a don Juan de Córdoba?

No lo creo, no creo que lo maltrate. A mí me parece, como toda la literatura del siglo de oro o como toda la literatura dramática bien escrita, que plantea preguntas. No creo que esté juzgando al personaje, ni reduciéndolo a un chiste. Yo creo que plantea preguntas sobre ¿es positivo el daño que una persona así hace a otra persona?, que en este caso es Leonor, la mujer burlada y agraviada desde el principio, que viene a darle una lección a don Juan. Entonces me parece que no, sería una reducción, y que sería un poco como facilón hacer eso. Yo creo que lo interesante es trasladar al público una pregunta. Y en el caso del personaje de don Juan esa pregunta. Después la obra tiene muchísimas más preguntas, como dice Beatriz o como dice mi compañera Julia, en el caso de Leonor, sí tiene sentido ir a resarcir su honor cuando el viaje de Leonor quizás sea el darse cuenta de que nunca le han robado su honor. El honor era suyo y ella tenía la libertad de acostarse con quien quería.

 

Pablo, en el caso de Don Juan de Córdoba, ¿hay una evolución del personaje o el personaje nace y muere tal cual?

Yo creo que hay una evolución porque él viene, lo que te comentaba antes, viene muy seguro de sí mismo. Hay algo como de mucha seguridad, tiene un estilo de vida de que va conquistando y va dejando conquistas por el camino. Parece que hubiese como un miedo al compromiso o a quedarse con una mujer, como a reducirse su vida. Y entonces lo vemos como en ese movimiento que es el movimiento de él natural en la vida, que es cómo se comporta en la vida. Pero le van pasando cosas provocadas por Leonor que van haciendo que se pierda, que no sepa bien cómo reaccionar, cómo comportarse, que no sepa por qué de repente a lo que él está acostumbrado que es a conquistar de repente no suceda, y se vea con dificultades, y a meterse como en un lugar cada vez más profundo, más oscuro, donde va enfrentándose con sus propios demonios. Entonces lo va, digamos, por reducirlo de alguna manera, lo va volviendo loco, se va volviendo loco, va perdiendo la cabeza, y vemos al final, a una persona totalmente insegura de sí misma, que piensa intentando aferrarse a su ego como puede porque no ve otra salida. Lo vemos una persona perdida. Yo he dicho en alguna otra entrevista como que el mito se va cayendo, como que empieza el personaje del mito y acaba el mito por los suelos.

 

Pablo, esta producción de la CNTC responde a otro compromiso de la institución por llevar a escena otros autores que no son los habituales autores de teatro clásico, como pueden ser Tírso, Lope o Calderón, y además atreverse con el texto de una mujer hasta hace no tantos años algo que podría ser hasta impensable. ¿Qué opinión personal le merece esta recuperación de estos textos femeninos y qué valor tienen dentro de la producción del teatro áureo?

Yo lo aplaudo y lo celebro porque creo que la Compañía Nacional de Teatro Clásico está para eso, porque tenemos un gran legado cultural del siglo de oro y que yo no sé cuántas obras tiene Lope que se conserve hoy en día, ni Calderón, ni Vélez de Guevara, u otros tantísimos autores o autoras como Ana Caro, o como Sor Juana Inés de la Cruz y tal. No sé cuántas obras conservadas tienen, pero creo que una de las cosas que debe hacer la Compañía Nacional de Teatro Clásico es recuperar todo ese legado cultural que hay, todas las obras. No representar siempre las mismas o las que son consideradas grandes obras, sino también obras que son consideradas menores. Como dice Juana Escabias, me parece interesante que la compañía por fin amplíe el canon y me parece como digno de celebrarse y de aplaudir que se haga eso.

 

Pablo Gomez Pando 5 Sergio Parra

 

Pablo, una curiosidad, porque no he visto aún el montaje, ¿conserva el acento andaluz?

No.

 

Es una pena, porque en los clásicos también digo yo que habría andaluces, ¿no?

Sí, pero ¿sabes lo que pasa? Tenemos en el teatro clásico, en el teatro sobre todo en verso, la estructura de la obra escrita en verso, que tienen una medida, que tienen un ritmo. Entonces, claro, ¿qué pasa con el acento andaluz? Que me cargaría la estructura por completo, porque no respetaría las sílabas de la métrica, no la podría respetar con el acento andaluz.

Hay obras, sé que hay obras que están escritas. Yo no sé si Amar después de la muerte de Calderón, creo, no estoy seguro de esto, pero creo que sucede en las Alpujarras y que hay algún personaje, no andaluz, sino que es una batalla entre, creo que entre castellanos y moriscos, y creo que hay algún personaje morisco que está escrito para ser interpretado con acento árabe. Y a mí me parece una curiosidad maravillosa, me parece súper interesante, porque claro, si quieres hacerlo con algún tipo de acento, tendría que estar escrito con ese acento, porque claro, cada acento tiene su particularidad y en el caso del andaluz nos comemos muchísimas sílabas.

Es interesante, es súper interesante, porque ojo, se podría plantear, pero claro, tendría su dificultad, creo yo. Fíjate que el personaje es además cordobés.

 

Pablo Gomez Pando 6 Sergio Parra

 

Pablo, ¿cómo ha sido trabajar con Beatriz?

Ha sido maravilloso, ha sido súper sencillo. Beatriz se nota que es actriz y sabe perfectamente cómo va el proceso del actor. Sabe qué decir, cómo decir y cuándo decir las cosas que tiene que decir. Y yo me he sentido súper acompañado, súper muy bien cuidado y creo que todo el elenco ha sido muy bien cuidado. Creo que ha habido un ambiente maravilloso de trabajo y un rigor y una profesionalidad y una profundidad en lo que estábamos contando.

 

¿Cuál es el espacio escénico y cuál es el juego actoral que hay dentro de ese espacio escénico?

La escenografía está basada en pinturas flamencas del siglo XVII de Brueghel y de Rubens, sobre todo en cuatro cuadros que creo que están en el Prado, que son los cuatro cuadros, cinco cuadros, que son los cinco sentidos. Y la escenografía está basada en eso. Hay tres módulos que son dos escaleras y un arco que se va jugando con ellos y tiene en general esa calidad pictórica y ese mundo pictórico que a todo el que ha venido a ver la obra le evoca esa época, le evoca ese mundo.

El vestuario también está basado en eso, y el juego escénico, en cuanto al tratamiento por parte de los actores, estamos muy involucrados en la escenografía porque la escenografía tiene movimiento, es práctica, es útil y son carras que se mueven y objetos que entran y que salen y que los manejamos los actores. Tiene muchísimo dinamismo el espectáculo, mucho.

Mucha gente que ha venido a verla me dice, dura 1 hora 45 y me dice que se les pasa volando, que se les pasa muy rápido. Y yo creo que por esa dinámica, por ese dinamismo que tiene, por esa cosa de que es grácil el montaje, de que es vivo, de que está así sostenido, con una energía que lo va elevando, lo va sosteniendo.

 

Pablo, hay una firma también importante que es la de Rosa García Andújar en el diseño del vestuario. ¿Cómo es ese vestuario?

El vestuario es precioso, es una maravilla. Yo pensé al principio que iba a ser aparatoso para según qué escenas, porque tenemos escenas de esgrima, que eso también se me ha olvidado antes de decir en cuanto al juego escénico. Hay dos grandes escenas de esgrima que el maestro de esgrima que las ha coreografiado es Jesús Esperanza, que son magníficas, son espectaculares, y que creo que también aporta, que están muy bien metidas en la trama. No son gratuitas, cuentan la trama, esas dos peleas de esgrima, y me parece dignas de destacar. Y entonces con el vestuario pensaba eso. ¿Y qué va? Se lo dije a Rosa el día que hice el primer pase con el vestuario, que era muy cómodo, que es muy cómodo y que te da como un empaque, como que poco tienes que hacer más, porque el vestuario ya te da algo muy propio del personaje.

 

Pablo Gomez Pando 2

 

Pablo, he leído por ahí que eres un actor no sólo de teatro, sino también de cine, series de televisión, que está ahora muy de moda con las plataformas. Pero como periodista especializado en artes escénicas, no te voy a preguntar ni mucho menos qué prefieres, si el cine, el teatro o la televisión, porque creo que los tres medios son para un actor fantástico, maravilloso si además les da la oportunidad de trabajar, que es lo que más se desea en este mundo. Pero sí que te voy a preguntar, ¿qué te aporta el teatro, la actuación en directo?

La actuación en directo tiene una adrenalina, que creo, o por lo menos en mi caso no lo experimento tanto en el cine o la televisión. Creo que hay una inmediatez, porque estás en comunicación directa con el público y está sucediendo en el momento para todos, para el público y para ti. Y estamos en este momento, estamos todos en este tema, en el tema que estamos contando. Yo creo que eso es lo que me aporta. Hay algo muy físico también en el teatro, que creo que no lo tiene tanto el audiovisual, que también lo tiene, pero de otra manera. Sí, básicamente eso. Me encanta hacer también cine y televisión, me encanta, me parece apasionante, me parece que tiene una magia brutal, me parece que tienes que tener una técnica muy fuerte en cine y tele, porque aquí estamos contando la historia cronológicamente. Y aunque sea una obra de teatro donde haya saltos temporales, donde se vaya atrás, donde se vuelve adelante, hay algo como que te montas en el tren y vas. En cine y en tele tienes que estar con los asuntos muy, muy, muy en el cuerpo, porque tienes que ir de un lado a otro en cualquier momento. Tienes que ponerte en circunstancia en cualquier momento.

En el teatro tienes la posibilidad de repetir al día siguiente. Te puedes resarcir de lo que has hecho un día. Si un día has hecho una escena que dices, ay, del todo, del todo no estaba o creo que le falta esto, al día siguiente tienes la oportunidad de repetirlo. En el cine no. En el cine y en la tele no. Pasa el tren y pasa. Y ya pasó. Y se quedó ahí. Yo que he tenido la oportunidad ahora de, justo antes de empezar los ensayos de Valor, Agravio y Mujer, grabar una peli donde he tenido un papel protagonista, y es la primera vez que he tenido en un rodaje un papel importante y he estado mucho tiempo de rodaje, he estado cuatro semanas de rodaje. Y es la primera vez que he tenido esa sensación de, ay, ya ha pasado, ya ha pasado esto. Y al día de, y me voy a casa, me voy al hotel y digo, ay, lo hubiese hecho de otra manera. O hubiese hecho esta frase de esta manera. O este momento lo hubiese hecho de esta manera. O hubiese planteado incluso la escena de otra manera. Y ya se pasó y se pasó. Y en teatro no. El teatro te da la oportunidad. Y sobre todo a destacar la comunicación con el público. Que eso es maravilloso. Que estemos todos, es como una gran comunión. Es como un acto de fe. Es como algo religioso. Un acto de fe y de comunión entre el público y los actores. Y estamos celebrando la vida, todos juntos.

 

Pablo, para finalizar, después de Madrid, con este Valor, Agravio y Mujer, me imagino que vendrá el Festival de Almagro. ¿Qué espera de esta función cuando acabe la gira? ¿Y qué proyectos nuevos tiene encima de la mesa?

Cuando acabe la gira, yo lo que espero es que sea conocida Ana Caro de Mallen, que me parece muy importante. Porque yo cuando estudié en el instituto no me hablaron de que había mujeres que escribían. Incluso en la escuela de arte dramático no recuerdo tampoco que me contasen que había mujeres que escribían. Y de hecho, no solo había mujeres que escribían, sino que había mujeres que escribían, mujeres que dirigían y mujeres que eran empresarias. Que nos lo contó el otro día Juana. Y yo creo que eso es fundamental. Como dicen, como estamos diciendo también en muchas entrevistas, no es solo una obra de teatro, no es solo una historia, es casi algo histórico de que se esté representando una mujer por primera vez en la sala grande del teatro de la comedia. Y que salga a la luz esta dramaturga, que era una de las dramaturgas más importantes del siglo XVII. Y que, por desgracia, se perdió todo lo que escribió. Sólo se conservan dos obras, ésta y El Conde Partinople. Ana Caro murió de peste, y se creía que la peste se contagiaba con las cosas que poseían, por eso quemaron todas sus pertenencias. Por eso se conservó tan poco de ella. Con lo cual eso es lo que espero de este montaje.

Que se conozca, que venga mucha gente a verla y que sepa que había una escritora nacida en Granada, morisca, prohijada por una familia de Lora del Río de Sevilla, y que era andaluza, que vivió en Sevilla y que tuvo casi toda su carrera en Sevilla y que fue representada en Madrid, y en los corrales de comedia de casi toda España.

Y proyectos que tengo en adelante. Tengo algo audiovisual por ahí, pero no puedo tampoco decir mucho. Hay algo ahí rondando y de momento eso, nada más. Y nada menos.

 

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