Masescena - Entrevistas

AÑO VI  Número 303

07 JUNIO 2023

Gerardo Vera visita el Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro por segunda vez consecutiva. El año pasado ya lo hizo con otro arrollador éxito, Reina Juana interpretado magistralmente por Concha Velasco. En esta ocasión visita la localidad encajera para poner encima de las tablas de la Antigua Universidad Renacentista la obra Sueños, interpretada, también magistralmente, por el popular actor Juan Echanove.

Hace unos meses que Juan Echanove estrenaba, en el Teatro de la Comedia de Madrid, un espectáculo titulado "Sueños" a partir de los sueños de Francisco de Quevedo, versión libre de José Luis Collado, y dirección y dramaturgia de Gerardo Vera. Ahora ha llegado a Almagro, a la 40ª edición del Festival Internacional de Teatro Clásico. Echanove es la primera vez que visita el cuarentón festival y Masescena ha tenido la oportunidad de compartir unos minutos con él.

Hace varios años que Andrés Peláez se jubiló de su puesto de Director del Museo Nacional del Teatro ubicado en la localidad de Almagro. Es uno de los pocos directores que en España ha permanecido tanto tiempo en un mismo museo. A colación de la próxima celebración de la 40ª edición del Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro, nos recibe en su casa de Madrid para compartir con Masescena la creación del Festival y sus recuerdos, además de iniciar nuestra entrevista con un pequeño perfil sobre sus inicios profesionales. En la actualidad sigue vinculado a las artes escénicas por su círculo de amistades, entre los que se pueden enumerar actores y actrices de la escena española de reconocido prestigio nacional, figurinistas, directores de escena, autores, etc.

Texto y Fotografías: Masescena

Natalia Menéndez es la octava directora del Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro. Además, este será su octavo año, cuando a partir del 6 de julio se celebre la 40ª edición. Menéndez define el Festival como el más importante en cuanto a su especificidad en el mundo. No hay un festival en el mundo que dure 25 días, con dos eventos, mínimos, diarios, en 20 espacios distintos. Y lo digo, además, con total orgullo. Sobre ella pesa la duda si una vez concluída esta edición dejará su cargo. Será porque ella quiera, porque ha conseguido meterse en el bolsillo, ella y su equipo, a todos los que visitan la localidad encajera durante el mes de julio.

Como en Teorema de Pasolini, la presencia de un extraño en el día a día de una familia desestabiliza la vida de sus miembros. No habla. Vivir le paraliza después de haber asistido a su propia resurrección no como el protagonista de un milagro sino como un cruel empeño de la naturaleza. Necesita borrar las huellas de humanidad que le imprimen las palabras y se niega a pronunciarlas. Su silencio solo quiere evocar la ausencia de los suyos pero su callada presencia desata las palabras de quienes le rodean. Torrenciales construcciones de palabras que quieren o pretenden justificar ausencias interiores, corrupciones de la propia voz: Un político cuyo discurso hace tiempo que retorció las ideas para defender el poder, una cantante de ópera que perdió la voz y con ella su medio de expresión más íntimo, una mujer que defendió la libertad en el pasado y ahora no encuentra verbos para conjugar el futuro, una joven airada porque cree que intentan acallar su voz y un chaval que pretende confinarse entre las expresiones start game y game over. La familia se arma de palabras para desentrañar el silencio de quien no quiere hablar aunque tal vez solo quieran encontrar su propio refugio.