Masescena - Entrevistas

AÑO VII  Número 329

11 DICIEMBRE 2023

Dentro de unos meses arrancará la 68ª edición del Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida, una de las citas culturales del verano más veterana de nuestro país, y una de las más reclamadas por su público, tanto nacional como internacional. El majestuoso Teatro Romano es el reclamo y uno de los principales protagonistas de la programación estival emeritense, pero su organización, un año más, ha querido darle una vuelta más de tuerca para conseguir una edición redonda. Y es que la productora madrileña Pentación Espectáculos, capitaneada por Jesús Cimarro, organizará y coordinará un año más, y este será el onceavo, uno de los festivales más importantes de teatro de Extremadura y de nuestro país.

"Aprovecha el tiempo e intenta luchar por tus sueños" es el mensaje que Bernardo Rivera quiere hacer llegar al público con su última producción que llegaba a primeros de marzo a los Teatros Luchana de Madrid. Tal ha sido el éxito de “Reiniciando” que prorrogará durante el mes de abril sus funciones. Los viernes 1, 8, 22 y 29 de abril a las 19:00 horas y el 12 de abril a las 20:30 horas.

La actriz vasca Elisabet Altube se encuentra en la actualidad dando vida al personaje de Trini en el Teatro Fernán Gómez de Madrid. Un montaje de Laila Ripoll, con quien ya ha trabajado en numerosas ocasiones y a la que considera como de la familia. El texto de Luisa Carnés, una autora bastante desconocida de la Generación del 27, nos pone encima de la mesa, en la versión de Laila, a seis mujeres muy distintas, pero unidas por un denominador común, el trabajo. A pesar de que Elisabet Altube ha deambulado más en estos últimos años por el teatro y textos clásicos, ahora se pone al servicio de Trini para mostrar una sociedad femenina de los años treinta en nuestro país bastante menospreciada, además de pertenecer a un sector laboral de aquella época con sus más y sus menos.

Creador de un estilo elegante que ahonda en el clasicismo sin perderse en lo superfluo, Javier Barón (Alcalá de Guadaíra, 1963) es uno de bailaores de flamenco actuales más reconocidos. Premio Nacional de Danza de Interpretación en 2008, ha desarrollado también su personal forma de entender el baile en las numerosas coreografías que ha creado para su propia compañía que fundó en 1997. Por estos motivos, Rubén Olmo le ha invitado para que dirija el remontaje con los bailarines del Ballet Nacional de España de 'De mis soleares vengo', baile por soleá de Alcalá con el que ganó el Premio Giraldillo en la Bienal de Sevilla en 1988.

Bailarina, coreógrafa y directora del Ballet Nacional de España de 2001 a 2004, la carrera profesional de Elvira Andrés está ligada a nombres esenciales de la danza española como los de Mariemma y Antonio Gades. Desde 2006, es catedrática de Danza Española en el Conservatorio Superior de Danza ‘María de Ávila’ de Madrid. Para celebrar el Día Internacional de la Mujer, el Ballet Nacional de España ha decidido compartir íntegra su coreografía 'Mujeres', con la que ganó el 2ª Premio del Certamen Coreográfico de Danza Española y Flamenco de Madrid en 1993. Con música de Emilio de Diego y Víctor Manuel Martín, el Ballet Nacional de España estrenó esta coreografía coral de danza estilizada en 2001.

Valeria Alonso aceptó el reto que le propuso Noelia Adanez para escribir juntas y poner en escena un monólogo para la serie “Mujeres que se atreven” dedicado a Gloria Fuertes donde se visitan los temas del deseo, el amor, la amistad, la maternidad y el trabajo. Una serie de reflexiones críticas con las imágenes de las mujeres disponibles en su tiempo, que dramáticamente se presentan como “ajustes de cuentas”, otorgando en la ficción la posibilidad de volver sobre ciertas circunstancias de su vida para “atreverse”. Esta semana, la directora de teatro, escritora y actriz Valeria Alonso mantuvo un encuentro con las estudiantes de Educación Infantil de la Facultad de Educación de Cuenca con motivo del reestreno de su obra “Gloria”, dedicada a la poeta.

El Teatro Lara de Madrid abre sus puertas a otras Comunidades Autónomas. Castilla y León, Extremadura y Andalucía, esta última de la mano de la Feria de Palma del Río, son los primeros territorios que verán sus espectáculos sobre el escenario del histórico teatro madrileño. Una oportunidad para que el público de Madrid acceda al trabajo de compañías de fuera y de que las compañías exhiban sus trabajos en Madrid.

Así nos lo ha contado su máximo responsable, Antonio Fuentes, director del Teatro Lara de Madrid, y gran defensor de las compañías de fuera de Madrid que quieren darse a conocer en la capital. Quizás el ser él también de fuera de Madrid, en concreto de Murcia, le ha hecho sentirse identificado en algún momento con ellas.

Juan de Torres, junto con Daniela Merlo, son los actuales artífices de la compañía Larumbe Danza, una compañía de danza contemporánea afincada y residente en Coslada (Madrid), donde ha encontrado su refugio y su protección gracias a la sensibilidad hacia la cultura de los equipos de gobierno que continuamente pasan por su ayuntamiento. Y están de enhorabuena. Cumplen 55 años desde que la madre de Juan de Torres, Karmen Larumbe, creara la formación, y 25 desde que Juan, junto a Daniela, se hicieran cargo de la compañía, que no sólo es una compañía de danza al uso como veremos más adelante y nos cuenta su propio protagonista.

Han querido celebrar esta efeméride estrenando la segunda parte de Iceberg. Este estreno tuvo lugar dentro de la celebración de un evento muy especial en torno al doble aniversario de la compañía. Además de Iceberg II, la programación ofreció la recuperación del conjunto de tres piezas Dkada’s, creadas para la celebración del 10º aniversario de la compañía, y que simbolizan la filosofía LARUMBEdanza de promover la creación de autor, pero también de colaborar con otros coreógrafos con los que intercambiar experiencias y visiones. Dos de las piezas son de los directores artísticos de LARUMBEdanza, una de Juan de Torres y otra de Daniela Merlo, y la tercera pieza del Premio Nacional de Danza y Medalla de Oro al Mérito en las Artes Escénicas, Cesc Gelabert.

Para nuestra protagonista hay dos horas fundamentales en el día. Una de ellas, es por la mañana a las ocho o nueve. En esa hora tiene la cabeza muy despejada. Pero a las siete u ocho de la tarde también se la puede “pillar” muy despejada. De pequeña quería ser aguadora. Recuerda que estaba jugando un día con su hermana y, de repente, empezó a decir que quería ser pastora y vivir en el campo. Cuando le preguntaron a Paula qué quería ser lo tuvo muy claro, quería ser aguadora para llevarle agua a su hermana para que no se muriera de sed en la montaña. El juguete de la infancia que recuerda con más cariño es una “lonchera” como lo llamaba su padre, una pequeña cajita azul con la que él jugaba de pequeño y que estaba toda llena de animalitos y figuritas de colección. “Lo heredamos mis hermanos y yo, y era casi un misterio jugar con aquellos juguetes”.

Hay entrevistas que quedan grabadas en tu retina y en el fondo de tu corazón. Aún sigue resonando en mí, como si hubiese sido ayer, la voz de Luis Luque. Y aún golpea mi alma a diario con el firme propósito de ser mejor persona cada día. Personas como Luis son regalos que la vida pone en tu camino. Es difícil apartar la mirada de unos ojos cargados de verdad, cargados de sentimiento, y cargados de algo mágico que hace crear el ambiente cálido y propicio para que, por unos momentos, puedas volar.

Pero esta pequeña introducción no va a descubrir nada nuevo. Si Luque es grande como persona, tal y como puede verse en la entrevista, grande es en el terreno profesional. La búsqueda de la belleza y limpieza en sus trabajos es su máxima seña de identidad.

Paco Bezerra puede desmontar tus esquemas en pocos segundos. Como es costumbre en mí, buscaba en esta entrevista acercarme un poco más a la vida y personalidad de un dramaturgo al que había seguido y aplaudido en numerosas ocasiones. Un dramaturgo que, a día de hoy, y como él mismo dice, ha conseguido vivir sólo de la escritura en estos tiempos tan difíciles. Al principio parecía que mi objetivo se iba a desvanecer, y así fue, porque poco a poco fui cayendo, casi sin darme cuenta, en la red que Bezerra iba tejiendo, y que terminó por conquistarme y embelesarme.