Masescena - El Teatro de la Abadía presenta el programa de actividad del segundo semestre con la vista puesta en la celebración de su 25º aniversario

AÑO VII  Número 345

29 MARZO 2024
LOS RELATOS DE ESTE NUEVO SEMESTRE NOS ACERCAN A LA FRAGILIDAD DE LA EXISTENCIA, DESDE LA CORPOREIDAD DE LO HUMANO A LA QUIEBRA DEL PROPIO PLANETA

El Teatro de la Abadía presenta el programa de actividad del segundo semestre con la vista puesta en la celebración de su 25º aniversario

Presentamos el programa de actividad para el segundo semestre de la temporada con la vista puesta en la celebración de nuestros 25 años de historia. Un aniversario que nos invita a  reflexionar y a volver a soñar, y que contará, desde el 27 de enero hasta el 23 de febrero, con 25 días ininterrumpidos de actividad, con propuestas de creadores que han estado vinculados a La Abadía a lo largo de estos años o que lo estarán en el futuro cercano. Inma Nieto, actriz vinculada a la casa desde sus inicios, dirige el ciclo.

Trece espectáculos componen el grueso de la programación de febrero a julio, continuando con el modelo de creadores asociados y transición generacional
‘Antropoceno’, con idea y dirección de Thaddeus Phillips, espectáculo poético sobre la acción humana y el cambio climático, será la producción propia de la casa, que también participa en la coproducción de otras dos piezas
Seguimos apostando por el público juvenil; LaJoven estrenará en La Abadía su nuevo espectáculo ‘Fuego’
La actividad expandida toma fuerza, con talleres de formación para profesionales y no profesionales, además de coloquios, visitas guiadas y clubes de lectura especializados en artes escénicas
Además, La Abadía apoya nuevos proyectos en proceso de creadores y compañías asociadas como Colectivo Fango, Sleepwalk Collective, Jóvenes Clásicos (Málaga), Cross Border Project o Raquel Sánchez Alarcón
Cecilia Molano será la responsable de la nueva línea gráfica de la Fundación

Afrontamos este nuevo semestre vibrante de acción, no solo por el número de funciones (215 de febrero a julio) sino por una actividad expandida que trasciende nuestro propio espacio físico gracias a colaboraciones y procesos artísticos asociados a creadores como Sleepwalk Collective, Jóvenes Clásicos (Málaga), Cross Border Project o Raquel Sánchez Alarcón. De esta manera se da continuidad a un modelo de proyecto que apuesta por el relevo generacional y se aleja del repertorio para dar cabida al teatro de hoy. El espacio exlímite acoge parte de estos procesos creativos gracias a un nuevo convenio de colaboración entre ambas casas.

Trece espectáculos componen el núcleo central de la programación, cuyos relatos nos acercan a la fragilidad de la existencia, desde la corporeidad de lo humano —el choque, la colisión, el estallido, el atropello; cuatro accidentes de tráfico en apenas seis meses: Delicuescente Eva, Kapow, QuitamiedoS y Un roble— a la quiebra del propio planeta por la irresponsable acción humana en el uso de sus recursos. La resiliencia, la capacidad de superar un cambio vital y de aprovechar las nuevas circunstancias permite hacer inventario de lo pasado y dejar libre curso a nuevos sueños y esperanzas.

Sobre el planeta y el cambio climático nos hablará Thaddeus Phillips en Antropoceno, espectáculo de producción propia eminentemente visual y poético, que indaga en cómo nos afecta, nos asusta y nos inspira la cuestión: “¿Qué mundo estamos dejando atrás a nuestros hijos?”. Un asunto inmenso y vital que debe abordarse con inquietud, valor y esperanza. Thaddeus Phillips es un hombre de teatro norteamericano, afincado en Bogotá. Trabajó como actor con Robert Lepage y comparte con él un gran ingenio plástico. En La Abadía acogimos en 2018 Ankomsten (Avistamiento, con la compañía sueca Teateri), que nos motivó a encargarle un proyecto de creación.

Además, en régimen de coproducción La Abadía participa también en Delicuescente Eva, tercera y última pieza de la trilogía de LO PROPIO (tras Mi pasado en B, Scratch), un proyecto de Javier Lara, y quiere mirar, entre la bruma, a las eternas contradicciones intergeneracionales que aparecen cuando se habla de educación, y  en Cada átomo de mi piel es un vibroscopio. Esta última es una iniciativa de Eva Rufo a partir de la vida y obra de Hellen Keller, una exploración creativa sobre grandes conceptos como la percepción, la comunicación, la voluntad del individuo para superar los límites una vez conocidos y aceptados, y cómo el lenguaje modifica y sublima nuestro ser y nuestro estar en el mundo. Como artistas asociados nos visitarán Patricia Ruz y Alberto Jiménez con Kapow, un intento por cristalizar en rito sus vidas atravesadas por un acontecimiento: el espacio que se abre entre la conciencia de la muerte y su presente implacable. A medio camino entre instalación, performance y pieza teatral, Inventario es el proyecto más reciente de Bárbara Bañuelos, que compagina el trabajo escénico con propuestas musicales.

En todos estos casos vemos cómo en la creación actual los papeles del actor, director y autor se diluyen, como ya vimos con los componentes del colectivo [los números imaginarios], capitaneado por Carlos Tuñón, que en este semestre recupera Un roble y Sea Wall, pero que además mostrará otras dos piezas de teatro inmersivo, Lear (desaparecer) y Hamlet entre todos.

 

 

Sin renunciar nunca al humor como forma certera y afilada de análisis, superación y catarsis, contamos con dos propuestas hilarantes sobre el mundo del teatro y del consumo. Carsi, de Eduardo Vasco, propone una mirada irónica a la vida precaria y siempre imprevisible de los que nos dedicamos al teatro. A partir de anécdotas de grandes actores secundarios españoles se retratan las vicisitudes de una compañía itinerante en horas bajas. Ronejo, propuesta del colectivo seXpeare capitaneado por Rulo Pardo, es una comedia absurda y existencialista sobre la robótica y el futuro de la humanidad.

Tras el éxito de A.K.A. no perdemos de vista la mirada al público juvenil, aliado imprescindible en este proceso de transformación, y apostamos por el nuevo proyecto de LaJoven, Fuego, donde los hermanos canarios Quique y Yeray Bazo, autores del texto, nos muestran los mecanismos de manipulación ideológica de las masas juveniles en el umbral de la Segunda Guerra Mundial.

Pero la exhibición no serviría de nada sin el dialogo permanente entre los creadores y sus públicos, profesionales del sector o meros aficionados. Por eso La Abadía apuesta por una programación expandida que penetre en audiencias diversas. Iván Morales, Eduardo Vasco, Eva Rufo, Javier Lara, Carlos Tuñón, Cristina Morales, Lucía Miranda o Iara Solano ofrecerán talleres dirigidos a profesionales durante este semestre. Para público general contamos con La Abadía cruza la calle, Espectadores en Acción, Diálogo posible con pacientes con alzhéimer y sus familiares, Kamishibai para niños y niñas mientras sus padres vean un espectáculo, y Leer Teatro, club de lectura en torno a textos programados esta temporada.

Para apuntalar y dar cuerpo y vida al proceso de trasformación de La Abadía se contará con Cecilia Molano como responsable de la nueva línea gráfica de la Fundación. Molano trabaja en lo escénico, el vídeo, el diseño gráfico, la docencia y la edición. Doctora cum laude por la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense de Madrid, Máster en Escenografía en Saint Martins School of Arts, Londres, y Licenciada en Escenografía por la RESAD, entre otros. Su experiencia laboral se ha desarrollado fundamentalmente en el ámbito teatral y de la imagen. Ha trabajado como diseñadora de vídeo para escena y como escenógrafa y figurinista para diferentes compañías teatrales.