Masescena - Opinión

AÑO VI  Número 292

25 MARZO 2023

No es fácil hacer reír desde un escenario, pero aún es más complicado que, de manera casi imperceptible, se cuele una intención en los espectadores cada vez que abren la boca para soltar una carcajada. ‘Las Bingueras de Eurípides’, de Las Niñas de Cádiz lo consigue. Sin discursos solemnes, sin convertir el escenario en un púlpito o una tarima de clase, sin tratar de dar lecciones de superioridad moral, sin ningún ejercicio vacuo de superficial concienciación. Son otras las cargas de profundidad que hacen evolucionar el mundo. El texto de Ana López Segovia tiene valor tanto por lo que tiene como por lo que no tiene. Tiene ritmo, credibilidad e intención, pero carece de pedantería y de soberbia erudita. 

La vida es como un compás, hay tiempos y contratiempos. Ocurren sucesos de forma cronológica con una duración sujeta a mudanza (tiempo); y, a su vez, accidentes o sucesos inoportunos que obstaculizan o impide el curso normal de algo (contratiempo). Nadie está sujeto a un control pleno de su vida, pero sí a trazar un camino y elegir cuál será su rumbo/a. Si desean conocer uno en concreto y descubrir cuál será su tiempo y contratiempo, mientras disfrutan de un espectáculo musical sobresaliente, deberán asistir al Teatro Gran Teatro Bankia Príncipe Pío.

Con la quinta representación de ‘La tumba de Antígona’ de María Zambrano se puso fin a la 68ª Edición del Festival de Mérida, la primera que retorna a la normalidad prepandémica, con casi ninguna mascarilla entre el público y sin que apenas queden vestigios de lo acontecido estos dos últimos años, pero con nuevos miedos instalados en la psique colectiva. 

Volver a encontrarse con un grupo de amigos tras varios años puede ser un acontecimiento tanto emocionante como desalentador para cada cual. Vidas felices e historias idílicas serán el centro de conversación; no vaya a ser que quien fuera compañero de pupitre sea un triunfador y tú un simple trabajador por cuenta ajena. Si no tienen una velada similar a corto plazo, no se preocupen. Teatros Luchana les invita cada sábado a una cena de lo más singular, divertida y musical.

Es la tercera vez que Plauto pisa la arena del Teatro Romano de Mérida con su obra Miles Gloriosus. En 1989 José Luis Alonso de Santos versionaba y dirigía la obra del autor romano, contando en el reparto con Antonio Resines, Maribel Verdú y Magüi Mira, entre otros. Ya en 2008, Juan José Afonso repetiría éxito con la comedia contando con grandes nombres de la escena de nuestro país, como Pepe Viyuela y José Sancho. Y este año ha sido la mano de Pep Anton Gómez la que ha hecho reír a más de 6000 personas hasta el momento. La obra, protagonizada por Carlos Sobera, ha sido la primera de las producciones de esta 68ª edición del Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida en colgar el cartel de localidades agotadas en las dos funciones que lleva representadas hasta el momento. Pero bicheando en la venta de entradas del propio festival se puede ver que, en total, hay unas diez entradas libres hasta este domingo.

Domingo, 24 de julio de 2022. Día 25

Hay errores que se perpetúan. En algunos ámbitos, cuando eso sucede, se convierten en la norma. Con la lengua, la de hablar, ocurre a menudo. Es uno de los mecanismos habituales de evolución. Con el punto final estamos llegando a un punto en el que no ponerle una “y” para convertirlo en un punto y final es casi un acto de esnobismo. Más en una tierra en la que la “y” sirve para darle énfasis a determinadas expresiones. Ojalá y no fuera así.

Camarero, cobre por aquí. No, por favor, ni se le ocurra, abónelo en esta tarjeta. ¡Vamos, ni hablar, he dicho que os invitaba yo! Estas polémicas se repiten a diario en los restaurantes y pueden convertirse en el inicio de una discusión. Levantemos el foco y hablemos de otras cuentas, como el número de hombres o mujeres que han pasado por la vida de una persona o las amistades verdaderas. Y como lo que no son cuentas son cuentos, pueden tener ración de ambos en la terraza del teatro Quique San Francisco.

Sábado, 23 de julio de 2022. Día 24

La del sábado fue una etapa de montaña de las de antes, de las largas. Vamos a dejar la mañana, que fue ocupada pero no teatral. Con la fresca, a eso de las siete, fui al Teatro de sus mercedes. La obra, El perro del hortelano, está muy rodada. He decidido hacer la broma cuanto antes para quitármela de en medio y centrarme en lo bien que conocen su papel Maribel Díaz, Miguel Barba y Amparo Segovia, que fue el elenco que nos correspondió. Este teatro de proximidad es arriesgado, porque los defectos se ven muy de cerca, pero aquí lo que destaca es la naturalidad y la flexibilidad. Nos tocó un bodorrio en el Parador, con coche de caballos y militares, lo que ralentizó la obra, pero no se notó en ningún momento porque los tres se adaptaron a lo que estaba pasando. Cuando terminó, además de felicitarles, porque se lo merecen, estuvimos chinchorreando un poco sobre quiénes serían los que se casaban.

Viernes, 22 de julio de 2022. Día 23

Estoy reciclando titulares. Por lo de la economía circular y eso. Este viernes tuve doblete. Fui a ver otro Lo fingido verdadero, a mala leche, a ver si me gustaba más que el otro, el que les conté el otro día. Y sí, este del Off, de los italianos de Teatro a Canone es mucho mejor. ¿Por qué? Porque han decidido hacer algo con una obra que sigue siendo un rollo. Para empezar ese han cargado todo el segundo acto, sacan el primero a la calle, nos meten para el tercero al Teatro Municipal, pasan de la mitad de los personajes y despliegan un repertorio de recursos dramáticos de primer nivel. Vamos, que le echan imaginación, cosa que la Compañía Nacional de Teatro Clásico no ha hecho. Y duele. Unos quisieron hacer bueno a Lope, lo consiguieran o no; los otros no lo intentaron.

Jueves, 21 de julio de 2022. Día 22

Quevedo preside estos días la Plaza Mayor. Quevedo y una banderita del orgullo gay. No sé qué pensaría el escritor madrileño, aunque montañés según él. Atacó a los bujarrones, que así los llamaba, repetidamente, pero eso no quiere decir gran cosa, porque Quevedo lo atacaba casi todo, andaba con el morro torcido y el talento desaforado. Para muestra les dejó este botón. La estirpe de Quevedo ha dado luenga prole en España, casi siempre de malos escritores muy enfadados que se creen ocurrentes y no lo son. Cela fue uno de ellos, claro, pero también un poco Borges. Estos son los talentosos; si quieren de los otros, abran cualquier periódico y entre los columnistas los tendrán a patadas.

Miércoles, 20 de julio de 2022. Día 21

Escuché en Onda Almagro a Ignacio García y Natalia Menéndez, no juntos, sino por separado. El actual director hizo un repaso rápido a lo que queda. Cuando están en el cargo, los directores siempre dicen que todos los espectáculos son fenomenales, qué van a decir, así que hay que entresacar de sus palabras pistas para decidir dónde ir. Lo que más me interesó es cuando explicó que Tirso era confesor y que por eso sus personajes femeninos resultaban tan complejos. Se me ocurren un montón de cosas que decir sobre eso, pero son todas sin fuste, sin un agarradero al que confiarse, pura especulación… Lo dejo, pues.

No todos los actores y actrices de nuestro país tienen la inmensa suerte de debutar en las artes escénicas en uno de los teatros más ansiados por cualquier intérprete, el Teatro Romano de Mérida. Pero en el caso de Assumpta Serna ha sido así. Llegar y besar el santo, que se suele decir. Serna no es una actriz que se haya prodigado por los escenarios de nuestro país. De hecho, si buscamos algo relacionado con las tablas en su currículum no encontraremos producción alguna en la que haya trabajado. Una actriz con mucha suerte. A pesar de ello, Assumpta Serna conoce muy bien el mundo cinematográfico y televisivo, y eso se ha dejado ver en la producción que estrenó el pasado miércoles en el Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida en su 68 edición. Minerva, una coproducción del Festival y de la compañía Samarkanda Teatro, corresponde al primer estreno en la arena emeritense de la cuota de artistas extremeños en la cita estival.