El acto ha contado con la participación del director del festival, Ignacio García, quien hacía hincapié en la estrecha colaboración que hay entre ambas entidades.
Por su parte, Helena Pimenta ha destacado que comparten una visión del teatro clásico muy parecida. Es un derecho que los ciudadanos tengan un espacio como Almagro y una institución como la CNTC para disfrutar de la fiesta «donde brillarán y saltarán al aire estos textos maravillosos».
El Burlador de Sevilla
La primera de las propuestas que la CNTC lleva a Almagro es el Burlador de Sevilla, que podrá verse en el Hospital de San Juan, del 5 al 15 de julio.
En esta ocasión la versión del texto de Tirso de Molina ha corrido a cargo del dramaturgo Borja Ortiz de Gondra, y la dirección es de Josep Maria Mestres. Ambos han coincidido en afirmar que es un texto de rabiosa actualidad a pesar de haber sido escrito hace más de trescientos años.
La versión de Ortiz de Gondra quiere escuchar las voces calladas, sacar a la luz la palabra olvidada de las víctimas que va dejando a su paso. Mujeres burladas y enmudecidas, padres dolientes, y criados abandonados a su suerte. La versión quiere darle la voz que el autor del XVII no quiso prestarles.
Según Josep María Mestres, El burlador de Sevilla se nos aparece hoy como un personaje que resiste con fuerza una mirada contemporánea. Podemos empatizar con el protagonista por su profundo desasosiego vital. Aunque la crueldad y la falta de empatía para con sus víctimas nos causen un profundo rechazo, pese a que percibimos su nula sensibilidad para calibrar los daños colaterales de sus actos, quizás podamos llegar a comprender los motivos de su desazón, su inquebrantable rebeldía, su rotunda negativa a aceptar ningún tipo de límite.
Raúl Prieto, Pepe Viyuela y Mamen Camacho, que forman parte del reparto, hablaron de la psicología de sus personajes. Raúl Prieto encarna a don Juan. Ha explicado como en esta versión se ha tratado de «ahondar» en el dolor del protagonista y descubrir así la razón de porqué es tan «autodestructivo». «A través de Don Juan, Tirso está hablando de nosotros, de cómo pensamos, sentimos y cómo lo tenemos asentado con tanta naturalidad, que al mismo tiempo es terrible. Es necesario saber de dónde venimos para saber a dónde vamos», ha dicho.
Pepe Villuela, que encarna a Catalinón, criado de don Juan, ha puesto el foco en el hecho de lo «vivo» que están los clásicos, algo que «es terrible» por lo poco que se ha «enmendado la sociedad», dando «vueltas a lo mismo». Por ello, ha propuesto el teatro como ejercicio de reflexión para cambiar esta tendencia.
Finalmente, Mamen Camacho, la encargada de dar vida a Tisbea, «una mujer que es valiente, que denuncia», ha destacado la oportunidad que da esta versión de la obra de trabajar a los personajes desde «un punto de vista actual».
El banquete
El banquete es la segunda propuesta que la Compañía Nacional de Teatro Clásico pone en escena, en esta ocasión, en el Patio de Fúcares. Podrá verse los días 6 y 7 de julio.
El banquete está basado en textos clásicos universales. Lo componen un reparto de lujo compuesto por actores y actrices de reconocido prestigio, y jóvenes valores, como Lola Baldrich, Pablo Béjar, Jimmy Castro, Gonzalo de Castro, Aleix Melé y Manuela Velasco. Este reparto lo completan con la dramaturgia Álvaro Tato, quien ya firmara otras producciones de la CNTC, y la seguro que excelente dirección de Catherine Marnas y Helena Pimenta. Pimenta comentó en rueda de prensa lo complicado y difícil que es dirigir un montaje con otra persona, por aquello de la diversidad de opiniones, distintas visiones… Aunque también apuntó el maravilloso tándem formado con Catherine, amiga personal a quien conoció en otro festival de teatro.
El banquete es un canto a la imaginación, al poder de la palabra y a la pervivencia de mitos y ritos. Una reunión fraternal entre actores y espectadores en torno a una mesa para compartir la ceremonia de la fantasía: versos, vino, música y teatro. Diversas escenas y monólogos del teatro clásico español y universal sirven de hilo conductor a este simposio donde los comensales reviven las ficciones que nos dan sentido: de Hamlet a Segismundo, de Celestina a Julieta, de don Quijote a don Juan… Risas, cantos y llantos para definir nuestra especie fabuladora.
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