A la rueda de prensa asistieron la compañía y Josep María Pou, director artístico del Teatro Romea, quien abrió el turno de palabra y daba la bienvenida a Imanol Arias, Cristina de Inza y Carlos Serrano-Clark. «Es prácticamente el último espectáculo de la temporada y no hay mejor broche que éste. Terminamos con uno de los grandes textos sino el más grande del teatro del siglo XX y que se estrenó en 1949, hace 73 años», afirmó. «Es la primera vez que Imanol actúa en el Teatro Romea y me emociona especialmente que coincida con mi etapa como director artístico y que pase a formar parte de la historia del Romea», comentó emocionado. «Gracias a que Imanol ha producido este espectáculo, las nuevas generaciones enlazan directamente con este texto y esta historia contada desde los años 40», concluyó.
Imanol Arias, que interpreta a Willy Loman protagonista de este texto, quiso empezar compartiendo que está muy feliz de poder actuar en el Teatro Romea «por lo que es y será, un centro que ha hecho que haya un sitio en Barcelona que tenga la mejor representación del teatro español». En cuanto a la obra comentó que «ha sido muy interesante trabajar con Rubén; nos enorgullece poder sacar a Barcelona la obra, y voy a disfrutar de mi estancia aquí». «Es un momento interesante para estar viajando por España como estamos haciendo, para ver cómo el teatro se recupera, es casi milagroso. Las salas de teatro infunden más seguridad y cuando la gente se da cuenta de que se disfruta con la escucha se siente más segura y disfruta muchísimo», afirmó. «Es también interesante ver una obra en la que el texto predomina, como un trabajo milimétrico de las palabras, y nosotros hemos intentado hacer una adaptación de lo más rigurosa posible, está casi todo», explicó.
El turno de palabra llegó a Cristina de Inza, compañera de reparto y su mujer en la ficción, quien dijo que «ha sido uno de los papeles más importantes que me han ofrecido, pero también complicado, porque no tiene nada que ver con las mujeres de hoy en día, y conmigo menos todavía», explicó sobre su personaje. «Me ha encantado porque ha venido gente joven que no conocía la obra y de repente es como que pones un telón, un agujero, y ve el conflicto familiar en el que todo el mundo se identifica», explicó entusiasmada. Por último, expresó que está muy feliz de poder estar en Barcelona, sobre todo en el Teatre Romea; «estoy pletórica, gracias».
Carlos Serrano-Clark declaró estar muy contento de poder volver a casa; «hacía años que no venía a hacer teatro a Barcelona, estoy muy emocionado, y más con esta obra. Cuando yo estudiaba no me planteaba acabar haciendo este texto y en el Teatre Romea». En cuanto a su personaje, Serrano-Clark interpreta al hijo pequeño de Loman, un joven de 31 años que busca la aprobación y complicidad de su padre. «Eso ocurre a muchas familias, he hablado con gente al salir y se sienten muy identificados. Es un personaje muy bonito que, aunque se llama Happy, creo que tiene una tristeza dentro muy grande, y poder interpretarlo ha sido un regalo» y añadió «hemos llegado a donde quería el director de la obra, y ha sido fácil gracias a estos compañeros», declaró con una sonrisa.
Muerte de un viajante se representará a partir del 21 de junio de 2022 en el Teatro Romea.
Sobre el espectáculo
La crueldad de un capitalismo salvaje en el que el ser humano sólo vale por lo que es capaz de producir, la frustración por los sueños no cumplidos, la incapacidad de padres e hijos para expresar su amor, las complejas relaciones de pareja y la necesidad de triunfar y ser aceptado por el resto, son los ejes sobre los que pivota esta obra maestra de la dramaturgia contemporánea, una demoledora reflexión sobre el ser humano que, como buen clásico, resulta tan actual hoy como cuando se escribió a mediados de siglo.
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