Cada año, las fechas navideñas son sinónimo de unión familiar, más tiempo libre y mayor posibilidad de acudir a espectáculos para toda la familia, con especial énfasis en los más pequeños. Un ejemplo puede ser Madrid, capital mundial de los musicales en español gracias a la variedad y calidad de sus producciones, epicentro cultural de numerosos espectáculos a cada cual más sonado y recomendado. Dentro de esa variedad, los relacionados con el mundo del circo adquieren relevancia y, de nuevo, encontramos una variada oferta. A esto, debemos sumarle que ya no es suficiente con números peligrosos, cómicos o asombrosas coreografías; debe haber un factor diferencial, propio y único, que haga que el espectador viva una experiencia para, posteriormente, compartirla. Sinceramente, no se me ocurre mejor experiencia que la de conocer el continente asiático a través de la fusión del circo clásico, de la mano de las escuelas milenarias de oriente, entrelazado con las más increíbles historias del pasado transmitidas de generación en generación, y que han permitido crear esta maravilla artística.
Manuel González y Rafa González, dos jóvenes hermanos al frente de Productores de Sonrisas, lo han vuelto a conseguir. Crear un nuevo proyecto sorprendente e innovador para toda la familia, después de espectáculos anteriores como Circlassica, Circo Mágico o Navidad Circo Price, aclamados por la crítica y, lo que es más importante, por los espectadores. Como ocurre en el interior de estas carpas, han conseguido “el más difícil todavía” con esta propuesta inédita, entrañable y emotiva, capaz de situarnos más cerca de un continente para muchos desconocido, a través de sus cuentos, mitos y leyendas. Aquí radica uno de los primeros aciertos, dotar al espectáculo de un relato estructurador que dé sentido a cada una de sus partes con un Dragón Celestial como protagonista, y hasta aquí puedo leer.
El mundo del circo también se ha visto obligado a reinventarse. Lejos quedaron números clásicos con tigres, leones o caballos, pero ¿por qué recurrir a animales salvajes cuando podemos tener a criaturas fantásticas y mitológicas? En Circlassica, Leyendas de Asia han contado con unicornios alados o aves fénix de fuego para narrar poéticos cuentos, como el de los amantes mariposa, las guerreras amazonas de Mongolia o las musas de la música. Representaciones de seres sobrenaturales que han unido sus fuerzas con profesionales de reconocido prestigio del arte circense.
Este viaje, de dos horas de duración con un descanso de quince minutos, está dirigido por Suso Silva. El actual Premio Nacional de Circo 2023, otorgado por el Ministerio de Cultura, se ha dulcificado después de propuestas aterradoras –con mezcla de humor y diferentes artes escénicas, como Psicosis, la trilogía: Circo de los horrores, Manicomio y Cabaret Maldito o Apocalipsis– y ha sabido equilibrar la belleza estilística, con una estética muy cuidada en su parte visual, con el contenido propio de disciplinas circenses, llevadas a cabo por más de 50 artistas de siete nacionalidades distintas provenientes de las mejores y más antiguas escuelas de circo, como la China y Mongolia. Parte de este mérito, también recae en las coreografías diseñadas expresamente para este espectáculo por la prestigiosa Kristine Lindmark.
Resulta probable que muchos de los asistentes hayan visto ya, bien en directo o por televisión, números genéricos de estas disciplinas, pero estoy convencido que muy pocos han presenciado propuestas tan concretas y asombrosas como las llevadas a cabo en este espectáculo. Circlassica, Leyendas de Asia ha contado con un despliegue acrobático espectacular, imposibles números aéreos de un altísimo nivel y contorsiones, que ponen a prueba la elasticidad humana. En ese extremo, también se situaron las encargadas de ejecutar la compleja y difícil técnica del tiro con arco con las extremidades inferiores, como si hacerlo con los brazos no fuera ya complicado de por sí. En un primer momento, me sorprendió la escasez y simplicidad de aparatos usados, pero conforme iban pasando los minutos me fui dando cuenta de que no eran necesarios y conseguían potenciar, todavía más, la calidad y precisión de estos artistas que, literalmente, son capaces de volar o usar sus cuerpos como puntos de apoyo.
Una de las propuestas más aplaudidas fue la realizada por Tulga, quien, como el que coge una canica, realizó malabares con varias bolas muy pesadas y sostuvo con su cuerpo un poste en llamas. Digno de ver y no apto para miedosos. Para no olvidarnos de la temática cultural asiática, también destacaría las artes marciales y, cómo no, la siempre vistosa y clásica danza folclórica más popular de China: la Danza del León. En esa vistosidad y elegancia cabe mencionar el sobresaliente trabajo de María González, al frente del vestuario, por ofrecernos la mejor selección de trajes y atuendos asiáticos. Me he dejado para el final, curiosamente, el primero de los artistas en salir a escena y el sostén del espectáculo, un sensacional y divertido payaso capaz de atraer la atención de todos los espectadores para animar las transiciones entre números y, como no podía ser de otro modo, de conseguir nuestra carcajada con simples pero ingeniosos juegos grupales con el público como protagonista.
El viaje al continente asiático no solo se produce con el contenido sino también con el continente, en un impresionante y sorprendente espacio escenográfico diseñado por Anna Calvo, con majestuosas pagodas y coloridos almendros en flor, bajo un primaveral arco iris. Una construcción escénica y escenográfica iluminada por Juanjo Llorens, un maestro galardonado con cuatro premios MAX, con una onírica banda sonora. Todo este despliegue físico y sensorial, me recordó a la teoría filosófica de los Cinco elementos, proveniente precisamente de China, donde el fuego (火, huǒ), agua (水, shǔi), madera (木, mù), metal (金, jīn) y tierra (土, tǔ), todos ellos protagonistas en este espectáculo, sirven para clasificar los fenómenos naturales, y sus interrelaciones, y en esta ocasión también los artísticos.
Circlassica, Leyendas de Asia es el viaje circense definitivo al corazón de Asia a través de sus cuentos, mitos y leyendas y de la voz y mano de profesionales de las artes
Producción: Productores de Sonrisas
Dirección: Suso Silva
Escenografía: Anna Calvo
Iluminación: Juanjo Llorens
Coreografía: Kristine Lindmark