La anterior directora, que ahora dirige el Español y Las naves del Matadero, confesó que ha descubierto que le gusta meterse a arreglar instituciones que están en mal estado. Lo estaba el Festival, indudablemente, cuyos problemas financieros marcaron el mandato de Natalia, ¡ay, Emilio! “Fue una labor muy compleja y por momentos muy dura”, explicó, siempre con una sonrisa y con agradecimiento a Almagro. En Fúcares le dieron el otro día el premio Lorenzo Luzuriaga y lo ha recibido con agradecimiento y un punto de melancolía.
Onda Almagro cubre el Festival con más cuidado que cualquier otro medio, como es normal. Y lo digo desde uno en el que se trabaja para las artes escénicas con pocos medios y mucho esfuerzo. Lo cierto es que en Almagro son bastantes las instituciones que alimentan el Festival, que lo viven con una intensidad contagiosa. Otra de ellas es el Ateneo, que ha programado muchísimas actividades y de enorme calidad. Han tenido diálogos con actores de la talla de José Sacristán o, esta misma semana, Charo López. Han presentado libros, han hablado de moda y teatro… En fin, que es una pena no haber tenido tiempo para compartir con ellos algunos momentos. Hace unos días charlé un ratillo, muy poco, que tenía que ir al teatro, con su presidente, José Antonio Prieto. Me contó lo que habían hecho con entusiasmo. Me gustó mucho lo que me dijo casi al final: “Sabemos disfrutarlo”. Que sigan haciéndolo por muchos años, porque enriquecen la vida cultural encajera durante todo el año y especialmente en julio, y no siempre se lo reconocemos, atareados como estas en mil y una cosa.
Por ahí anda también el CELCIT, con sus cosas. Hace poco vi en Facebook a Álvaro Tato con su alma mater, Luis Molina, que en agosto da nombre al I Certamen Nacional de Teatro Clásico amateur de Almagro. El concurso lo organizan el Ayuntamiento y El Taular, que está presente en el Festival con El teatro de sus mercedes. Como también está presente Las teatralizadas con Los empeños de una caja.
No hace falta rascar mucho en la superficie social de Almagro para darse cuenta de cómo ha calado el Festival, aunque a veces, a primera vista, no lo parezca. Este fin de semana, por ejemplo, se celebrará la verbena de la Magdalena, que ya no se separa, en nuestro imaginario, del Festival. Es la más cultural, alocada e integradora de nuestras celebraciones. Han estado montando la barra un par de días, cuando el calor todavía apretaba, pero ya la tienen allí, anunciando lo que está por venir. El viernes y el sábado habrá que acercarse.