En la mística y acogedora atmósfera de La Escalera de Jacob, un rincón emblemático del teatro OFF en Madrid, Juanma González presenta «El Mentalista», un espectáculo que promete transformar nuestra comprensión de la realidad. Este icónico espacio, conocido por su cercanía e intimidad, se convierte en el escenario perfecto para, con su carisma y maestría, invitar al público a un viaje fascinante a través de los recovecos más profundos de la mente humana. Aquí, cada función se convierte en una experiencia única e irrepetible, donde la magia y el mentalismo se entrelazan para desafiar los límites de nuestra percepción y abrir nuevas ventanas a lo desconocido.
Desde el momento en que Juanma González aparece sorpresivamente en el escenario, es evidente que estamos ante un maestro de su arte. Su formación extensa y su talento innato se manifiestan en cada movimiento y palabra. «El Mentalista» no es solo un espectáculo de magia; es una exploración profunda de la mente humana, donde la línea entre la realidad y la ilusión se difumina de manera intrigante. De hecho, antes de entrar a valorar sus habilidades técnicas, destacaría cómo a través del arte de contar historias cautivadoras (conocido como Storytelling) y mediante ejemplos prácticos, conecta con la audiencia a un nivel emocional, despertando su curiosidad y dejando una impresión duradera una vez abandonada la sala. El artista valenciano, formado en la Escuela Superior de Arte Dramático de Madrid y en el Estudio Corazza de Valencia, utiliza su talento para explorar preguntas existenciales sobre la realidad y la historia personal de cada uno. ¿Qué significa el concepto de «realidad»? ¿Conocemos verdaderamente la historia de nuestra vida? ¿Existe el destino y podemos influir en él? Estas preguntas resuenan a lo largo del espectáculo, invitando al público a una introspección que puede cambiar para siempre su forma de ver la vida.
Otra de las grandes fortalezas de este espectáculo, gracias también al espacio donde se representa y a la dirección precisa de Raúl Alfonso, es la conexión íntima que González establece con su audiencia. A diferencia de otros espectáculos de mentalismo que pueden parecer distantes o fríos, El Mentalista es profundamente personal. Juanma abre su mundo al público, permitiendo que la persona detrás del personaje emerja. Esta cercanía crea una atmósfera única, donde cada espectador se siente parte esencial de la experiencia. Además, involucra al público en su actuación. Mediante sorprendentes experiencias interactivas, los espectadores se transforman en participantes activos del espectáculo, desafiando su escepticismo y permitiendo que sus mentes sean exploradas y desentrañadas en tiempo real. Vale la pena observar las caras de asombro de los asistentes, como si lo que acabaran de presenciar no tuviera explicación lógica.
Como bien indica el nombre, uno de los pilares de este espectáculo es el mentalismo; de hecho, a mi juicio, ha conseguido hacerse un hueco entre los más renombrados al alzarse con el tercer Premio Nacional de Mentalismo este mismo año. Su punto de inflexión, donde adquirió más notoriedad, fue con la participación en el concurso televisivo Got Talent; con su número de adivinación consiguió el codiciado sí de Risto Mejide, quien afirmó que, gracias a él, había “vuelto a creer”. González vuelve a demostrar noche tras noche, ser capaz de penetrar en la mente humana, incluso jugar e interactuar con ella, descifrar lo que estamos pensando y hasta conocer aquello que descartamos. Su habilidad va más allá de la simple lectura de pensamientos; puede adivinar recuerdos pasados y detalles íntimos, e incluso identificar dibujos hechos por los espectadores sin verlos. En definitiva, desafía las expectativas y nos expone la permeabilidad de la mente humana, creando una experiencia que trasciende lo imaginable.
Además del mentalismo, otro componente crucial del espectáculo es la hipnosis. A través de ejercicios cuidadosamente diseñados, los participantes experimentan sensaciones extraordinarias, imposibles de alcanzar en su estado consciente. Con el más absoluto respeto y cuidado hacia su audiencia, Juanma guía sus mentes hacia estados de relajación profunda, donde la imaginación y la realidad se entrelazan sin ser conscientes de ello. Estos momentos hipnóticos no solo son impresionantes por su impacto inmediato, sino también por la forma en que permiten a los espectadores explorar aspectos recónditos de su psique, con ejemplos físicos y visuales, llevando la experiencia teatral a un nivel completamente nuevo de sugestión, introspección y maravilla.
Una mención especial merece el trabajo de iluminación y sonido de Fernando Caballero, que complementa y enriquece la experiencia hipnótica. Los cambios de tonalidad en la iluminación crean una atmósfera que oscila entre lo etéreo y lo misterioso, realzando cada momento del espectáculo. La música clásica y sugerente, añade una capa adicional de profundidad emocional, envolviendo a los espectadores y acentuando la magia del momento. Estos elementos técnicos, perfectamente sincronizados, contribuyen a que la audiencia se sumerja por completo en el fascinante mundo que Juanma González crea en cada función.
En conclusión, El Mentalista no es solo un espectáculo de magia y mentalismo; es una experiencia transformadora que invita al público a explorar los límites de su mente y su percepción de la realidad. De la mano de su maestría en mentalismo e hipnosis, Juanma nos muestra que la mente humana es capaz de maravillas inimaginables, desafiando nuestro escepticismo y revelando las infinitas posibilidades que existen dentro de nosotros mismos. Pero más allá de los impresionantes trucos y las fascinantes ilusiones, el verdadero mensaje radica en la importancia de creer en nosotros mismos y en nuestra capacidad para crear y vivir nuestra propia historia. Al igual que él moldea la realidad sobre el escenario, nosotros también podemos moldear nuestras vidas, convirtiendo nuestros sueños en realidad. En cada función, inspira a los espectadores a tener fe en su propio potencial y a atreverse a escribir su propio destino, demostrando que la verdadera magia reside en la fuerza de nuestra voluntad y en la convicción de nuestras creencias.
Idea y guión: Juanma González
Dirección: Raúl Alfonso
Consultor Artístico: Hugo Maximiliano
Diseño de Luces y Sonido: Fernando Caballero
Diseño de Cartel: Ángel Suazo