En medio de guerras fratricidas y contratiempos inolvidables – donde las vidas truncadas por decisiones erróneas y amores tóxicos encuentran una voz para contar su historia – el Teatro La Latina abre un oasis de arte y cultura para embarcarnos en una singladura inolvidable de intrigas, romance y redención entre las telas del tiempo y las costuras del destino.
La aclamada novela de María Dueñas, traducida a 40 idiomas, con más de diez millones de ejemplares vendidos y con una serie televisiva de éxito, cobra vida en el escenario para rescatar a Sira Quiroga, una joven modista de Madrid envuelta en un torbellino de emociones al seguir a un incipiente amor hasta Tánger en los albores de la Guerra Civil Española. En esta tierra de exotismo y peligros, Sira enfrenta el abandono y la traición, forjando una nueva identidad en Tetuán, donde su talento para la moda la lleva a codearse con altas esferas, viajar al Madrid pro-alemán de la inmediata posguerra y a una Lisboa cosmopolita repleta de espías en un ambiente prebélico. Sin ella darse cuenta, su destino se ve entrelazado con los hilos de la diplomacia, entrañando desafíos que pondrán a prueba su coraje y lealtad a lo largo de una emocionante y turbulenta travesía.
Narrativa emocionante y fiel a la novela cargada de valores universales
Esta adaptación es una oda al poder de la narrativa, la música y el teatro para transportarnos a mundos de belleza y profundidad. La visión de Dario Regattieri como productor ejecutivo de Beon Entertainment, nominada en la categoría de ‘mejor labor de producción’ en la segunda edición de los Premios Talía 2024, ha dado lugar a un espectáculo que cautiva desde el primer momento; a la vez que la composición magistral de Iván Macías y la pluma brillante de Félix Amador han logrado capturar la esencia de la novela con una fidelidad extraordinaria. Esta colaboración conjunta, ya probada en éxitos anteriores como ¿Quién mató a Sherlock Holmes? o El Médico, el musical, demuestra una vez más su maestría en la creación de obras teatrales con su combinación perfecta de texto y música. Amador enfrenta el desafío de condensar las 600 páginas de la novela en un libreto que no solo conserva la esencia principal, sino que también resalta y potencia los valores y temas universales que la hacen tan poderosa. Desde la capacidad de superación hasta la fortaleza femenina y el amor maternal, cada elemento se entrelaza hábilmente en un tapiz sugestivo que conmueve al espectador. La estructura de la obra, guiada por los tempos perfectamente calibrados, nos lleva a un viaje emocional donde plasmar con una sensibilidad excepcional las vicisitudes de la protagonista.
Música cautivadora para evocar magistralmente el viaje emocional de la protagonista, acompañada de fascinantes números
La música, una auténtica joya, brilla con el excepcional trabajo de Iván Macías como compositor. Con una destreza sin igual, este talentoso director y pianista refleja brillantemente el viaje emocional y físico de la protagonista. Desde los ritmos exóticos de oriente hasta la calidez y sensualidad de otras melodías, pasando por toques modernos y castizos, cada nota está meticulosamente diseñada para transportar al espectador a los diversos escenarios creados por María Dueñas en su novela. Macías logra mantener un leitmotiv reconocible a lo largo de toda la obra, añadiendo una capa adicional de cohesión y profundidad a la experiencia musical. Este motivo recurrente actúa como un hilo conductor que guía al espectador a través de los altibajos emocionales de la historia, haciendo que la música sea aún más emocionante y atrayente. Además del talento del compositor de obras como El Médico, es importante destacar el excepcional trabajo de la orquesta en directo, así como la dirección magistral de Lawrence Aliganga. Su habilidad para llevar la partitura a la vida en el escenario es fundamental para el éxito de la producción, y su contribución no pasa desapercibida.
Las letras son una parte fundamental del espectáculo, como corresponde a cualquier musical de calidad. La supervisión vocal de María José Santos es verdaderamente sobresaliente. El equilibrio entre las frases declamadas y cantadas es perfecto, y contribuye a potenciar los sentimientos de los personajes de manera magistral. Además, la compatibilidad entre ambos estilos enriquece el diálogo recitado-cantado, aportando una profundidad adicional a la narrativa cercano a lo operístico. Es difícil destacar momentos específicos, ya que cada uno tiene su propio significado, pero canciones como «Libertad» durante la llegada a Tánger de la protagonista o el emotivo final son ciertamente icónicas. Las letras están impregnadas del lugar, la cultura y el ambiente en el que se desarrolla la historia, desde los festines llenos de alegría hasta los gritos desgarradores por la guerra. Esta conexión con el contexto añade una capa de autenticidad y emoción a la experiencia teatral.
Exquisita dirección con aprovechamiento del espacio escénico con variadas y vistosas coreografías
La dirección magistral de Federico Barrios Fierro, caracterizada por su impecabilidad, se destaca una vez más, como es habitual en sus trabajos anteriores en producciones como West Side Story, Cabaret o Nine. Su meticulosidad y claridad en la narrativa son evidentes, y su habilidad para aprovechar todo el espacio escénico, creando escenas paralelas y jugando con las alturas, es notable. La ausencia de entropía escénica es un reflejo del cuidado y la atención al detalle en la coordinación de la obra. Las coreografías, atribuidas al mismo Barrios, son otro punto destacado de la producción. Los movimientos son precisos, limpios y sin margen para el error, con una variedad de técnicas que van desde las grupales hasta las folclóricas e individuales. Su enfoque en buscar la verdad en cada escena y en cada personaje revela su compromiso con la excelencia artística. Como ha repetido en numerosas ocasiones, Barrios cree en el poder del teatro musical para transmitir emociones profundas y complejas, utilizando la música, la coreografía y la actuación para llegar directamente al corazón del espectador. Objetivo más que cumplido.
Un maravilloso y entregado reparto de altísimo nivel con actuaciones cargadas de verdad
La calidad del elenco es, sin duda, otro de los motivos irresistibles para sumergirse en esta experiencia musical. Cada uno de los 21 actores y actrices aporta un nivel de excelencia tanto vocal como escénica, dejando una huella personal e inolvidable en cada interpretación.
Todos los ojos se posan sobre Cristina Picos, alternante de Alba Cuartero, deslumbrante como Sira Quiroga, el eje central de la trama. Con una presencia imponente y una entrega sin reservas, esta actriz y cantante gallega participante en musicales como el Médico o Los sueños de Elsa encarna magistralmente el coraje y la determinación de su personaje, mostrando una evolución palpable a lo largo de la obra. Su voz, poderosa, limpia y emotiva, llena el teatro con una intensidad que conmueve, aportando una fuerza y ternura que impregnan toda la producción. Como curiosidad, destacar que Picos realiza hasta 17 cambios de vestuario, en algunos casos en menos de 10 segundos, y permanece sobre el escenario 2 horas y 20 minutos de las 2 horas y 30 minutos que dura la obra.
Acompañando a Picos en este viaje, Jan Forrellat asume el papel de Marcus Logan, el periodista británico que se convierte en un compañero de vida para Sira. Con su elegancia natural y su presencia magnética en el escenario, este actor, con papeles protagonistas en El Médico o El Principito, personifica el encanto del gentleman, consolidando gradualmente su posición como un pilar fundamental en la trama. Su dueto con Picos es un momento sublime que rivaliza con las mejores parejas de musicales, dejando una impresión perdurable en la memoria del espectador. Por otro lado, Rodrigo Blanco irradia una malevolencia intrigante en su interpretación de Ramiro, el antagonista que traiciona a Sira. Con una actuación llena de astucia y maldad, Blanco nos sumerge en los bajos fondos de Tánger, ofreciendo una escena musical cargada de lujuria y desenfreno que cautiva y perturba a partes iguales.
El recorrido de la protagonista estaría incompleto sin la presencia de tres mujeres fundamentales que dan forma a su historia: Noemi Mazoy da vida a Dolores, la abnegada y perspicaz madre de Sira, protagonizando uno de los momentos más trágicos y desgarradores de la narrativa musical. Teresa Alba encarna a Candelaria, la dueña de la pensión y estraperlista, quien aporta dosis de humor a la trama junto a Patricia Carlos de Vergara como Hamila, brindando un toque castizo con palos flamencos. Gema Bastante, por su parte, irradia elegancia, estilo y distinción como Rosalinda Fox, la joven inglesa amante de Juan Luis Beigbeder, Alto Comisario de Tetuán. Destaca también la sobresaliente interpretación de Paco Arrojo en el papel de Da Silva, entregándose a un asombroso solo musical con ecos de la bossa nova portuguesa. Paco Abad aporta una energía vibrante al escenario como el dibujante y ayudante de la protagonista, mientras que Alberto Vázquez encarna con seriedad y contundencia a Gonzalo Alvarado, el padre de Sira.
La construcción escenográfica, obra de Ricardo Sánchez Cuerda, es un elemento esencial de la producción, destacando por su inteligencia y funcionalidad. La disposición de estructuras móviles laterales y escaleras movibles en la parte central proporciona elegantes entradas y salidas desde diversos ángulos, creando una sensación de profundidad y facilitando los cambios de escena de manera fluida y dinámica. Otra de las esencias de esta producción es el diseño de vestuario del modista y figurinista Lorenzo Caprile. Con su genio e ingenio creativo, ha logrado adaptar cada traje a la perfección para reflejar la personalidad y el contexto de los personajes en cada escena. Todos los elementos de vestuario son de la época, incluso algunos de los uniformes españoles y alemanes son piezas originales. Este trabajo, junto al de Marietta Calderón, ha sido galardonado con el premio Talía de Teatro en esta categoría el pasado año. Por último, la exquisita caracterización por parte de Aarón Domínguez, el cuidadoso diseño de sonido a cargo de Javier Isequilla y la iluminación precisa de Felipe Ramos completan la experiencia, sumergiendo por completo al espectador en este fascinante viaje musical.
Productor Ejecutivo: Darío Regattieri
Compositor musical: Iván Macías
Escritor y autor del libreto: Félix Amador
Autora: María Dueñas
Director y Coreógrafo: Federico Barrios Fierro
Reparto: Alba Cuartero, Cristina Picos, Jan Forrellat, Teresa Alba, Gema Bastante, Paco Arrojo, Rodrigo Blanco, Noemí Mazoy, Alberto Vázquez, Gustavo Rodríguez, Aurora Frías, Patricia Carlos de Vergara, Julio Morales, Pablo Abad, Pedro Estrada, Camila Puelma, Noelia Cano, Esther Santaella, Guillermo Pareja, Fran León, Rocío Margón
Escenógrafo: Ricardo Sánchez Cuerda
Diseño de Vestuario: Lorenzo Caprile
Dirección de Vestuario: Marietta Calderón
Diseño iluminación: Felipe Ramos
Diseñador de Sonido: Javier Isequilla
Directora Vocal y artística: María José Santos
Diseñador de Caracterización: Aarón Domínguez
Director Técnico: Pablo Santos