La mítica sala Galileo Galilei de Madrid, siempre una cuna para la innovación musical, fue testigo de un espectáculo que reescribe las reglas del género musical y la fusión de géneros. «Feel the Difference», la nueva propuesta del violinista Pablo Navarro, es un viaje sonoro que desafía expectativas y consolida a este artista como una figura ineludible en la escena contemporánea.
Pablo Navarro, conocido por su inconfundible violín eléctrico, ha dado un paso más allá en su evolución artística. Con una Brass Band compuesta por nueve músicos excepcionales (saxofones, trompetas, trombones, guitarra, bajo, piano y batería), Navarro, Licenciado por el Real Conservatorio Superior de Música de Madrid, se embarca en un experimento musical donde lo clásico y lo moderno convergen. El resultado es una experiencia multisensorial desde los ecos inmortales de Vivaldi, Beethoven o Mozart hasta los sonidos pop de Miley Cyrus, Harry Styles o Adele. La propuesta es un acierto indiscutible. La riqueza del sonido de la Brass Band aporta una profundidad y dinamismo a las piezas, algo que pocas veces se ve en un formato en vivo. Navarro, además, demuestra una generosidad artística admirable, ofreciendo a cada músico su momento para brillar, lo que refuerza la sensación de estar ante algo más que un espectáculo, una celebración colectiva del arte. Los solos de los trombones, las líneas rítmicas del bajo y la energía de la batería además de complementos del violín, añadieron capas y texturas que hicieron que cada tema sonara único.
Uno de los puntos fuertes de la noche fue la reinterpretación de piezas clásicas, donde el virtuosismo del violinista brilló con intensidad. Su técnica impecable y su capacidad para hacer dialogar lo tradicional con lo contemporáneo dejaron al público fascinado. Con la transición de temas clásicos de Luis Miguel o Massiel a temas actuales, como las emotivas melodías de Adele o las vibrantes composiciones de Harry Styles, mostró una habilidad para conectar generaciones y gustos musicales. Otro aspecto especialmente destacable de «Feel the Difference» es la faceta creativa de Pablo Navarro, quien no solo reinterpreta, sino que también apuesta por sus propias composiciones originales. Estos nuevos temas, pegadizos, divertidos y con un marcado espíritu bailable, aportaron frescura al espectáculo y conectaron de inmediato con el público. La sala Galileo se convirtió en una auténtica fiesta, con una energía contagiosa que hizo a todos los asistentes moverse al ritmo de la música. Esta capacidad para crear canciones añade un plus al talento de Navarro, pionero en violín eléctrico en España, consolidándolo como un artista integral, capaz de innovar y de conquistar tanto con su técnica como con su creatividad.
Los momentos de reencuentro con músicos amigos y la participación de solistas como Anael añadieron una capa emocional y de sorpresa. Estas intervenciones, lejos de sentirse como añadidos forzados, enriquecieron el espectáculo y aportaron una dimensión personal al conjunto. Si bien la música fue impecable, el espectáculo hubiera ganado mucho con una narrativa más cohesionada. La selección de temas era diversa y emocionante, pero en algunos momentos se sintió algo aleatoria, como si faltara un hilo conductor unificador en torno a una historia más clara. En definitiva, «Feel the Difference» no es solo un espectáculo musical, es una declaración de intenciones por parte de Pablo Navarro. Su capacidad para fusionar géneros, reinterpretar clásicos y crear nuevas piezas lo posiciona como un artista valiente y versátil. Acompañado de músicos excepcionales y con una puesta en escena llena de energía, Navarro consigue que su espectáculo vaya más allá de una actuación: es una celebración de la música en todas sus formas.