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Lo nunca visto: Berto Romero disecciona al ser humano entre carcajadas y reflexiones

Berto Romero

Berto Romero

Berto Romero, en su más reciente espectáculo ubicado en el Gran Teatro CaixaBank Príncipe Pío, nos entrega una obra basada en el complejo pero efectivo análisis del ser humano. Con un humor afilado y sumamente inteligente, Romero se pone una vez más el traje de maestro de la comedia, confeccionando una pieza que no solo busca arrancar carcajadas, sino también reflexionar de manera sutil y certera sobre las vulnerabilidades humanas, nuestra inconsciencia cotidiana y la facilidad con la que nos dejamos manipular.

Desde el primer momento, se percibe un cuidado minucioso en cada detalle del espectáculo. Lejos de ser un simple monólogo, «Lo nunca visto» es una propuesta escénica multidimensional con intentos de magia, música, efectos especiales y demás sorpresas desplegadas a lo largo de la representación. Pero, sobre todo, lo que marca este espectáculo es la risa. Y no es cualquier risa: es una risa profunda, catártica y, en muchas ocasiones, nerviosa, como si el público estuviera ante un espejo deformante sobre nuestras inseguridades y absurdos, pero lo hace de manera tan ingeniosa que no nos queda otra opción más que reírnos de nosotros mismos.

El también participante y presentador de programas televisivos “Buenas noches y Buenafuente” (Antena 3) y “En el aire” (La Sexta), se mete en la mente de su audiencia con una precisión quirúrgica, manejando los resortes del inconsciente de manera que uno no puede evitar preguntarse cómo hemos llegado a este punto donde estamos siendo manipulados, por supuesto, siempre con la risa como fondo. El espectáculo tiene un fino hilo conductor con esa idea: la facilidad con la que las personas podemos ser dirigidas y llevadas hacia conclusiones ridículas o a reacciones inesperadas mediante técnicas sencillas, pero, a la vez, infalibles. El comediante expone estas verdades con una naturalidad asombrosa, como si de una conversación casual se tratase, pero detrás de cada chiste hay una disección del comportamiento humano invitándonos a cuestionar nuestras propias acciones. A través de sus sketches y reflexiones, el cómico catalán ofrece un traje a medida de la condición humana. Nos enfrenta a nuestras torpezas, a esos momentos incómodos y a nuestros pensamientos más irracionales, y lo hace con una empatía sorprendente, sin caer en el juicio, pero sí en el análisis.

Uno de los puntos más destacables es cómo Berto Romero aborda los límites del humor, no para respetarlos, sino para transgredirlos y luego reírse de ellos. En este sentido, el espectáculo no teme tocar todos los palos del humor: desde el humor absurdo hasta el más reflexivo, pasando por lo incómodo y lo políticamente incorrecto. Es en esta capacidad para navegar entre lo permisible y lo tabú donde el locutor del programa de radio de la Cadena SER “Nadie sabe nada” demuestra su maestría. No se trata de hacer humor ofensivo por el simple placer de provocar, sino de usar el humor como una herramienta de reflexión, una llave para abrirnos la puerta y cuestionar por qué ciertas cosas nos hacen gracia y otras no. Se permite explorar terrenos peligrosos, pero siempre encuentra el camino de regreso a la risa, logrando que el público respire aliviado justo cuando parece que se ha cruzado una línea.

La propuesta visual y técnica del espectáculo dirigida por Miquel Company es otro de sus puntos fuertes. Aunque podríamos esperar un monólogo limitado a la presencia de un solo comediante en el escenario, Berto Romero rompe con esa expectativa desde el principio. La integración de elementos como la música y los efectos especiales se siente orgánica y no forzada, como si estos recursos no fueran añadidos por el simple hecho de sorprender, sino para reforzar el mensaje central y potenciar la experiencia humorística. La música en directo de Iván Lagarto juega un papel clave, aportando una atmósfera única que acompaña y enriquece el espectáculo. Especialmente en las canciones sobre la maldad del ser humano, el compositor logra combinar melodías que refuerzan el tono ácido e irónico de las reflexiones de Romero. Su música no es un simple fondo, sino un complemento perfecto de la dualidad entre lo cómico y lo perturbador, sin perder el humor inteligente. Las canciones añaden dinamismo y profundidad, haciendo de la experiencia algo más que risas: una reflexión sonora sobre nuestras sombras.

Finalmente, no podemos dejar de mencionar la piedra angular del espectáculo: las risas. Berto Romero sabe hacer reír como pocos, y en su show lo consigue de manera constante, contundente y diversa. Es un humor que, aunque parte de la reflexión y la crítica, no se siente pesado ni intelectualizado. Al contrario, es un humor accesible, directo al público a través de su universalidad y que no deja de sorprender por su agudeza.  En conclusión, «Lo nunca visto» es un espectáculo sorprendente y sumamente cuidado donde, más allá de ser una simple sucesión de gags, se erige como una pieza compleja y enriquecedora, una obra direccionadora sobre la vertiente más irracional, inconsciente y manipulable del ser humano. Con una puesta en escena con diversos elementos escénicos y una inteligencia que traspasa las barreras del humor, Romero nos ofrece un espectáculo que merece la etiqueta de lo nunca visto. Y, por encima de todo, nos hace reír de principio a fin, confirmando que, en el humor, pocas cosas son tan infalibles como la risa en todas sus formas.

Monologuista: Berto Romero

Guitarra: Iván Lagarto

Dirección: Berto Romero y Miquel Company

Guión: Berto Romero, Rafel Barceló y Tomàs Fuentes

Música: Miquel Company, Iván Lagarto y Berto Romero

Producción: El Cansancio y MPC MANAGEMENT

Coro: Messengers

Estilismo: Serena Buselli

Sastra: Rosa Pérez Cadenas

Efectos especiales: DDT

Escenografía: Miquel Company

Regiduría: Manel Martín

Montaje: Neoscreens

Pintura cartel: Albert Bonet

Fotografía: Lander Larrañaga

Cartel: Silvia Muñoz

Grabación coro: Christian Rey Nagel

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