La música tiene un poder único para transportarnos, despertando recuerdos y emociones que se quedan grabados en nuestra memoria. Las canciones de ABBA, con sus melodías pegadizas y letras universales, funcionan como una auténtica máquina del tiempo, evocando momentos especiales de nuestras vidas. Revivir estos himnos en directo es un lujo que, en el caso de “Mamma Mia! El Musical”, se convierte en una experiencia inolvidable. En su 20 aniversario en España, esta obra nos invita a sumergirnos en un mundo de emociones y a viajar a una idílica isla griega en pleno corazón del Teatro Rialto. Con más de dos décadas de éxitos, este musical demuestra que sigue siendo un clásico atemporal para conectar a generaciones a través de su vibrante energía y su mensaje universal.
Tras su paso exitoso por la cartelera, donde fue visto por más de 300.000 espectadores en su última etapa, “Mamma Mia!” regresa con renovado esplendor en su última temporada. En esta versión, David Serrano, responsable de la adaptación al castellano, y Juan Carlos Fisher, como director, han sabido conjugar respeto por el libreto original de Catherine Johnson con una visión fresca y moderna. Manteniendo intacta la esencia de esta historia, ambos han logrado potenciar su dimensión cómica y emocional, facilitando la conexión con el espectador. Las canciones, traducidas al español con gran acierto, enriquecen la experiencia, haciendo que el espectáculo sea más accesible y cercano, aunque los amantes de los temas en inglés encontrarán un guiño especial al final de la función.
La dirección de Juan Carlos Fisher, con una trayectoria impecable en el teatro musical, es uno de los puntos más destacados de esta producción. Fisher ha conseguido un equilibrio perfecto entre los momentos de diálogo y los números musicales, integrándolos de manera fluida y natural. Cada escena está cargada de significado, creando una narrativa que fluye sin interrupciones y que mantiene al espectador inmerso en la historia. El ritmo de la obra es impecable, y aunque el segundo acto acumula varios números musicales seguidos, el dinamismo y la calidad de la puesta en escena se mantienen intactos. La dirección coreográfica de Iker Karrera es igualmente brillante. Sus coreografías, tanto complejas como expresivas, enriquecen cada número musical, aportando un componente visual que eleva la narrativa. Momentos como la performance circular, donde los bailarines crean una escena en movimiento mientras los protagonistas ocupan el centro del foco, son de una creatividad exquisita y poco común en este género.
No hay musical sin su música, y en el caso de “Mamma Mia!”, los temas de ABBA son la columna vertebral que sostiene esta emocionante historia. La banda sonora, dirigida magistralmente por Joan Miquel Pérez, cobra vida en el escenario gracias a un elenco vocal y musical de primer nivel. Desde clásicos como “Dancing Queen” y “Mamma Mia!” hasta baladas inolvidables como “Chiquitita” y “The Winner Takes It All”, cada canción está ejecutada con una precisión y pasión que encienden emociones profundas en el público.
La calidad interpretativa del reparto es otro de los grandes pilares del espectáculo. Verónica Ronda, en el papel de Donna, encarna con maestría la mezcla de fortaleza y vulnerabilidad del personaje, destacándose en números como “Money, Money, Money” y el conmovedor “Siento que se aleja”. Junto a ella, sus inseparables amigas, Mariola Peña (Tanya) e Inés León (Rosie), completan el trío de Donna and the Dynamos con actuaciones llenas de humor, energía y complicidad. Juntas protagonizan momentos memorables como “Super Trouper” y “Chiquitita”, que combinan emoción y diversión de una manera única.
El trío de protagonistas masculinos aporta un equilibrio perfecto de emociones y matices a la obra. Víctor Massán, en el papel de Sam, vuelve a destacar por su interpretación cargada de entereza y una profunda carga dramática, infundiendo a su personaje una dimensión emocional que enriquece la trama. Por su parte, Marc Parejo, como Harry, conquista a los presentes con su ternura, sensibilidad y autenticidad, convirtiéndose en una figura entrañable dentro de la historia. Finalmente, Joan Olivé, en el rol de Bill, aporta el toque de frescura y humor, destacando por su espontaneidad y chispa cómica. Sus mejores momentos musicales coinciden con los dúos junto a Verónica Ronda, además de otros sensacionales como el protagonizado por todos ellos en “Gracias por dejarme cantar canciones” o el de Olivé junto a León en un pillapilla amoroso.
En el elenco juvenil destacan Gina Gonfaus y Joan Martínez como los jóvenes contrayentes Sophie y Sky. La actriz catalana aporta delicadeza y sinceridad a su interpretación, combinando una expresividad emocional conmovedora con un gran desempeño vocal, que muestra una notable evolución respecto a la temporada anterior. Por su parte, Martínez deslumbra con su energía y frescura, apoyado en su destreza como bailarín. Juntos forman una pareja llena de química y armonía, consolidándose como uno de los dúos más destacados de la temporada. Jennifer Lima y Elena Díez, como las inseparables amigas de Sophie, aportan un desparpajo contagioso y una frescura vibrante que revitalizan las escenas del elenco juvenil. Ferran Enfedaque y Pep Gillem, en los roles masculinos, complementan al grupo con energía y carisma, añadiendo dinamismo a la trama. El resto del reparto brilla con igual intensidad, enriqueciendo cada momento de la obra. La evidente química entre todos los intérpretes, especialmente palpable al cierre de la función, aporta cohesión y un toque humano exquisito.
La ambientación y el diseño técnico son elementos esenciales que hacen de esta producción una experiencia inmersiva. Ricardo S. Cuerda, en la escenografía, y Gabriela Salaverri, en el vestuario, han creado un mundo visualmente impactante que transporta al público a una isla griega. Más de 400 trajes, diseñados con materiales provenientes de distintos países, suman autenticidad y colorido al montaje. Además, el diseño de sonido de Gastón Briski y la iluminación de Felipe Ramos utilizan tecnología avanzada para sumergir al espectador en un entorno costero envolvente, aportando un nivel de realismo y detalle impresionante.
Libreto: Catherine Johnson.
Composición musical: Benny Andersson y Björn Ulvaeus, con la colaboración de Stig Anderson.
Dirección: Juan Carlos Fisher.
Traducción y Adaptación de las canciones: Alejandro Serrano y David Serrano
Reparto: Verónica Ronda, Inés León, Mariola Peña, Víctor Massán, Marc Parejo, Joan Olivé, Gina Gonfaus, Joan Martinez, Elena Díez, Jennifer Lima, Ferran Enfedaque, Pep Guillem, Elvira Santa María, Mario Ríos, Patricia Sánchez, Ángela Bonilla, Ainhoa Planas, Sergio Shimose, Geena Pacareu, Juan Cano, Julio Takata, Alex Abad, Oscar Muñoz, Cristian Pérez, Estefanía del Pino, Carla Places, Quique Niza, Beatriz Ros, Carlos de Austria, Ylenia Baglietto..
Diseño de Coreografías: Iker Karrera.
Diseño de Vestuario: Gabriela Salaverri.
Diseño de Escenografía: Ricardo Sánchez-Cuerda.
Diseño de Iluminación: Felipe Ramos.
Diseño de Sonido: Gastón Briski.
Diseño de Caracterización Chema Noci.
Dirección Musical: Joan Miquel Pérez.
Producción Técnica: Guillermo Cuenca.
Jefe Técnico: Gonzalo Martínez Alpuente.
Dirección Producción Artística: Carmen Márquez.
Ayudante de Dirección: Rómulo Assereto.
Dirección de Casting: Carmen Márquez, Carmelo Lorenzo y Blanca Azorín.
Productores Ejecutivos: Marcos Cámara, Juan José Rivero.
Productores: Pilar Gutiérrez, Marcos Cámara y Juan José Rivero.