Piadosas, mentirijillas, medias verdades; eufemismos, al fin y al cabo, para ocultar lo que no queremos que otros conozcan. Seamos sinceros, decir la verdad no siempre es fácil. Algunos la encubren sin dificultad y a otros se les ve a la legua. A quien resulta muy complicado de engañar es a una madre, su sexto sentido es un radar para las mentiras. Si quieren ver un ejemplo práctico, les emplazo a visitar el Teatro Maravillas. Esto, créanme, va en serio...