Asistir a #Quenonosfrunjanlafiesta es como montarse en una montaña rusa del humor, donde las risas están garantizadas desde el primer momento. Con este show, ubicado en Gran teatro Caixabank Príncipe Pío, el incombustible David Guapo no solo consigue conectar de manera directa con su público, sino que también lo envuelve en su particular y disparatada visión de la vida cotidiana, las relaciones de pareja, la tecnología y otros temas tan familiares como universales.
Guapo –monologuista revelación del 2011 con su aparición en “El Club De La Comedia”– arranca su espectáculo de manera original: establece las «normas básicas» de la función, pero lo hace con un ingenio tan agudo que transforma lo común en algo fresco y sorprendente. Desde este inicio, se nota que no será el típico monólogo, sino una experiencia interactiva. Más que hablar a su audiencia, dialoga con ella. Esa cercanía, en la que el espectador se convierte en cómplice de lo presenciado en directo, es uno de los mayores logros de la función.
Los temas tratados por Guapo –participante en programas televisivos de éxito como “Buenafuente”, “El Hormiguero” o “Nuevos Cómicos de Paramount Comedy”– son, en esencia, universales: las relaciones sentimentales, la familia, la tecnología, los anuncios, las películas… Sin embargo, su enfoque es tan agudo y original que lo familiar se convierte en algo novedoso. Las relaciones de pareja, por ejemplo, son vistas como interrogatorios en los que «todo lo que digas será usado en tu contra», una verdad conocida por todos y exagerada en esta ocasión hasta el punto de lo absurdo. Su análisis de los anuncios o de las películas, repletos de contradicciones y momentos ridículos, resulta irresistible, y es fácil ver por qué el público se ríe a carcajadas. Sus observaciones sobre el avance de la tecnología también son un reflejo satírico, que nos obliga a reírnos de nuestros propios hábitos y manías.
Uno de los puntos fuertes de “#Quenonosfrunjanlafiesta”, con más de 500.000 espectadores en toda España, es la manera en que Guapo –participante en el programa “Sé Lo Que Hicisteis”, donde se acabó de consolidar como una de las nuevas caras de la televisión a nivel nacional– maneja su voz y su cuerpo para maximizar el impacto cómico. Sus cambios de inflexión de voz, pasando de un tono suave a otro acelerado y frenético, contribuyen a generar momentos de auténtica hilaridad. Este juego de ritmos no solo capta la atención del público, crea un ambiente de sorpresa continua: nunca sabes cuál será el próximo giro en su discurso o cuándo sonará la siguiente risotada colectiva. A esto se suma una gestualidad exagerada y expresiva, que acompaña perfectamente sus palabras. Guapo convierte su cuerpo en un instrumento más del espectáculo, con movimientos y expresiones faciales que enriquecen cada gag. Su dominio de los tiempos cómicos, combinado con estos recursos visuales, lo eleva como un auténtico saltimbanqui del humor, capaz de mantener al público absorto durante todo el espectáculo.
En esta ocasión, y como nos tiene acostumbrados, el cómico –participante en la quinta temporada del programa musical “Tu cara me suena”– recurre a su inseparable guitarra, un elemento que añade música al espectáculo y convierte en una herramienta cómica de primera. Su destreza para componer canciones improvisadas con las palabras y sugerencias de los asistentes es uno de los momentos más brillantes del show. Es increíble ver cómo, en cuestión de segundos, logra hilar versos cargados de ingenio y humor, arrancando carcajadas que difícilmente se apagan. Es aquí donde su capacidad para fusionar humor y música alcanza su máxima expresión, confirmando que este cómico no solo domina el arte del monólogo, sino también el de la improvisación musical, una combinación que lo distingue de otros cómicos.
“#Quenonosfrunjanlafiesta” es, sin duda, uno de esos espectáculos que dejan huella. La combinación de humor fresco, improvisación constante y la inclusión de la música hacen de esta experiencia algo irrepetible en cada función. Guapo sabe cómo conectar con su público, cómo arrancar carcajadas desde el primer minuto y, sobre todo, cómo hacer que lo cotidiano se convierta en algo sorprendente y divertidísimo.