Una Antígona azteca, un tributo a Frida y una crítica al abuso del mito. Lo contrario a lo esperado de la ópera y de Frida
Podríamos definir su propuesta como “un clásico muy anti”, lo contrario a lo esperado de Frida y contrario a lo esperado de la ópera.
El Bien y el Mal se contraponen en esta antiópera basada en la obra «El narco negocia con Dios» de la dramaturga mexicana Sabina Berman.
Los que parecen malos quizás no los son tanto, los buenos quizás se quitan la careta. Es una obra de transiciones, de locura, de clichés.
Una mezcla continua de lo profundo y sagrado con lo frívolo y cómico. Una tragedia en toda regla con la que intentar reír es posible si nos gusta el humor negro.
Antífrida es una mujer universal que está cansada de ser manoseada, de verse en camisetas y cojines y ha venido a cantarnos las 40, al cumplir los 40.
En Antífrida hay 4 personajes: Una Frida/Antígona con una hermana Cristina/Ismene muy moral, un marido Diego/Creonte que la mata torpemente y un amante narco y ruso Trotsky/Hemón sensato y enamorado. Y también 4 figuras femeninas subyacentes: Frida Kahlo, Carmen Moragas, Anna Akhmátova y María de Zayas.
Antiópera porque es más teatro que ópera, porque hay lírica y música pero no hay director musical ni orquesta, no hay distancia y sí emoción.
Antiópera que enraíza con lo clásico para cantarnos un rap y para lanzar un mensaje muy claro sobre la igualdad de género y la importancia del lenguaje.
Antifrida es una obra de Ángel del Castillo (compositor, director y escenógrafo). Está interpretada por Pilar Moráguez (Frida, soprano); Juan Noval-Moro (Diego, tenor); Mina Gallardo (Cristina, mezzo soprano) y John Heath (León, barítono).
Las entradas se pueden reservar en antifrida.com