El cuarteto residente en la Yale School of Music incluye en su programa dos piezas de encargo inspiradas en "El arte de la fuga"
Esta formación, creada en 1992 y compuesta por Mark Steinberg, violín; Serena Canin, violín; Misha Amory, viola, y Nina Lee, violonchelo, es desde 2014 cuarteto residente en la Yale School of Music, donde sucedieron al Cuarteto de Cuerda de Tokio. En 1999 lo fue en la Universidad de Princeton, y también en la Universidad de Nueva York desde 1995.
Bretano String Quartet abrirá su concierto en Teatros del Canal con el Cuarteto de cuerda nº 16, Opus 135 La difícil decisión, de Beethoven. Fue el último cuarteto que compuso el músico alemán, en 1826, pocos meses antes de su muerte.
A continuación, interpretará dos piezas suscitadas por la escucha del Contrapunctus nº 2 y el Contrapunctus nº 11 de El arte de la fuga de Juan Sebastian Bach.
La primera de las piezas es ContraDictions, de Adolphe Bruce, un encargo que le hizo Brentano String Quartet al compositor dentro de un proyecto en torno a Bach para celebrar, en 2002, el décimo aniversario de la formación, y en el que participaron otros nueve autores.
La segunda pieza es Lude, de Steven Mackey, y en ella la música de Mackey se va entrelazando con el Contrapunctus de Bach.
El concierto concluirá con la interpretación del cuarteto de cuerda D.887., de Franz Schubert.
Galardonado con grandes premios de música, Brentano String Quartet actúa habitualmente en Estados Unidos y otros escenarios de Europa, Canadá, Japón y Australia. Ha trabajado con prestigiosos artistas como Elliot Carter y György Kurtág, e interpretado composiciones encargadas a músicos como Milton Babbitt o Jonathan Dawe.
La formación estadounidense ha grabado discos con cuartetos de Haydn, Mozart y Beethoven, y con compositores contemporáneos, como Bruce Adolphe, Chou Wen-chung, Steven Mackey y Charles Wuorinen. Su grabación más reciente reúne los Cuartetos K. 428 y K. 465 (Dissonance) de Mozart.
El cuarteto lleva el nombre de Antonie Brentano, a quien muchos estudiosos consideran la «amada inmortal» de Beethoven, la destinataria de su famoso texto amoroso hallado tras la muerte del compositor.