La dramaturga María Folguera firma un texto que explora la figura de la gran poeta de Lesbos, autora venerada y enigmática de la que nos han llegado poemas incompletos, mientras que Rosenvinge asume la dirección musical y Pazos la dirección de escena
En el elenco de Safo destacan virtuosas figuras de la escena musical contemporánea como Xerach Peñate, Lucía Rey, Irene Novoa y Juliane Heinemann, que acompañan sobre las tablas a la propia Rosenvinge, en la piel de Safo, y a las intérpretes Lucía Bocanegra, María Pizarro y Natalia Huarte
Christina Rosenvinge firma la dramaturgia junto a Pazos y Folguera y asume, además, la dirección musical y la interpretación de Safo, así como la composición de las canciones originales de rock electrónico que podrán escucharse en directo durante el espectáculo. Para Rosenvinge, “Safo fue una estrella del pop en el antigüedad. Sus poemas eran canciones que se interpretan ante grandes audiencias. Pero su música se ha perdido. No se ha podido reconstruir la sonoridad original de esas canciones que tuvieron tanto impacto en la antigüedad; son un misterio. Pero es posible -y muy tentador- zambullirse en su espíritu, en el dulce tormento de no poder agarrar lo deseado, coqueteando con los elementos de su legado, e iniciar un juego tan delicioso e infinito como su poesía. Al fin y al cabo, la forma fragmentaria en la que han sobrevivido la mayor parte de sus versos es precisamente eso, una invitación a imaginar. Con las piezas dispersas de un puzle milenario encima del escenario, cada uno vislumbrará su propio deseo, y su propio tormento”.
El universo plástico y visual de la directora de escena Marta Pazos, una de las creadoras más relevantes de la vanguardia escénica española, inundará el escenario en una nueva experiencia estética desbordante que se inspira en referentes como Vanessa Beecroft, Paula Rego, Patty Carrol, Mathew Barney, Ángela de la Cruz o Christo and Jeanne-Claude. En palabras de Pazos: “Safo es la poeta que nombra la pasión y el deseo; está conectada con el hedonismo femenino, pero su figura ha estado velada a lo largo de la historia. Por ello, la puesta en escena de Safo transita entre lo oculto y lo revelado. En un diálogo constante entre lo que se ha perdido y lo que ha permanecido a lo largo de los siglos, la plástica escénica gira en torno al estudio de la propia iconografía de la poeta. Safo lo inunda todo. El sol de Lesbos desaparece y ella es una lluvia encantadora que derrite los cuerpos de mármol, que toman vida. Aparece con su lira dorada y el oro salpica las imágenes simbólicas que a través del cuerpo palpitante las intérpretes que forman paisajes de tiempo suspendido. El propio teatro es Safo y, como el cuerpo de la poeta en numerosas representaciones, aparece envuelto por tejidos color peonía como flores de ramo de novia. La arquitectura está ante tus ojos, pero no se revela completa, al igual que en la propia historia de la poeta, donde siempre hay algo que no deja ver su genialidad de forma plena”.
Para la dramaturga María Folguera, “al investigar a Safo, asombra la recurrencia de ciertos lugares comunes que han marcado su mito como autora: sacerdotista, regente de una escuela de jóvenes poetas, suicida por un hombre, décima musa… Nuestra mirada quiere reconocer a la Safo poeta, de la que se sabe muy poco biográficamente, pero sobre la que operan todo tipo de mitos. Traer a las Musas a escena nos permite jugar con esas dudas y proyecciones. El teatro es el lugar para el encuentro de lo irresoluble, un sitio donde por fin podemos hacer, por ejemplo, que Safo pida cuentas a Ovidio por alterar su mito con una leyenda falsamente biográfica”. Y continúa: “En el espacio y tiempo del escenario, volveremos a aquel paradisíaco jardín mediterráneo, un Lesbos más permisivo que las severas Atenas o Esparta, donde Safo se erigió como referente para los siglos venideros. Queremos traerla de nuevo a la canción popular, a la ironía y el suspense, porque encontrarse con ella es descubrir su fragilidad indestructible. Como dijo la misma Safo en un verso: «Te aseguro que alguien se acordará de nosotras»”. Tras el estreno del espectáculo en Mérida, Folguera apunta “que el debate sobre el género escénico de la obra y la diversidad de opiniones resultan apasionantes. El público encontrará verdaderos himnos musicales aquí. Nosotras hemos trabajado a partir del lenguaje poético de Safo.Los fragmentos de sus poemas abren muchos interrogantes y el teatro se alimenta precisamente de esas ausencias: tenemos el escenario para preguntarnos quién fue realmente Safo”.
En el elenco de Safo destacan virtuosas figuras de la escena musical contemporánea como Irene Novoa, Xerach Peñate, Lucía Rey, Irene Novoa o Juliane Heinemann, que acompañan sobre las tablas a la propia Rosenvinge, en la piel de Safo, y a las intérpretes Lucía Bocanegra, María Pizarro y Natalia Huarte. Ellas podrán cuerpo y voz a un espectáculo del que Rosenvinge, Pazos y Folguera destacan que “si profundizas en los poemas de Safo, lo que hay es una celebración del amor. No es un yo sufriente, sino un yo deseante”. Y continúan: “Y no hay que olvidar que es el primer yo deseante de la historia. Safo fue quien introdujo la subjetividad en la poesía. Antes todo había sido poesía épica”.
Sobre el espectáculo
En un jardín de Lesbos, isla entre Oriente y Occidente, la poeta Safo ha convocado a las Musas protectoras del arte para saber qué será de su nombre. Las diosas detienen su juego para iniciar a Safo en un viaje a través del tiempo: de Ovidio al siglo XXI, de los versos perdidos a una subasta en Christie’s. Pero también nos acercaremos a la Safo humana, a la artista que tocaba en bodas y cantó al deseo por distintas mujeres. Safo inventó nuestra forma de entender el amor. Esta noche, de la mano de las Musas, intentaremos entenderla a ella.
Safo es un poema escénico, musical y visual que explora la figura de la gran poeta de Lesbos. Enigmática y misteriosa, es una autora venerada hasta hoy, que compuso más de diez mil versos, de los que sin embargo nos han llegado escasos poemas completos y versos sueltos. En contraste con la clamorosa ausencia de su obra, su figura legendaria no ha hecho más que crecer con el tiempo. Esta propuesta escénica recorre el universo sáfico a través de lo imaginado, lo proyectado, lo especulado por los estudiosos y artistas a lo largo de los siglos, y reconstruye a partir de lo que quedó -los enigmáticos versos incompletos, la influencia en autores posteriores como Ovidio, Catulo, Nosis o Erina-, lo que pudo ser y lo que significa Safo en un canon mayoritariamente masculino que durante siglos ha intentando reinterpretar su figura según los valores y prejuicios de cada época. Un juego metateatral, un diálogo entre presente y pasado para celebrar a Safo.
Safo es una coproducción de Teatre Romea, Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida y Grec 2022 Festival de Barcelona.