Que las mujeres en Afganistán se vistan de hombres para sobrevivir es lo que se conoce como Bacha Posh (niña vestida de niño). Pepa Zaragoza y Nadia Ghulam, decidieron colaborar en esta creación para dar voz a las mujeres que se han visto obligadas a vestirse de hombre en Afganistán, para sobrellevar el régimen talibán. Nadia narra en el escenario, en su lengua natal, las historias que le contaba su madre sobre su país, un dulce recuerdo que, para Nadia, fue un chute de energía. También expone las experiencias en su país, marcadas por una cruenta guerra civil, por el hambre y por el régimen talibán.
Ficción y realidad dialogan en esta propuesta que transita entre la charla performática y el relato testimonial, y en la que dos mujeres hablarán, también, de la vida en España de las personas refugiadas afganas, y se preguntarán por la utilidad de llevar al escenario estas historias en voz de quienes las han vivido. El público terminará siendo parte activa de la obra en un diálogo final.
Además, tras la función del 1 de febrero, se celebrará un coloquio del equipo artístico con el público, en el que participarán también profesionales de CEAR (Comisión Española de Personas Refugiadas).
Sobre la situación de los derechos humanos en Afganistán
Según datos de CEAR, más de dos años después de que el régimen talibán haya tomado Kabul, la situación económica, humanitaria y de seguridad de la población no ha hecho más que empeorar, recrudeciendo un conflicto que se prolonga desde hace más de cuatro décadas. La inseguridad alimentaria, la inflación y la inestabilidad económica ponen a la población afgana en una situación cada vez más precaria. En 2023, más de 28 millones de personas necesitan ayuda humanitaria de emergencia en Afganistán, de las cuales trece millones son niños y niñas.
Algunos grupos de población como las mujeres, las y los niños y las personas activistas o periodistas ven su libertad gravemente amenazada. En concreto, en relación con los derechos de las mujeres, el régimen talibán ha aprobado medidas represivas como la prohibición de estudiar o de realizar cualquier trabajo fuera del hogar.
Afganistán es actualmente el segundo país de origen de personas refugiadas en el mundo. Según cifras del ACNUR, a mediados de 2023 había 9,7 millones de personas desplazadas: 3,6 millones de desplazados internos y 6,1 millones de personas refugiadas, repartidas en 103 países. La mayoría en países vecinos de acogida (Irán y Pakistán). El incremento de la cifra de desplazamiento forzoso se debe a los planes de Pakistán para expulsar del país a 1,73 millones de personas afganas “en situación irregular”, que, desde septiembre, han forzado el retorno de casi medio millón de personas refugiadas a Afganistán.
Esta situación en los países limítrofes obliga a muchas personas a poner en riesgo su vida en búsqueda de protección en la Unión Europea, y sin embargo allí también se encuentran a menudo con violencia y amenazas de devoluciones o expulsiones. Entre enero y septiembre de 2023, la UE recibió cerca de 86.000 peticiones de asilo de personas procedentes de Afganistán. La segunda nacionalidad que más peticiones presentó. En 2023, 1.120 personas procedentes de Afganistán recibieron una respuesta favorable a su solicitud de protección en España. Es la segunda nacionalidad que más concesiones favorables de protección internacional ha tenido en nuestro país.
“El olvido de la situación en Afganistán de los medios de comunicación no significa que la situación se haya resuelto. Cerca de 28 millones de personas siguen atrapadas en una crisis humanitaria sin precedentes con las mujeres y niñas como principales víctimas”, Estrella Galán, directora de CEAR. “La comunidad internacional mira hacia otro lado y no hay corredores humanitarios que permitan a las personas poner su vida a salvo de manera segura”, añade. “Es urgente que España y el resto de los países de la UE agilicen la salida y acogida de las personas afganas que están sufriendo un auténtico terror. Urge garantizar una salida segura de Afganistán”.