AZarte, Éskaton y Georgen Marinov, Coletivo [1690], Emejota Mínguez, Marcos Martincano presentan también sus creaciones esta primera semana en AZarte, Teatro Pradillo, Nave 73, Teatro del Barrio, Réplika Teatro, respectivamente
La obra nace como influencia de Noa Pothoven, una joven de 17 años que murió por inanición voluntaria acompañada de su familia en su casa de Países Bajos, después de ser víctima de abusos sexuales en su infancia y sufrir una violación en su adolescencia. A partir de estos hechos, Zorra dorada compone un poema y un ritual para exorcizar el abuso, usando la rabia como motor de cambio.
En esta propuesta escrita, dirigida e interpretada por la creadora Elisa Forcano, se dan la mano texto, movimiento y performance. Todo ello, impulsado por el diseño de sonido y música originales, la plástica teatral, el diseño de luces y el uso de proyecciones, se une para imaginar la historia de Noa que, de algún modo, se ha convertido en la representación del abuso en todas las mujeres.
“La muerte de Noa sacudió mi vida; me impulsó a vivirla. A partir de aquella noticia, tomé decisiones que jamás pensé que sería capaz de tomar. Su acto me convirtió en potencia. Quién sabe qué potencias despertará este acto escénico. Ojalá”, comenta Forcano.
Zorra dorada habla del suicidio como altavoz del abuso, de la inmolación como protesta y de la no aceptación de normalizar el abuso.
Además, esta semana el festival presenta los estrenos de Verdad o consecuencia de AZarte en la sala homónima el jueves y viernes, Häxan de Éskaton y Georgen Marinov en Teatro Pradillo, Un espacio inefable Malleus Maleficarum de Coletivo [1690] el viernes en Nave 73, Proceso de descomposición de Emejota Mínguez el sábado en Teatro del Barrio y Hacer torrijas como acto de resistencia de Marcos Martincano que podrá verse el domingo en Réplika Teatro.