En esta recuperación de la ópera cómica participan, un director musical veterano de este escenario, Miguel Ángel Gómez-Martínez, que considera a Gaztambide «interesante, divertido y poseedor de una extraordinaria calidad musical», y un director de escena, Marco Carniti —que trabaja por primera vez en este escenario—, que quiere hacernos disfrutar de la belleza de una obra que transcurre alegremente entre el sueño y la realidad. El libreto ha sido completamente revisado y la acción se traslada a la ciudad de Roma de los años 50. La trama nos presenta a una aristocrática dama italiana que decide subvencionar el rodaje de la primera zarzuela para la gran pantalla con el fin de llevar este género al mundo entero a través del cine.
La trama de esta nueva producción del Teatro de la Zarzuela, adaptación libre del libreto de Patricio de la Escosura firmada por Raúl Asenjo, e ideada como una comedia ágil (no en vano el compositor la nombró como ópera cómica en tres actos) narra las peripecias en torno a la intención de rodar por vez primera una zarzuela en cine –¡y nada menos que en sistema Cinemascope!– para así difundirla por todo el mundo.
La acción se desarrolla en la Roma de la ‘Dolce Vita’, aquella irrepetible cuna del cine con mayúsculas y del arte como attrezzo de lo cotidiano. En ella desfila algún personaje de las obras de William Shakespeare, como Falstaff, el propio dramaturgo de Stratford-upon-Avon como personaje de un personaje o el mismísimo Orson Welles.
‘El sueño de una noche de verano’ de Joaquín Gaztambide, no ha podido ser escuchada ni vista en 166 años (desde muy poco después de su puesta de largo), por lo que en nuestros días podría tomarse, no habiendo siquiera grabaciones, como un estreno absoluto.