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El público acoge con tibieza esta ópera protagonizada por mujeres, cuyas historias se entrelazan en el universo literario del autor uruguayo
«En Santa María nada pasaba, era en otoño, apenas la dulzura brillante de un sol moribundo, puntual, lentamente apagado. Para toda la gama de sanmarianos que miraban el cielo y la tierra antes de aceptar la sinrazón adecuada del trabajo. (…) Nada sucedió en Santa María aquel otoño hasta que llegó la hora –por qué maldita o fatal o determinada e ineludible–, hasta que llegó la hora feliz de la mentira». Así es como relata el escritor Juan Carlos Onetti la vida en la ciudad imaginaria de Santa María, materializada en la ópera ‘La ciudad de las mentiras’, cuyo estreno mundial ha acogido este lunes 20 de febrero el Teatro Real.
El público ha acogido con tibieza, dividido entre aplausos y algunos abucheos, este encargo y nueva producción del Teatro Real, una ópera basada en cuatro cuentos de Juan Carlos Onetti, publicados entre la década de los 50 y 60, y protagonizados por mujeres cuyas historias se entrelazan en un universo en el que la mentira se convierte en maniobra de evasión y refugio de la realidad hostil y claustrofóbica que se vive en Santa María, donde transcurre gran parte de la ficción literaria del autor uruguayo.
Al estreno mundial han asistido personalidades del mundo de la música como los compositores Antón García Abril, Pilar Jurado, Sánchez Verdú y Luis de Pablo.
La también compositora Elena Mendoza es la autora de esta obra, un encargo del director Gerard Mortier, con libreto y colaboración musical de Matthias Rebstock, y también podrá verse los próximos 21, 23, 24 y 26 de febrero en el coliseo madrileño, intercalada con las de ‘Billy Budd’. Titus Engel (que ya ha dirigido dos estrenos mundiales en el Real) se ha ocupado de la dirección musical de este teatro musical en quince escenas, como lo conciben Mendoza y Rebstock, para quienes «componer una ópera hoy en día significa hasta cierto punto reinventársela como género».
De este modo, en la función –de algo más de hora y media de duración, sin interrupción–, el teatro y la música se mezclan hasta formar una unidad indivisible, como ocurre con la barra del bar en la que los vasos se convierten en instrumentos de percusión, o en el juego de dominó, donde las piezas van mas allá del juego y el público no puede «dirimir» entre lo que es teatro y lo que es música.
Las sopranos Laia Falcón y Katia Guedes, la acordeonista Anne Landa y la violinista Anna Spina han sido las intérpretes que han encarnado a los personajes de estas cuatro historias, acompañadas por los actores Graham Valentine, David Luque y Tobias Dutschke, el tenor Michael Pflumm, el barítono Guillermo Anzorena y seis instrumentistas-actores: Íñigo Giner Miranda, Miguel Pérez Iniesta, Martin Posegga, Matthias Jann, Wojciech Garbowski y Erik Borgir.
Historias de mujeres
El hilo conductor de la historia es el relato interpretado por Laia Falcón que lleva por título ‘Un sueño realizado’, en el que una mujer sin nombre visita a un director de escena arruinado, al que encarga poner en escena un sueño que ha tenido, en el que mientras soñaba era feliz por lo que quiere verlo todo nuevamente.
La reacción del director oscila entre la burla, la incredulidad y la sensación de que hay un sentido oculto en todo aquello. Por ello, tras contratar a todos los habitantes de Santa María como actores, se representará un sueño cuya escena final (con el que cierra la ópera) queda abierta a múltiples interpretaciones.
Esta historia se entrelaza con la de ‘La novia robada’ (a la que ha dado voz Anna Spina) en la que el doctor Díaz Grey, prócer de Santa María, le declara a la joven Moncha Insaurralde retrospectivamente su amor desde la tumba. Sin embargo, Moncha –enviada a Europa por su familia para alejarla de su amante juvenil, Marcos Bergner– regresa a Santa María con la intención de casarse con él sin saber que el joven también ha muerto.
A pesar de todo, la muchacha decide ignorar las circunstancias y, vestida de novia, pasea por Santa María y cada noche de luna celebra su casamiento con un Marcos imaginario. La decadencia de Mocha se refleja en el progresivo deterioro de su vestido, una historia que, pese a su dramatismo, ha pintado una sonrisa en la cara del público cuando la joven es servida por el barman, que no olvida tampoco a su imaginario pretendiente.
El matrimonio es también el tema central de ‘El infierno tan temido’ en el que Gracia, actriz de teatro, y Risso, reportero de la emisora de radio local de Santa María, se juran eterna fidelidad cuando se casan (encarnados por Katia Guedes y David Luque). Sin embargo, cuando la mujer relata a su marido una aventura con un espectador, a la que ella no concede demasiada importancia, él la expulsa de casa. Gracia abandona Santa María y Risso empieza a recibir con regularidad fotografías que ella misma toma en poses obscenas, siempre con un hombre distinto. Cuando el envío de las fotografías se hace extensivo a los demás habitantes de Santa María, el hombre pierde la razón.
Este cuento ya fue llevado a la gran pantalla de la mano del director argentino Raúl de la Torre en una película del mismo nombre que se alzó con el Cóndor de Plata –los premios que anualmente concede la Asociación de Cronistas Cinematográficos de Argentina– a la mejor película, en el año 1981.
Carmen Méndez protagoniza la cuarta historia en escena, ‘El álbum’ (a la que pone voz y rostro Anne Landa), que cuenta cómo una mujer que llega al puerto de la ciudad y el joven Jorge Malabia (que interpreta el tenor Michael Pflumm) se siente atraído de una forma especial por ella. Entre los dos forjarán una singular relación, basada en las fantásticas historias de viajes que ella le narra noche tras noche, seduciéndolo con lo que él cree un mundo de ficción. Un día, Carmen abandona Santa María dejando su maleta en el hotel, que Jorge recupera para encontrar en su interior un álbum de fotos que atestigua que todas las historias que ella le ha contado son reales, por lo que se deshace el encantamiento.
Todas estos cuentos se han materializado y entrelazado esta noche en el Teatro Real, tejidos alrededor de la mentira y el engaño. Aunque, como dijo Onetti, «hay varias maneras de mentir, pero la más repugnante de todas es decir la verdad, toda la verdad, ocultando el alma de los hechos. Porque los hechos son siempre vacíos, son recipientes que tomarán la forma del sentimiento que los llene».
Fotografía: MasEscena