El montaje dirigido por Matteo Gastaldo y con Leo Rivera interpretando al magnate excéntrico y sensual Christian Gray, se estrena el 14 de febrero, Día de los enamorados
Canciones y situaciones disparatadas y excitantes se dan la mano en la historia de tres amas de casa que han decidido leer en un club de lectura una de las novelas más provocativas y vendidas del mundo
El montaje cuenta con la dirección de Matteo Gastaldo y la dirección musical de Fabio Serri, y con un elenco formado por Leo Rivera (como Stephan Gray), Anna Herebia, Flor Lopardo, Paule Mallagarai, Lucia Ambrosini, Paula Diaz, Tatán Sellés y Carles Vallés.
La apabullante cifra de 60 millones de copias de libros vendidas en todo el mundo de lo que con el tiempo se convirtió en trilogía hacía prever su adaptación a otros terrenos artísticos: el cine, el teatro, el musical. Y así ocurrió.
Tras el éxito de la versión musical en Estados Unidos, la crítica americana captó de inmediato el sentido humorístico y descarado de este musical. “Sucio y divertido. Imbatible”, pudo leerse en el New York Daily News. “Un espectáculo excitante y ultra picante” concluyó la cadena de televisión CNN. “Inteligente y tremendamente entretenido”, reflejó la biblia del espectáculo en Estados Unidos Variety. Después vinieron estrenos en Alemania, Canadá, Francia, Italia, Holanda… y España.
50 sombras. El musical reúne a tres amas de casa que participan en un club de lectura hasta que un día una de ellas, de mentalidad abierta, propone la lectura de 50 sombras de Grey, una experiencia que estimulará las fantasías de las tres.
A través de la lectura de esta novela, el trío se ve envuelto en las pasiones de los dos protagonistas de la novela: Anastasia Steele, una joven e ingenua estudiante universitaria de literatura que cae bajo la influencia del magnate sensual, excéntrico y vicioso Christian Grey, amante de la experimentación sexual poco convencional.
La implicación y la identificación de las tres lectoras con los protagonistas del libro las abrirá a transformaciones y cambios en su vida privada, pero también en su forma de pensar y en el deseo de escapar de la rutina de pareja, dar espacio a nuevas experiencias apasionadas, además de provocar un nuevo diálogo con su lado sexual más profundo.
Todo ello transcurre de una forma divertida y sarcástica, con una interpretación disparatada, alejada del imaginario colectivo del libro, con referencias irónicas y un lenguaje a menudo apartado de la realidad, propio de la comedia musical. A través de él, los espectadores podrán revivir sensaciones y pensamientos que les despertará el universo de exploraciones, fantasías eróticas, sexo y tabúes que despliega la obra durante sus noventa minutos.
50 sombras. El musical se muestra como un montaje transgresor capaz de tratar temas excitantes sin perder la inocencia. En esta parodia, la trama erótica de la novela da paso a un espectáculo hilarante, entretenido pero no excesivo.