Este mes de marzo, el premiado artista catalán -uno de los grandes referentes del clown a nivel nacional- aterriza en el Teatro del Barrio con un montaje enérgico y optimista, que fusiona técnicas de circo, danza y música para reírse de las prisas de la sociedad contemporánea
Con su nueva creación, Guillem Albà nos cuenta, solo y sin palabras, un hecho tan complejo y a la vez tan cotidiano: la prisa. Ese «correr todo el rato» en el que vivimos instalados. CALMA! lleva al espectador a disfrutar de una experiencia por momentos cómica, por momentos poética. Con el clown como bandera, ya sea través de los títeres, el gesto, las sombras o la música, el artista hará que nos cuestionemos nuestro día a día y nuestro propio viaje vital, reflexionando sobre si vale la pena correr tanto, si estamos haciendo lo que realmente nos llena y, en definitiva, si queremos seguir así o queremos cambiarlo. CALMA! es Guillem Albà en su estado más puro. Su clown salvaje está presente, su poética no falta y su mensaje, optimista y vital, se convierte en algo catártico.
En palabras del artista…
“Miras a tu alrededor y ves que todo el mundo corre. Nadie para de correr. Y tú también lo estás haciendo. Y no sabes exactamente por qué. Te das cuenta de que justo después de dejar de ser un niño te pusiste a correr y ya no has parado. El trabajo, y producir más, y hacer muchas cosas, y ganar más dinero para hacer lo que quieres… Pero no tienes suficiente tiempo para disfrutarlo. Porque tienes que trabajar más. Y el tiempo no se para, y tú intentas no estresarte, pero, aun así, no paras de correr.
Con la tecnología podemos hablar con personas que están en cualquier parte del mundo, en cualquier momento. Pero quedamos para tomar algo con los amigos y todo el mundo mira el móvil. Y tú no reconoces que estás enganchado. Tú no. Los otros sí. Y más avisos, y más mensajes, y más prisa… Mandamos un mensaje a alguien que tenemos a dos metros para decirle que estamos llegando. A veces da miedo pensar si hemos perdido el contacto humano, el tocarnos.
Pero me paro un momento. Y desde mi humilde posición de artista, de payaso, decido crear un espectáculo sobre esto. Mi oficio me consuela un poco, viendo cómo está el mundo. Quizás puedo aportar una parte muy pequeña, muy ínfima, para cambiarlo. Sí, cambiar el mundo. Puede que sea una utopía. Pero, aunque sea aportando mi granito de arena, será importante. Ir al teatro, hoy en día, es ya un acto revolucionario. Con tanta información que nos llega al cerebro, parar un momento y ver a alguien que actúa en directo, y que para el tiempo para compartir una rato, es ya un acto heroíco.
Con CALMA! quiero que la gente se ría, con todas las cosas positivas que eso nos aporta. Quiero parar el mundo durante un rato. Quiero que el público salga más contento, con más ganas de vivir, que para eso estamos los payasos contemporáneos. Y para emocionar, también. Para llevar al espectador en un viaje del humor a la poética, haciendo lo que tanto nos cuesta a los adultos: vivir las emociones y olvidar la parte cerebral durante un rato. Si conseguimos salir del teatro con un poco más de alegría, con el pequeño deseo de querer vivir un poco más felices, entonces habrá valido la pena. Y, si no, en el fondo, solo es teatro”.
Sobre Guillem Albà
Me gusta actuar. Soy feliz. Mientras actúo, es el único momento en que nada me duele. Ni dolor de espalda, ni dolor de cabeza. Esto solo me pasa actuando (o también en el agua). Aún no he actuado nunca dentro del agua, pero no sé qué pasaría. Me gusta, sobre todo, actuar, pero también dirigir, escribir y crear espectáculos. Pensar ideas. Imaginar cualquier cosa. Ya sea para hacer reír o para emocionar y buscar un momento poético y bonito. Un amigo me dijo que la palabra que me define en este mundo artístico es “curioso”. No lo había pensado, pero poco a poco he visto que a lo mejor sí. Me gusta probar, probar y probar. Mezclarme con gente, crear. ¿Qué pasa si nos ajuntamos y probamos de hacer alguna cosa juntos?
Desde pequeño ya quería crear espectáculos propios. Pensar qué quería contar y cómo. Es lo que aprendí de mi familia, dedicada al teatro de títeres. Desde pequeño vi cómo ensayaban horas y horas, cómo actuaban y cómo íbamos en furgoneta arriba y abajo. Descubrir lugares, conocer gente. Ellos no esperaban que nadie les llamara para hacer una producción. Sino que lo hacían a su manera. Y esto he hecho: crear espectáculos propios. Y, de vez en cuando, combinarlo con otras cosas que me proponen. Donde también se aprende mucho y te hacen crecer.
Aprendí de la familia a ser muy exigente en el trabajo. A hacerlo lo mejor posible, a entender esta profesión como una trabajo artesanal. Cocinar a fuego lento, sin prisa y convencido de cada decisión. No tiene nada que ver con producir y producir. Sino con hacer algo que te sale de dentro. Respetando muchísimo al público. Siendo exigente en cada actuación, dando toda la energía que tengo. E intentando que llegue al máximo de gente posible. Que les guste aunque no vayan nunca al teatro. Que les llegue, tengan la edad que tengan y vengan de donde vengan.
Vivir de esto me hace feliz. Y lo único que intento dirigiendo o actuando es que la gente se vaya feliz, convencida de que no ha perdido el tiempo. Y así voy haciendo. Ir creando e ir actuando. Viviendo un montón de aventuras, viajando y conociendo un montón de gente. Esto es un poco lo que he hecho:
Me formé estudiando diferentes técnicas y estilos teatrales. En la comedia y en el clown he tenido maestros como Carlo Colombaioni, Eric de Bont, Cristophe Marchand, Leo Bassi o Jango Edwards. Con este último, trabajé conjuntamente durante mucho tiempo y fue quien dirigió mi primer espectáculo de creación.
He trabajado en teatro (Titzina Teatre o Àngel Llàcer), radio (La Segona Hora, RAC1) y TV (actualmente, en el programa El Llenguado, de TV3). En el año 2006 fundé la compañía Guillem Albà, con la cual he estrenado seis espectáculos de creación: Sketchofrenia, Flirt, Trau, Marabunta, Pluja (con Clara Peya) y CALMA! He sido galardonado con diferentes premios, entre ellos, el Premio del Público de Fira Tàrrega, el Premio del Público de La Mostra d’Igualada o el Premio del Público de la Fira de Titelles de Lleida. He dirigido diferentes espectáculos de teatro, danza y circo. Y también de música (como el espectáculo Espejos & Espejismos, de Love of Lesbian). Asimismo, me he encargado de la dirección escénica de grupos musicales como Txarango o Balkan Paradise Orchestra. He actuado en España, Francia, Rumanía, Portugal, Argentina, Uruguay, Holanda, Suecia, Perú, Islas Azores o China.