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Il pirata, de Vincenzo Bellini, se presentará por primera vez en el Teatro Real, 192 años después de su estreno

Se ofrecerán 14 funciones de Il pirata, entre el 30 de noviembre y el 20 de diciembre, en una nueva coproducción del Teatro Real y el Teatro alla Scala de Milán, donde se estrenó el pasado año
Maurizio Benini, gran experto en el repertorio lírico italiano, dirigirá la partitura por primera vez al frente de tres repartos y del Coro y Orquesta Titulares del Teatro Real, después de sus éxitos en Tosca (2004), L’elisir d’amore (2006) e Il trovatore (2019)
La producción, con dirección de escena de Emilio Sagi y escenografía de Daniel Bianco, presenta el violento drama interior de los personajes en espacios de evocadora atmósfera romántica, en los que destaca el vestuario diseñado por Pepa Ojanguren
Se alternarán en los dificilísimos papeles del dúo protagonista los tenores Javier Camarena, Celso Albelo y Dmitry Korchak (Gualtiero) y las sopranos Sonya Yoncheva, Yolanda Auyanet y Maria Pia Piscitelli (Imogene), secundados por los barítonos George Petean, Simone Piazzola y Vladimir Stoyanov (Ernesto)
En torno a Il pirata se ofrecerán diversas propuestas culturales y artísticas en el Teatro Real, Museo Arqueológico Nacional, Museo Lázaro Galdiano, Museo del Romanticismo, Museo Naval, Casa Árabe e Institut Français
Radio Clásica, de RNE, grabará la ópera para su posterior retransmisión, en fecha todavía por determinar
Las funciones de Il pirata están dedicadas a la memoria de Montserrat Caballé, excelsa intérprete del papel de Imogene y responsable del ‘renacimiento’ de esta ópera, junto a Maria Callas

Con Il pirata, Bellini inicia una fecunda comunión artística con Felice Romani (1788-1865), poeta y dramaturgo de gran notoriedad que firmaría el libreto de siete de sus diez óperas, incluyendo la célebre Norma.

Romani parte del drama gótico Bertram, or The Castle of Saint Aldobrand  del escritor irlandés Charles Maturin (1782-1824) y crea un libreto de oscura, tempestuosa y fatalista savia romántica, con un trío amoroso en el que suspiran por el amor de Imogene su antiguo amante Gualtiero ─un noble arruinado, impetuoso y apasionado transformado en pirata─; y su esposo y padre de su hijo, al que desposó para salvar la vida de su progenitor, y al que debe obediencia y fidelidad.

El trágico final, con el asesinato del marido, la expiación del amante y la catártica locura de la desventurada heroína, dejan antever el germen del gran melodrama romántico, que también esboza Bellini en su música, de profundo aliento melódico, fuertes contrastes expresivos y un afán por engarzar y articular los recitativos, arias, caballetas, dúos y coros, en pro de la fluidez dramatúrgica de la trama.

Esta misma preocupación traspasa toda la música, que intenta sublimar sentimientos y pasiones hiperbólicos a través de una escritura vocal endiablada, sobre todo para los dos protagonistas: Gualtiero, que posee ya las contradicciones de un héroe byroniano, debe aunar vocalmente un canto elegíaco, la valentía áulica y el virtuosismo intrépido; e Imogene, abnegada esposa y madre, debe sofocar su amor corrosivo hasta la explosión de la locura y la ensoñación, alternando largas y excelsas melodías con saltos interválicos que expresan permanentemente su lucha interior y contrastes anímicos.

Quizás la extrema dificultad de ambos papeles haya contribuido al letargo de esta ópera durante casi un siglo, hasta que en 1958 Maria Callas interpretara a Imogene en La Scala, al lado de Franco Corelli y Ettore Bastianini, que no estaban, sin embargo, a su altura. Algunos años después Montesarrat Caballé ha cogido el testigo, concediendo a la trágica y desquiciada heroína de Callas un canto cristalino y casi sobrenatural, poético y estilizado, con sus inconfundibles y larguísimos fiati.

En la esta nueva coproducción de Il pirata, Emilio Sagi rehúye cualquier aproximación realista al libreto, creando un marco pictórico y simbólico adaptado a la dramaturgia de cada escena, para que fluya musicalmente el devenir trágico de los personajes, desprovistos de todos los artificios.

La ópera se ofrecerá por primera vez en el Teatro Real con tres distintos tríos protagonistas: los tenores Javier Camarena, Celso Albelo y Dmitry Korchak en el rol titular de Gualtiero; las sopranos Sonya Yoncheva, Yolanda Auyanet y Maria Pia Piscitelli como Imogene; y los barítonos George Petean, Simone Piazzola y Vladimir Stoyanov como Ernesto. Estarán secundados por el tenor Marin Yonchev (Itulbo), el bajo Felipe Bou (Goffredo) y la soprano María Miró (Adele).

Maurizio Benini, gran experto en el repertorio lírico italiano, que en el Real ha dirigido Tosca (2004), L’elisir d’amore (2006) e Il trovatore (2019), volverá a colocarse al frente del Coro y Orquesta Titulares del Teatro Real debutando una partitura que poco a poco recupera el lugar que le corresponde, más allá del virtuosismo y belleza de sus melodías.

 

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