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‘La celebración de los cuerpos que caen. La herida’. Una investigación sobre el dolor que causa el sentimiento de no pertenencia

La pieza contará con artistas emergentes del panorama escénico madrileño como Gad Yola o Pablo Alamá
Un proyecto que pone de relieve las heridas que causa el sentimiento de no pertenecer a ningún lugar a través de cuerpos migrantes, racializados o pertenecientes al colectivo LGTBIQ+

La pieza, que entremezcla aspectos performativos con teatro físico y asociativo, tiene como objetivo descubrir aquellas heridas que deja el “no lugar”. Es decir, la crisis existencial que genera el sentimiento de no saber a dónde se pertenece y la sucesiva lucha por intentar encajar en distintos grupos sociales para huir del individualismo. Un proceso de búsqueda personal que Villalba pone sobre la mesa a través de cuerpos migrantes, racializados o pertenecientes al colectivo LGTBIQ+.

 

Ante la soledad de la incomprensión solo queda celebrar 

El proyecto indaga en la procedencia de esas heridas que se producen en el cuerpo y en el alma cuando nos vemos obligados a adaptar nuestras costumbres y destruir parte de lo que somos, de nuestras raíces. ¿Qué produce en mí tener que olvidar parte de mi identidad para poder encajar?, ¿Cómo sanar el dolor que esto produce?, ¿podemos encontrar en la comunidad una red a través de la cual encontrarnos a nosotras mismas? Son algunos de los interrogantes que abre la pieza y a los que intenta responder a través de una celebración en la que convergen el baile, lo poético y lo ritual como acto de búsqueda, aceptación y empoderamiento. 

En palabras de Rodrigo Villalba, director y performer de la pieza: «Con esta celebración busco conectar y generar unas alianzas de resistencia ante un sistema que nos obliga a olvidar y a sanar nuestras heridas sin el apoyo de nuestra gente. Ahondamos en nuestra memoria colectiva e imaginarios populares para contarnos y contar al otro, para crear un relato compartido y hacernos fuertes, acogernos y salvarnos del individualismo feroz, y así conseguir sanar y celebrar nuestras caídas.»

Por su parte, Gad Yola, artista drag de Perú, manifiesta que: «La celebración tiene un fin reflexivo y estético en torno a los subalternos que la crean: la comunidad queer y la gente migrante o racializada. Personalmente, con este proyecto continuo con una línea de trabajo que cuestiona la cisheteronormatividad blanca desde mi persona drag, que se ve influenciada por el gremio profesional del teatro.»

El proyecto actúa, así, como un rito que lleva hasta el límite físico a cada una de sus integrantes para dejar que sea el propio cuerpo el que hable en su máxima expresión. Cuerpos con diferentes historias, procedencias y referencias culturales que abren y entregan una herida que parte desde lo individual hacia lo colectivo para sanarla. 

 

Sobre Sapukái

Sapukái es una agrupación compuesta por artistas de diferentes disciplinas (Diseño, periodismo, artes plásticas, Drag, danza, música, fotografía y escena). Su objetivo principal es investigar y aunar las potencias de las diferentes disciplinas para tensarlas hasta el límite último, y así encontrar la expresión y la fuerza de un pensamiento, de una idea. Sapukái, en guaraní, es un grito que quema, que vibra, un grito de júbilo, pero también de derrota, de dolor, de pérdida. El sapukái manifiesta emociones muy intensas. Las creaciones de Sapukái pretenden llegar a esa fuerza vibrante, intensa y extrema, poniendo a disposición total el cuerpo, que es recipiente de vivencias, heridas, poesía compartida y memoria colectiva.

 

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