«Creo que el movimiento feminista va conquistando parcelas, como dije antes, primero iba la conquista de derechos fundamentales, políticos y sociales; la comedia es algo que nunca se ha considerado una virtud muy necesaria para una mujer, que siempre se ha practicado pero que no era lo que más podría valorarse. No había mucha tradición de mujeres haciendo stand up en España, la primera vez que empecé a hacerlo no había ninguna referencia, no existía. Eva Hache, recién nacía Paramount Comedy y El club de la comedia; las pocas cómicas que estábamos entonces no sabíamos a quién mirar. Teníamos sólo a cómicos hombres a los que se imitaba, y a su vez la comedia también acababa de nacer para ellos en España. Era el año 2000 y todo el mundo estaba iniciándose en el stand up en España. Por herencia generacional, el público (tanto ellos como nosotras) recibía mejor la comedia masculina. Era complicado resistir en aquella época. Poco a poco los cómicos se han hecho más fuertes, más profesionales, y la comedia en España ha crecido. Esa solidez del género ha confluido con esta nueva ola feminista, y la industria, ha visto la demanda: las mujeres pagan por contenidos donde la mujer sea protagonista. Las mujeres se suben cada vez más al escenario sin tanta presión por hacerlo bien o mal. No se sienten representantes del género, son ellas mismas».