La obra reúne a una magnífica compañía de actores, instrumentistas y cantantes de amplio abanico interpretativo en una nueva producción de teatro musical del clásico de Shakespeare
La puesta en escena y la música confieren una nueva dimensión al texto, adaptado para la ocasión por Clément Camar-Mercier y dirigido por Sandrine Anglade
El espectáculo, en francés con sobretítulos en castellano, es una profunda y divertida reflexión sobre la naturaleza del ser humano que apela a los valores de tolerancia y compasión
La tempestad es una producción de la Compañía Sandrine Anglade en coproducción con Escena Nacional del Sur de Aquitania, Comédie de Picardie y Theatres in Dracénie
Bajo la dirección de Sandrine Anglade y con una nueva traducción y adaptación a cargo del dramaturgo y especialista en teatro isabelino Clément Camar-Mercier, La tempestad es una profunda y divertida reflexión sobre la naturaleza del ser humano que apela a los valores de tolerancia y compasión. A través de la historia de Próspero, y llevado por el soplo de la imaginación y la poesía, Shakespeare escenifica una crítica de nuestros excesos, de nuestras mentiras, y nos propone una lucha contra el oscurantismo para vencer a nuestros demonios. La adaptación de Camar-Mercier busca la sencillez y la inmediatez con el público, apoyándose en la alegría y la emoción para transmitir con delicadeza la dimensión filosófica del texto. Y las melodías originales de Robert Johnson (1583-1633) y de compositores anónimos, además de Dowland o Purcell, adaptadas para voz, acordeón y guitarra, dan ritmo a un espectáculo poblado de partituras melodiosas, rumores, ruidos extraños y música instrumental y canciones polifónicas. Una combinación de música y teatro a cargo de un elenco de intérpretes con una sólida capacidad para pasar del canto a la actuación. Al igual que los músicos, que aparecen totalmente integrados en la interpretación teatral.
“La tempestad es sin duda la obra más operística de todo el teatro de Shakespeare, enfatizando la belleza de la narración a través de la imagen y la música. Esta dimensión es lo que despertó el deseo de la directora de ópera y teatro que soy, ofreciéndome la posibilidad de compartir estos dos enfoques”, explica Sandrine Anglade. “El espectáculo reúne a una magnífica compañía de actores que se divierten con el travestismo, asumiendo cada uno múltiples papeles bajo la mirada cómplice del público. La multiplicidad de su abanico interpretativo, sus cualidades vocales, la homogeneidad de la compañía entre actores, instrumentistas y cantantes confieren al espectáculo virtuosismo, dinamismo y placer de juego”.
La tempestad no cuenta tanto la historia de un fenómeno físico como la de un estado interior. Muestra a un personaje, Próspero, que se transforma ante los ojos del público. Impulsado por el deseo de venganza, el violento Próspero llega finalmente a la compasión y a la razón. Es el mundo interior de Próspero el que se ‘atormenta’, se rompe y se reorganiza a sí mismo, buscando un camino hacia adelante y el equilibrio.
La tempestad es una producción de la Compañía Sandrine Anglade en coproducción con Escena Nacional del Sur de Aquitania, Comédie de Picardie y Theatres in Dracénie, con la participación artística de Teatro Nacional Joven y lENSATT, con la ayuda a la creación de DRAC Île-de-France, ADAMI y SPEDIDAM y agradecimiento a la Ópera de Lille y L’Arcal Lyrique, con texto de William Shakespeare en una nueva traducción con colaboración dramatúrgica de Clément Camar-Mercier, interpretada por Héloïse Cholley (Miranda/Gonzalo/Un espíritu de Ariel), Marceau Deschamps-Segura (Alonso), Pierre-François Doireau (Sébastien/Stefano/Un espíritu de Ariel/Cèrés), Damien Houssier (Caliban/Ferdinand/Un marinero/Un espíritu de Ariel), Alexandre Lachaux (Antonio/Trinculo/Un espíritu de Ariel), Serge Nicolaï (Próspero), Nina Petit (Acordeón/Un marinero), Sarah-Jane Sauvegrain (Ariel) y Benoît Segui (Guitarras/Capitán del barco), con diseño de espacio escénico de Mathias Baudry, diseño de iluminación de Caty Olive, diseño de vestuario de Cindy Lombardi, dirección de canto de Nicola Takov y diseño de espacio sonoro de Théo Cardoso.