Con autoría de Juli Disla, Diana I Luque, Sílvia Navarro Perramon, Juanma Romero Gárriz, Laura Rubio Galletero y María Velasco
Laura Ortega dirige sobre el escenario esta propuesta que recopila una serie de fragmentos de las obras trabajadas durante este año en el Laboratorio de Creación de la SGAE: La suerte de Juli Disla, Puto barrio de Diana Luque, El último soviético de Sílvia Navarro, P iscina de Juan Manuel Romero, La búsqueda de ‘Salitsa’ no obtuvo ningún resultado de Laura Rubio Galletero y Talaré a los hombres de sobre la faz de la tierra de María Velasco . Durante seis meses estos seis autores y autoras han trabajado conjuntamente en la creación de sus textos, asesorados por la dramaturga Yolanda Pallín. Además, la Fundación SGAE acaba de editar las obras en un único volumen bajo el sello Teatroautor y que se presentará antes del inicio de la muestra.
Estas seis obras sirven de clausura para la tradicional muestra de dramaturgia contemporánea de la Fundación SGAE que, por primera vez en su historia, ha sido dirigida íntegramente por mujeres. La muestra ha continúado así en su vigésimo cuarta edición con el propósito de fomentar e incentivar la escritura y lectura de piezas teatrales y ha exhibido ya ha exhibido todas las obras ganadoras de los Premios SGAE de Teatro 2019: La Tarara de Josi Alvarado (I Premio SGAE de Teatro Ana Diosdado 2019), Sandra de Daniela Feixas (el XXVIII Premio SGAE de Teatro Jardiel Poncela 2019), Necesito una flor de Rocío Bello y Javier Hernando Herráez (XX Premio SGAE de Teatro Infantil 2019) y La armonía de las esferas de Marcos Gisbert (XIII Certamen Internacional SGAE Leopoldo Alas Mínguez para textos teatrales con temática LGTBIQ+ 2019). Ventanas de Rodolf Sirera (ganador del Premio Max 2020 a Mejor Autoría por Dinamarca) fue la pieza encargada de inaugurar esta muestra con un texto inédito, dirigido por Magüi Mira.
Los intérpretes Óscar de la Fuente, Natalia Hernández, María Mota, Marisol Rolandi y Juan Vinuesa serán los encargados de levantar sobre las tablas seis historias diferentes.
Juli Disla expone sobre las tablas su propia experiencia en el proceso de adopación de una familia homoparental e interracial y la frustración y miedos que genera. Por su parte, María Velasco se atreve con una reinvindicación ecologista, «una historia de empoderamiento por lo verde» que relaciona la violencia emocional y sexual con la violencia sobre el medioambiente. Luque continúa con el discurso político en Puto barrio, una obra coral que sirve para exponer los problemas generados de la gentrificación de los barrios.
Con una perspectiva más narrativa se representa La Piscina que, erigida en personaje coral, narra la historia de un verano salpicado por un enfrentamiento entre vecinos, el renacer de una historia de amor y la amenaza de una tragedia que se cierne sobre prejuicios y frustraciones. Y por último, dos obras que trasladan al espectador hasta Rusia. Laura Rubio parte de la tragedia de la central de Chernóbil para presentar Salitsa, una aldea fantasma azotada por la radiación, donde convergen ciencia y superstición. Por su parte, Sílvia Navarro narra la historia de Sergei Krikalev, el último astronauta soviético que regresó a la Tierra después de una expedición de 311 días cuando la URSS ya se había desintegrado.
A lo largo de sus 23 ediciones precedentes, el Ciclo SGAE de Lecturas Dramatizadas ha acogido más de 300 textos de más de 200 autores, y más de 25.000 personas han disfrutado de ellos.