Para celebrar su 85º cumpleaños, el que es ya el festival más longevo de España, dará su pistoletazo de salida con nuestra batuta más internacional y nuevo director musical del Teatro Real, el director valenciano Gustavo Gimeno, acompañado en esta ocasión con una de sus orquestas predilectas: la Orchestre Philharmonique du Luxembourg de quien fue director titular desde 2015 hasta 2021.
Gimeno, celebrará dos conciertos en el Kursaal los días 1 y 2 de agosto.
El 1 de agosto, como apertura del festival, el pianista Bruce Liu, flagrante ganador del Concurso Internacional de Piano Frédéric Chopin, debutará en el Kursaal interpretando el Concierto para piano n.º 5 en Fa mayor de Camille Saint-Saëns. Obra fascinante, repleta de colorido y exotismo. Compuesta en 1896, este concierto es el último de los cinco que el compositor francés dedicó al piano y se caracteriza por su exuberancia y diversidad estilística —algo de lo que Liu, pese a su juventud, es experto y patrón.
Saint-Saëns lo escribió durante una estancia en Luxor, lo que explica la influencia de la música y los paisajes orientales en la obra. En el segundo movimiento, Allegro animato, Saint-Saëns incorpora escalas y melodías que evocan la música folclórica del medio oriente, creando una atmósfera mágica y misteriosa. Además, en esta pieza también se pueden escuchar referencias a la música javanesa, que Saint-Saëns había descubierto durante la Exposición Universal de París en 1889. Esta mezcla de influencias hace del «Egipcio» una obra única y un verdadero viaje musical a través de culturas y paisajes distantes.
Bruce Liu, el pianista canadiense de origen chino, ganó el prestigioso Concurso Internacional de Piano Chopin en 2021, destacándose por su brillante técnica y profunda interpretación. Comenzó a estudiar piano a los ocho años, relativamente tarde en comparación con otros prodigios musicales, lo que subraya su talento excepcional y dedicación. Además, su actuación en la final del concurso fue tan impresionante que el jurado decidió otorgarle el primer premio por unanimidad, un hecho poco común en la historia del certamen, subrayando su capacidad para capturar la esencia del espíritu de Chopin.
Por otro lado, la segunda parte del recital estará marcada por la Sinfonía n.º 5 en do sostenido menor de Gustav Mahler, una de las obras más emblemáticas y complejas del repertorio sinfónico. Compuesta entre 1901 y 1902, esta sinfonía marca una transición en el estilo de Mahler, alejándose de las influencias del romanticismo tardío hacia un lenguaje más moderno y personal. La sinfonía es famosa por su Adagietto, el cuarto movimiento, que es una de las piezas más interpretadas de Mahler y se dice que fue una carta de amor a su esposa, Alma Schindler. Esta sección se hizo mundialmente famosa cuando fue utilizada en la banda sonora de la película «Muerte en Venecia» de Luchino Visconti. La sinfonía comienza con una solemne marcha fúnebre y avanza a través de una amplia gama de emociones y estilos, culminando en un final jubiloso que refleja la lucha y la redención personal del propio Mahler.
La segunda cita de Gustavo Gimeno y la Orchestre Philharmonique du Luxembourg en el festival donostiarra se celebrará el 2 de agosto, teniendo en esta ocasión la participación especial del coro Easo Ahots Mistoen Abesbatza y del bajo ruso Alexander Vinogradov. En este segundo concierto podremos disfrutar de una de las rarezas por antonomasia en la música de Shostakovich: la ejecución de Stepan Razin op.119.
Basada en un poema de Yevgueni Yevtushenko, la obra narra la historia del líder cosaco Stepan Razin. Aunque Shostakóvich era conocido por sus obras llenas de referencias políticas y sociales, esta cantata incorpora un enfoque más personal y emocional. Además, el estreno de la obra fue un acontecimiento notable, ya que enfrentó críticas y controversias debido a su contenido histórico y la forma en que representaba la rebelión y ejecución de Razin, desafiando la narrativa oficial soviética.
Para su representación, la Quincena Musical cuenta con una de las voces más apabullantes del momento, el bajo ruso Alexander Vinogradov, quien debutó profesionalmente a los 21 años en el Teatro Bolshói, interpretando a Oroveso en «Norma». A partir de ahí, su carrera internacional despegó, llevándolo a escenarios como la Metropolitan Opera de Nueva York y la Ópera Estatal de Viena. Vinogradov ha destacado en papeles icónicos como el Rey Felipe en «Don Carlo» y Mefistófeles en «Fausto». Además, ha trabajado con directores de renombre mundial como Riccardo Muti y Zubin Mehta, consolidándose como uno de los bajos más aclamados de su generación.
La segunda parte del recital estará dedicada a la Sinfonía Fantástica op.14 de Héctor Berlioz, compuesta en 1830, es una obra revolucionaria del Romanticismo, famosa por su innovación en la estructura y la orquestación. Berlioz escribió esta sinfonía como una declaración de amor por la actriz irlandesa Harriet Smithson, a quien admiraba obsesivamente. Además, la sinfonía introduce el concepto de «idée fixe», un tema musical recurrente que representa a la amada del protagonista. Otro dato notable es que Berlioz incorporó en el último movimiento una melodía de «Dies irae», el canto fúnebre medieval, anticipándose a técnicas que serían comunes en la música programática del siglo XX.
El programa detallado de los ciclos y apartados que conforman la 85 Quincena Musical se puede consultar en https://www.quincenamusical.eus/es