En apenas cinco años, Teresa Garzón ha emergido como uno de los jóvenes valores coreográficos de la escena española. Fue performer y coreógrafa de la compañía Aves Migratorias de Madrid e investigadora a la creación de Doce (Mercat de les Flors, Barcelona). Sus coreografías se han visto en Madrid (Fucksia, finalista del certamen de solos Me, Myself & I de Pasoa2), Tenerife (El cielo, en el Festival Santo Domingo a Dúo) Córdoba (Santas al cielo, en el Teatro Isabel la Católica). Además de estrenar La Tercera, este año dirigirá una nueva producción de la ópera Don Giovanni en Lanzarote con artistas como Borja Quiza, Pancho Corujo y Sofía Esparza.
El origen de La Tercera es técnico. Alude a la tercera de Picardía, un recurso armónico usado desde el Renacimiento que consiste en pasar un tema que estaba en modo menor a modo mayor y viceversa, utilizando otro recurso armónico que es el obstinado, una secuencia que se repite de forma obsesiva y con la cual se produce la transición musical.
Garzón Barla hace una traslación de esta idea a unos personajes que crean y reflexionan sobre la danza a la vez que lo hacen de un modo más soterrado sobre el amor, el deseo y la sexualidad, planteando una crítica acerca de las leyes impuestas en tres grandes pilares: danza, amor, deseo y sexualidad.