La cantante malagueña rescata la figura de la escritora María de la O Lejárraga y su encuentro creativo con Manuel de Falla en obras como El amor brujo y El corregidor de la molinera, que interpreta junto a la Orquesta Carlos III en el Teatro Auditorio
La bailaora barcelonesa apela al recuerdo del arte jondo en Memorias, que estrena en la región madrileña con su danza de la antigua escuela y una visión y sentimiento personales
Música clásica, zarzuela, danza y flamenco se alternan a lo largo de agosto en una cita que el festivo 15 de agosto propone un justo rescate de María de la O Lejárraga, escritora postergada en vida por su marido, el director teatral Gregorio Martínez Sierra, para el que escribió obras de teatro que se estrenaron con el nombre de él.
Cuando se cumplen los cien años del nacimiento de Lejárraga, y 50 años de su muerte, la cantante malagueña Diana Navarro la homenajea en el espectáculo El amor brujo, un homenaje más que merecido a la obra de esta escritora, sobre todo, porque le otorga el reconocimiento del que nunca disfrutó dentro y fuera de España, y por haber jugado un papel tan relevante en el mundo de la literatura.
Dos de las obras más representativas y universales del repertorio español, El amor brujo y El corregidor y la molinera (más tarde conocido como El sombrero de tres picos) salieron de los encuentros creativos de Manuel de Falla con María de la O Lejárraga y Martínez Sierra, y son ellas las que centran este recital, con la prodigiosa voz de Navarro acompañada de la Orquesta Carlos III, bajo la dirección de Juan Manuel Alonso. El concierto se completará con dos canciones, de nuevo del tándem Falla y Lejárraga, y las Siete canciones populares españolas de Falla.
Navarro es una cantante, compositora y actriz hecha a sí misma. De joven promesa en los 90 su primer disco No te olvides de mí, la lanzó a la fama. Buscó su propia expresión a partir de los cantes que ha explotado con éxito: la copla, la saeta, el flamenco y el folclore, en un proceso de constante investigación en otros estilos como el pop sinfónico y la electrónica, creando el término neocopla sinfoelectrónica para denominar, finalmente, su estilo musical. Ha publicado 13 discos desde 2005, entre ellos Flamenco, Coplas de Zarzuela con la Sinfónica de RTVE y, el más reciente, De La Piquer a La Navarro.
La bailaora Carmen Cortés apela al recuerdo del flamenco en su espectáculo Memorias, que estrena en el Festival de San Lorenzo el sábado 17 y domingo 18 de agosto. En esas memorias, explica la artista nacida en Barcelona de padres andaluces, “se albergan las melodías del alma, aquellas que reverberan en los ecos del tiempo, llevándonos de vuelta a lugares olvidados y momentos perdidos”.
En su evocación se ampara en el genio musical español de Manuel de Falla, que “capturó la esencia de la pasión y el dolor en sus composiciones”, y en el cantaor Manuel Torres, que “con su voz prodigiosa, pintaba paisajes de nostalgia y añoranza con cada nota, sumergiendo al oyente en un océano de sentimientos”.
En el escenario volverá a contemplarse su baile temperamental, rápido y rabioso, el baile flamenco de la antigua escuela, con un sentimiento y una visión muy personal. Desde la fundación de su propia compañía en 1987, Carmen Cortés es embajadora de la mejor danza flamenca y española. Espectáculos suyos como Cantes de ida y vuelta, El amor brujo, Yerma, Salomé, Mujeres de Lorca, y Bailando con Lorca en la Edad de Plata, entre la treintena estrenados, han puesto en pie a audiencias de Francia, Italia, Inglaterra, Japón o Estados Unidos.
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