La compañía formada por Paloma García-Consuegra e Irene Doher vuelve con un espectáculo a modo de cabaret feminista cargado de música, humor y erotismo rural
La fruta más sabrosa actualiza, a través de la comedia, temas como la libertad afectivo-sexual, las familias elegidas y los distintos tipos de amor
Tras su anterior éxito, Es mi hombre, en esta nueva entrega Livianas Provincianas se adentran en los retos de ser mujer en la gran ciudad y mantienen su juego escénico con las convenciones de los espectáculos de revista. Con este cabaret divertido, feminista y queer, el dúo comparte de una manera directa y sincera con el público sus miedos, conflictos y logros en la vida.
La Berta y la Reme llevan ya un tiempo en la capital y se han vuelto más modernas y empoderadas. Así lo demuestran en la dramaturgia y dirección que firman García-Consuegra y Doher junto al artista Sergio Adillo. Además, en La fruta más sabrosa, vuelven a compartir escenario con el pianista Pepe Alacid, quien pone la nota musical junto a las composiciones originales de Pedro Granero.
Su estilo yeyé hace referencia a ese renacer y búsqueda de identidad que atraviesan estos personajes en su chou nupcial. Para ello, cuentan con la plástica escénica de Antiel Jiménez, la confección de vestuario de Antonio Marcial Viéitez y el diseño de maquillaje y peluquería de Alba Jiménez, cuyos trabajos crean una atmósfera liberada de roles de género y con gran diversidad y orgullo LGTBIQ+.
Livianas Provincianas nace como compañía en 2014 como un proyecto personal de las actrices y cantantes Paloma García-Consuegra e Irene Doher. Al encontrarse con el repertorio olvidado de cuplés, se pusieron a investigar sobre este género castizo, universal, pícaro, inocente y popular, pero también denostado en muchos momentos de la historia de nuestro país. Y se preguntaron qué papel pudo desempeñar el cuplé dentro del proceso de liberación femenina del siglo XX. “Nos dimos cuenta de que, antes que nosotras, muchas mujeres artistas se ganaron la vida cantando estas canciones que hoy por hoy están en vías de extinción”, apuntan. A partir de ese momento, recopilaron distintas canciones del género para darles una lectura con perspectiva feminista y acercarlas a nuevas generaciones con una mirada contemporánea.
La fruta más sabrosa es la continuación del anterior espectáculo de Livianas Provincianas, Es mi hombre, pero es una obra independiente que puede disfrutarse por separado. Además, si en la primera los conflictos giraban en torno a liberarse de los hombres que habían determinado sus vidas, en esta ocasión los conflictos están en ellas mismas y en las preguntas que aparecen sobre sus propias identidades.