Una edición con espectáculos de títeres y teatro de sombras en torno a los grandes cuentos clásicos que gustan tanto a pequeños como a mayores
Los tres cerditos, El guardián de los cuentos, El patito feo! y Blancanieves son los cuatro montajes que se podrán ver los domingos 12 y 26 de enero, y 9 y 23 de febrero a las 12 h.
‘Los domingos al teatro’ arranca el 12 de enero con Los tres cerditos, una de las fábulas más conocidas que, en esta ocasión, llega de la mano del reconocido director José Diego Ramírez y el galardonado marionetista David Zuazola. Ambos han unido fuerzas para extraer lo mejor de la historia y transmitirla al público de una forma diferente. El resultado es un relato repleto de valores que conecta a pequeños y mayores con la esencia de los cuentos clásicos universales. Un espectáculo de títeres con una estética colorida, un escenario móvil y una escenografía creada con el mimo y rigor de dos profesionales que han unido sus caminos después de 20 años de trayectoria.
En esta versión de Los tres cerditos, David encarna al Profesor Anónimo, un incansable explorador, investigador, escritor y recopilador de historias. El simpático profesor hizo hace tiempo un gran descubrimiento: aprendió el lenguaje universal de los cerdos que denominó como “OING”. Gracias a esos conocimientos viajó por el mundo y se encontró en lo más profundo del bosque con una historia increíble que, después de ver con sus propios ojos, trae al teatro para contar con pelos y señales.
El 26 de enero es el turno de El guardián de los cuentos, espectáculo de títeres y actores de La Tartana Teatro. El montaje presenta una narración original que recopila los mejores momentos de los cuentos tradicionales a través de una obra dinámica en la que aparecen decenas de títeres de todos los tamaños, teatro de sombras y muchos escenarios asombrosos. Protagonizado por un bibliotecario muy especial, El guardián de los cuentos es un espectáculo en el que el público recorrerá un mundo fantástico y se sumergirá en una bonita metáfora sobre la lectura. Porque, igual que los cuentos populares, esta obra también tiene moraleja. Parece que ya no es tiempo de hadas o gigantes, ni de bibliotecas. Parece que se olvidaron las aventuras, los héroes y los libros. Parece que ya no existen aquellas espadas que atravesaban la imaginación y la realidad en una misma habitación. Para combatir esas ideas, La Tartana propone crear un puente entre el mundo fantástico y el actual, un puente que nos permita despegar desde cualquier sitio, ver tesoros donde solo hay cuatro piedras o un hermoso gorro donde solo hay un periódico.
El patito feo! de la compañía A la sombrita llega al Teatro Auditorio el 9 de febrero para contar la obra de Hans Christian Andersen de un modo singular. La pieza, estrenada en 2009, recrea el Teatro de Sombras de finales del siglo XIX y principios del XX, tal y como pudieron ser los espectáculos de animación antes de la invención del cine. Se trata de un trabajo totalmente artesanal que cuenta con José Diego Ramírez como titiritero solista: sin video proyectores ni retroproyectores, solo varios puntos de luz, 96 siluetas articuladas, y una banda sonora original que le pondrá ritmo a la famosa historia del cisne que nace accidentalmente en un nido equivocado.
‘Los domingos al teatro’ termina el 23 de febrero con Blancanieves, de la compañía de títeres Tropos Teatro. Este montaje sitúa al espectador en una librería cargada de magia, en la que dos libreros piensan con qué historia viajar, qué lecturas les han marcado la vida y qué cuentos son los que mejor recuerdan. Pensando y pensando, los protagonistas empiezan a hacerse preguntas ¿son tan dulces esos cuentos que todos escuchamos en nuestra infancia? Caperucita acaba engullida por un lobo, los tres cerditos no acaban mejor, Hansel y Gretel son abandonados en un bosque para que se los coma una bruja… Quizás lo que más gusta de los cuentos clásicos, es que siempre tienen un punto de terror. Con este planteamiento, Tropos Teatro descubre la no menos terrorífica historia de Blancanieves, en una versión del clásico irreverente, divertida, alocada, y con las dosis exactas de humor y emoción.