Es la nueva aventura del dúo de clowns para niños a partir de 2 años, producida por la compañía Beti Alai tras el éxito de Buscando la luna
La programación infantil de los Teatros Luchana sigue en cartel los sábados y domingos de octubre, cumpliendo con un exhaustivo protocolo de seguridad e higiene
Misión Marciana
Tararí y Tantán, cantan, bailan y convierten cualquier juego en una aventura. Llenos de curiosidad, se lanzan a conocer otros mundos, capaces de transformar una cama en barco, camión o cohete espacial. Tararí y Tantán visitan planetas de colores, viven locas aventuras y finalmente llegan a Marte, donde conocerán a Marciano y Marciana. Agotados por tantas aventuras, caen rendidos en su cama, deseando volver a soñar con planetas de colores.
Raúl Guirao y Néstor Gutiérrez son los actores que dan vida a Tararí y Tantán. Rául es actor y titiritero con más de 20 años de experiencia en compañías como Els Comediants, Yllana o CN Teatro clásico. Nestor es cantante y actor, conocido por su papel en la serie de televisión Aída y ha participado en numerosas producciones musicales internacionales. Actualmente ambos actores trabajan en el musical infantil Coralina y el Libro de los Sortilegios.
LuchanaKids, ocio familiar seguro
LuchanaKids inició temporada en septiembre, y desde entonces, cada sábado y domingo ha llenado el teatro de cuentos clásicos revisados (Los siete cabritillos y el lobo, Fabulosas travesuras, ¿Cómo te lo cuento? y Nora y el Dragón), magia (Atrapado por la magia, Superflipado, Divertimagia y La magia está en ti), musicales (El color de la música, Barriendo re-mi-fa-sol y Tararí Tantán) y piezas para bebés (Una rana en la luna).
En su compromiso por ser una opción de ocio seguro para las familias, los teatros Luchana han reforzado esta temporada sus medidas de higiene y seguridad: programación reducida para evitar aglomeraciones en los espacios comunes, aforo restringido al 50%, uso obligatorio de mascarilla y activación de un protocolo de limpieza y desinfección entre función y función.
«El teatro aporta al niño una vivencia única, muy diferente de la que le otorga el cine o la televisión. Se trata de una experiencia muy viva en la que el niño y su acompañante encuentran un vínculo emocional muy especial. El niño tiene una capacidad innata para apreciar ciertas manifestaciones artísticas y una manera de dejarse sorprender contagiosa. Junto a los más pequeños, los adultos también aceptan la convención de esa propuesta de juego que permite el diálogo teatral, y que le hace revivir otra manera de estar en el mundo. Eso proporciona un punto de encuentro, un acercamiento emocional raramente accesible en nuestra vida cotidiana».
Juan Jiménez, director de los Teatros Luchana