Los Teatros del Canal de la Comunidad de Madrid presentan el concierto de la pianista Carla Román, de solo 11 años, dentro del XVIII Ciclo de Jóvenes Intérpretes de la Fundación Scherzo el próximo 1 de octubre a las 20:30 en la Sala Roja.
Clara Román nace en 2008, y comienza a estudiar piano y violoncello a los cuatro años y medio con su madre, Patricia Vázquez García. En la actualidad recibe asiduamente clases del pianista español Luis Fernando Pérez. Ha realizado clases de perfeccionamiento y masterclass con Guillermo González, Benedicte Palko, Graham Jackson, Nino Kereslizde, Luis Fernando Pérez, Ángel Sanzo, Juan Lago, Jorge Pepi-Alos, Edith Fischer, Wolfram Schmitt Leonardy y Galina Eguiarazova.
En junio de 2018, a los 10 años, hace su debut con orquesta con el Concierto en re mayor de Haydn en el Gran Teatro Falla de Cádiz. Unos meses más tarde realiza su primer recital en solitario en Cádiz, Sevilla y La Línea. Asimismo ha tocado en salas de conciertos en España y en el extranjero, como en septiembre de 2018, representando a España en el 40th International EPTA Conference en La Valetta (Malta).
En febrero de 2019 fue invitada para unas masterclass y una serie de conciertos en Sudáfrica bajo el tutelaje de Wolfram Schmitt Leonardy, actuando también en la televisión sudafricana. Ha actuado en el 42 Festival de Música de Segovia, Museo del Romanticismo, IV Festival Hispano-Ruso de jóvenes talentos organizado por la UCA, Festival Internacional de Música de Isla Cristina, Festival de Mendigorría, Festpiele, etc.
Hay lugares comunes que nunca se disipan del todo. Beethoven es posterior a Mozart y a Haydn desde el principio. No es un seguidor que madura desde, pongamos, la Tercera Sinfonía. Ya en el desarrollo del Allegro inicial de la Primera Sonata, Op. 2 nº 1, o para ser exactos del segundo tema (estas siete notas sinuosas cuando no descendentes), el carácter de lo que vendrá está ya AHÍ. Oigámosla como siglo XIX, aunque todavía falten unos años.
Chopin fue uno de los creadores de la miniatura pianística romántica, ya sea con base nacional (si bien la mazurka ya no es miniatura), ya sea con anhelo más europeo: la tarantela italiana, el vals centroeuropeo que empieza ya a ser vienés (solo entonces, no antes). El nocturno consta siempre de dos segmentos: el tema íntimo e introspectivo (la noche) y el tema que parece de aria operística (la vigencia plena del belcantismo). Con la Balada ya estamos en otro terreno, el de la evocación (no el del relato, el programatismo). La Balada op. 47 (1841 y 1842) carga con la supuesta inspiración en Mickiewicz, sobre todo porque el segundo tema en semicorcheas puede sugerir el rápido fluir del agua en que se mueve una misteriosa ondina, a la que su terrestre galán persigue en vano.
En el Primer libro de los Años de peregrinación de Liszt, el dedicado a Suiza, prima el retrato o evocación de la naturaleza, el paisaje, la gente; en los siete del Segundo, Italia, la inspiración proviene del arte, que es una continuación de la naturaleza, de la vida, por otros medios. Ahí aparecen tres reminiscencias de sonetos del Petrarca: 46, 104 y 123. Las seis piezas, entre ellas estos tres sonetos, parecen preparar la grandeza de la Sonata Dante, que cierra el cuaderno.
Oímos hoy dos obras de Granados que se apartan de las secuencias nacionalistas (sus Danzas, sus Goyescas), pero que se nutren de la tradición pianística que viene de Liszt y que pasaba por Albéniz.
L’isle joyeuse (1904) es un fragmento de bravura, página colorista, con matices dinámicos y métrica cambiantes. A veces creemos oír sugerencias de El mar, tríptico orquestal en el que por entonces trabajaba Debussy. El trino que abre la pieza parece situarse en el origen de todo el discurso, como si de ahí surgieran otros trinos, escalas, tresillos, episodios, ideas… Pero no por ello deja de haber un tema reconocible, un tema acaso principal, que destaca entre otros y acompaña con su diseño característico esta especie de crescendo para virtuosos hasta la eclosión final.
Santiago Martín, crítico musical, y patrono de la Fundación Scherzo.
Programa L. V. Beethoven Sonata Op. 2 nº 1
F. Chopin Tarantella Op. 43 Nocturno Op. 9 nº 3 Vals Op. 42 La b M Balada nº 3 fa m Op.47
F. Liszt Sonetto del Petrarca nº 104
E. Granados Valses poéticos Allegro de concierto
C. Debussy L’isle joyeus...