Con Rozalén / Nita, Luisa Gavasa, Paula Iwasaki, Raquel Varela, Laura Porras y Alejandro Pelayo
En palabras de Carolina Román, escritora y directora de la propuesta: «Aunque haya sido un vuelo de avión el que me llevó a México, me permití volar y crear ese mundo llamado Chavela. Nunca me hubiera imaginado semejante regalo del destino.
En esa gira con mi último montaje de teatro “Juguetes Rotos” conocí a María Cortina, amiga personal de “la señora”, quien la acompañara hasta el aliento final.
Durante nuestros encuentros y a través de ella, de sus ojos, de su cariño, llegué a conocer quién era María Isabel Vargas Lizano, el ser humano que había detrás del mito de Chavela Vargas.
Al llegar a su casa de Tepoztlán miré desde el jardín a su otro amigo fiel, el cerro Chalchi al cual regalara sus cenizas, y sentí algo en el pecho, en las tripas, y tomé el valor de iniciar este camino hacia ella.
Saberme con esta riqueza fue lo que me animó a escribir esta historia. Aún así y sabiendo el reto que esto supone, nada nunca podrá abarcar a tanta mujer. Lo único que sé es que todo lo que me contaron de viva voz tiene ese valor incalculable que tienen los tesoros.
En estos años durante el proceso creativo fui trazando rutas dibujadas desde sus pensamientos. En un diario inconcluso leí las sentencias visionarias que Chavela con tanta sencillez fue lanzando para dejarnos como herencia. Esta “dama de poncho rojo” que vino a cantar verdades desde ese corazón enorme y humilde, tejió una realidad con hilos de andar por casa para “apapacharnos “ en un abrazo sabio que se hará eterno cada vez que alguien quiera seguir oyendo su voz.
Quiero invitaros a que vivamos juntos este tránsito de “la última chamana”, con un lenguaje que mezcla lo cotidiano con lo divino, tal y como era Chavela».