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Una inmensa casa de muñecas alberga ‘Rodelinda’, coproducción de Madrid y Barcelona que entusiasma en el Teatro Real

 

Foto: Teatro Real

El escenario del Teatro Real alberga desde este viernes 24 de marzo y hasta el próximo 5 de abril una inmensa casa de muñecas por la que transitan los protagonistas de ‘Rodelinda’, de Georg Freidrich Händel. La obra se ha estrenado por primera vez en España en coproducción con el Gran Teatro del Liceu, junto con las óperas de Frankfurt y Lyon y el público madrileño ha respondido con entusiasmo, aplausos y bravos.

La banda sonora de este particular ‘juguete’, en el que se escenifican luchas de poder pero también un canto al amor conyugal, corre a cargo de la orquesta titular del coliseo madrileño, que ha mudado su piel para interpretar la música barroca, en compañía de dos claves, una tiorva y un órgano.

Cuenta con libreto de Nicola Francesco Hyam, basado en otro de Antonio Salvi cuya inspiración es la obra ‘Pertharite, rois des Lombards’, de Pierre Corneille, y fue estrenada en Londres en 1.725.

Entre las autoridades que han acudido a la Ópera, se encontraban la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría; el ministro de Educación Cultura y Deporte y portavoz del Gobierno, Íñigo Méndez de Vigo, la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena; o el consejero catalán de Cultura, Santi Vila. Todos ellos, forman parte de los patronatos de ambos coliseos, que previamente a la representación han celebrado una segunda reunión conjunta en Madrid, y posteriormente celebrarán una cena.

‘Rodelinda’ se desarrolla en Milán, en el palacio de los reyes de Lombardía, donde la reina, devastada por la supuesta muerte de su esposo, el rey Bertarido, y ante su miedo por el futuro de su hijo Flavio trata de desafiar al dictador Grimoaldo, quien ha usurpado el trono y trata de convertirla en su esposa para consolidar su poder.

El director de escena, Claus Guth, ha recreado una «gran mansión con diferentes niveles en la que los personajes aspiran a subir». Este edificio, una construcción de estilo georgiano en plena campiña inglesa, está inspirado en una de la época de Händel, pero sobre todo se asemeja a esas casas de muñecas que adornaban los cuartos infantiles.

Como en aquellas los muñecos, en esta, Flavio, interpretado por Fabián Augusto Gómez, ejerce de hilo conductor y testigo mudo del devenir de los acontecimientos, y proyecta en los muros de ese particular hogar sus temores en forma de pesadillas, miradas y dibujos infantiles.

El espectador puede observar todos los ángulos gracias al movimiento giratorio de la edificación. Espía cada estancia, cada altura, el interior, y la fachada, en medio de un cielo estrellado, y en la que incluso se proyectan las sombras de los árboles en la noche.

Es sobre todo el vestuario el que actualiza la obra, que en realidad repasa temáticas atemporales y muy actuales, como los conflictos familiares o la vulnerabilidad de los menores convertidos en testigos de multitud de avatares, ya sea domésticos o históricos. Desde el patio de butacas se comprueba también cómo los libretos, al contrario que la obra original, otorgan a la mujer el protagonismo principal, una fémina que responde de modo ‘moderno’ a los desafíos a los que se enfrenta.

Con un elenco doble, en el estreno la soprano Lucy Crowe se ha metido en la piel de la fiel, leal y astuta Rodelinda, mientras que el tenor Jeremy Ovenden interpreta al anodino, maleable y a su vez encantador dictador Grimoaldo. Junto a ellos, el contratenor Bejun Mheta ha ejercido de destronado y falsamente muerto esposo Bertarido, de carácter contradictorio, y el bajo Umberto Chiummo se ha colgado el disfraz del maquiavélico Garibaldo. La mezzosoprano Sonia Prina interpreta a la intrigante Eduige y el contratenor Lawrence Zazzo al aliado encubierto Unulfo.

Los mayores elogios se los han llevado esta noche Rodelinda y Bertarido, junto con el director de orquesta, Ivor Bolton, la propia orquesta y el director de escena.

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